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"Conociendo a un búlgaro"
El sol empezaba a asomarse la mañana del domingo y Lirya junto a Wendy decidieron levantarse temprano para aprovechar bien el día. Era primero de noviembre y Lirya solo pensaba en que al mes siguiente sería navidad, la festividad favorita de la rubia, después de su cumpleaños, por supuesto. Lirya agarro a Wendy y fue con ella al Gran Comedor, es este mismo había muy pocas personas, pero al ser domingo por la mañana lo entendió.
Lirya paso por las mesas de Ravenclaw y Gryffindor para saludar a los poco estudiantes los cuales estaban despiertos, luego fue y se sentó en la mesa de Hufflepuff dejando a Wendy en su regazo mientras desayunaba y leía su libro. Cada tanto pasaba un fantasma frente suyo y ella se ponía a hablar con el cómo normalmente hacía, personalmente Lirya creía que los más amables eran los fantasmas de Hufflepuff y Gryffindor, la fantasma de Ravenclaw nunca aparecía en el Gran Comedore, y el fantasma de Slytherin, el barón sanguinario, le daba miedo.
La hufflepuff estaba muy concentrada en su lectura, poniendo notas de lo que pensaba o solo subrayando cosas de la trama, tanta era su concentración que tardo unos minutos en darse cuenta de que alguien se había sentado frente a ella, cuando levanto la vista vio a un chico de ojos marrones y pelo entre rubio y pelirrojo, bastante lindo, nunca lo había visto así que supuso que era alguien de las otras escuelas.
—Disculpa mis modales —empezó Lirya apoyando el libro en la mesa—, pero ¿Quién eres?
Lirya no quería ser descortés, pero a la vez quería saber quién era el apuesto chico que se había sentado frente a ella.
—Lamentó mis modales. Soy Stefan Petrov. y tu ¿Quién eres?
Lirya levantó su brazo para saludar.
—Soy Lirya Brown.
El búlgaro tomó su mano.
—Un gusto Lirya Brown.
Lirya sonrío y retiro su mano, pero esta vez no agarro el libro si no que se dedicó a conocer más a Stefan Petrov.
—Dime Stefan ¿Qué te trae a la mesa Hufflepuff?
Stefan sonrió ante la pregunta de la rubia, y soltó una leve carcajada.
—Te vi como saludaste a todos lo que estaban aquí y me causo curiosidad —Stefan la miro a los ojos.
—Soy demasiado Hufflepuff, o eso dicen mis amigos —le respondió Lirya, pero al ver su cara de confusión supuso que no sabía lo que era ser Hufflepuff—. ¿No sabes sobre las casas cierto?
El búlgaro solo negó con la cabeza con una pequeña sonrisa.
—Los Hufflepuff son justos, leales y trabajadores. Los hufflepuff son buenas personas y suelen caer bien a todo el mundo. Son pacientes, tolerantes y siempre harán todo de forma honrada, sin hacer trampas y respetando las reglas.
