Un mes antes del cumpleaños de Jimin...
Mark despertó asustado, bajo las sábanas hervía de calor, tanto que sentía la ropa húmeda por su sudor. Extrañamente en el sueño del que acababa de despertar estaba sufriendo de un horrible dolor de espalda y al parecer no despertaba del todo porque aún podía sentirlo vívidamente. Intento cambiando de lado en la cama, tratando de calmar el dolor y volver a conciliar el sueño.
Jackson dormía al otro lado, muy profundo, pero no le daba la espalda, siempre dormía mirándole aun cuando el sí lo hacía a veces. Las cosas estaban mucho mejor pero una parte de él no podía perdonarlo del todo aun sabiendo lo bien que se estaba portando y todo lo que le demostró últimamente.
Suspiro un poco frustrado y ajusto la almohada bajo su redondo y voluptuoso vientre, cerro los ojos e intento acomodarse mejor cuando un horrible dolor le obligo a contener la respiración... fue como un fierro caliente contra su espalda ¿Un calambre quizás? Estaba muy cerca de la fecha de parto y el doctor le advirtió de las falsas alarmas.
Pero eso de falsa alarma no tenía nada, en menos de lo que pensó, otra oleada de dolor le atravesó el cuerpo, y esta vez sintió una presión allí en donde un Omega de ocho meses no debería sentir nada. Intento salir de la cama con cuidado para ir al baño ¿quizá algo le sentó mal en la cena? Que iluso, se reprendió a sí mismo, justo cuando se levantó de la cama, la presión se liberó y un líquido abundante y tibio se resbalo por sus piernas, empapando la alfombra bajo sus pies.
Eso también se lo advirtió su doctor, un parto prematuro.
En ese momento, congelado al lado de la cama y dejando que el pánico lo consumiera por completo de pies a cabeza, dejo salir un sollozo que el mismo desconoció, un chillido bastante agudo, un llanto de ayuda, Una alarma para del Alfa. El único en el que sentía que podía confiar en ese momento tan crucial en el que estaba débil y bastante vulnerable. Su bebé solo tenía ocho meses y eso le asustaba.
En la cama, Jackson salió de su pacifico sueño de una forma bastante violenta, el corazón le corría dentro del pecho y en su lazo sentía dolor. Estiro el brazo para encender la lampara de su mesa de noche y con la nueva luz pudo ver a Mark, de pie junto a la cama, su cuerpo temblaba ligeramente. Salió de entre las sábanas con prisa, en la última cita con el doctor les dijeron que tenían que estar atentos y parecía que ese era el momento. Se acerco a él con sigilo, completamente consciente de que Mark estaba al borde de los nervios, su lazo estaba demasiado tenso.
—Mark, estoy aquí -Sin tocarlo, se paró frente a él, dentro su lobo también estaba nervioso, pero tenía que guardar la compostura y transmitir calma a su Omega- Todo va a estar bien.
—S-Solo tiene ocho meses -No podía verlo con claridad, pero sabía que estaba a punto del llanto, claramente eso también lo preocupaba, su cachorro pudo haber esperado un poco más- ¿Por qué...?
Entonces Mark se tensó y estiro un brazo en busca de apoyo, la mano libre voló hacia el vientre bajo y Jackson se apresuró a sostenerlo al ser víctima relacionada del dolor ajeno, podía sentirlo, como uñas rasgando una pizarra, como fuego en sus venas. Su Omega dejo salir aire de forma lenta y temblorosa evitando el grito que urgía por salir de su garganta.
—Respira profundo, ya pronto pasará -Mark apoyo la frente en el hombro del Alfa sintiendo sus rodillas como gelatina mientras él le daba suaves caricias en la cintura baja, donde el dolor comenzaba y terminaba- Te voy a dejar en la cama, traeré un cambio de ropa para ti y te llevare al carro. La maleta esta lista y en el lugar de siempre ¿Verdad?
—S-Si -Le sorprendía la calma del Alfa, quien siempre dejaba que sus emociones se llevaran lo mejor de él, pero en ese momento le estaba transmitiendo una calma increíble, lo que relajo el lazo y le dejo respirar mejor- Pero no necesito un cambio de ropa...
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My Little, Just Mine.
FanfictionPara nadie es un secreto que entre Alfas y Omegas existen las parejas destinadas, aunque nadie dijo exactamente cuando llegaban, mucho menos a que edad. Jimin recuerda muy poco a sus cortos once años de vida, lo único que sabe es que el infierno en...