Quería creer que el agua tibia de la bañera haría desaparecer aquellos horribles morados que cubrían su piel, pero por más que pasara la esponja sobre su pecho, no lo lograba.
Sentado en su regazo, desnudos y cubiertos por espuma, Jimin lloraba en silencio, por fin dejaba salir todo ese pesar que sintió cuando lo vio tan herido, tan maltratado.
Un alfa es símbolo de resistencia, de dureza, pero al verlo dolorido y lastimado su lobo interno se retorció preocupado hasta los cimientos.
—Ya no llores cielo —La mano sana del mayor le limpió las lágrimas con paciencia. Estaba cansado luego de un día terriblemente largo, las emociones turbulentas que le azotaron a lo largo de las horas de angustia en el hospital le dejaron exhausto, sin aliento. Pero a pesar de todo aquello, siempre guardaría fuerzas para su Omega, sobre todo para alentarlo y consolarlo— Estoy bien...
—No lo estás —El menor dejo la esponja caer dentro del agua y extendió las manitas sobre el pecho duro de su Hyung— mira tu cuerpo, estás herido... no soporto verte así.
—Sabes que si estoy a tu lado, estoy magníficamente bien.
— ¿Y si eso... hubiese dejado de ser así? —El pequeño cuerpo se tensó y comenzó a temblar ansioso, no podía imaginar un futuro sin Yoongi, sin su apoyo, sin su calor y presencia, sin su inmenso amor... ese que llevaba tantos años demostrándole— ¿Y si ese disparo... te hubiese dado a ti? —Sus ojitos aguados recorrieron la extensión del corte sobre su brazo, su ceño se frunció dulcemente mientras las lágrimas volvían a correr por sus rojizas mejillas— Yoongi Hyung...
—Cálmate, cálmate. Ven acá —Min tomó la nuca de cabellos castaños y empujó suavemente hasta que aquel hermoso rostro estuvo escondido en su cuello. Jimin, tratando de no causar algún daño, le rodeó la cintura con los brazos y dejo salir toda la angustia que le invadía el pecho— Eso nunca pasará ¿Sabes porque? —Dejo un beso tierno sobre su frente y otro en la coronilla de sus cabellos algo húmedos por el vapor del cuarto— Porque ni una bala, ni la propia muerte podrán separarme de tu lado...
Necesitaba calmarlo, que dejara de llorar porque su animal estaba enfurecido, no podía tolerar que estuviera haciendo sentir tan mal a su pequeño cachorrito. Tomo aquel mentón entre sus dedos largos y pálidos, le acarició el labio inferior que le temblaba suavemente y se perdió en el mar de sus ojos café antes de besarlo. Un contacto cálido, paciente y dulce que estremeció el lazo, Jimin jadeo entre los labios delgados y se aferró con todas sus fuerzas, con toda su humanidad, al hombre que tenía entre los brazos. No soportaría perderlo, era lo único que le quedaba, lo único que había tenido en años ¿Quién era el para vivir sin Yoongi? Nadie...
Después de todo, de las tragedias y los malos días, la luz de toda su existencia estaba en la sonrisa comprensiva y el beso de bienvenida en la frente que recibía al regresar todos los días a casa.
Min se alejó despacio, admirando el dulce retrato de su niño con los labios rojos y aquellos dulces ojitos cerrados. Sonrió y guardo ese recuerdo como uno de los más valiosos, la inocencia de ese tierno cachorro seria eterna, él lo sabía mejor que nadie.
—Todo está bien, siempre estará bien —Yoongi acaricio la piel de su cuello despacio, regocijándose en la suavidad y calidez.
Cuando el agua se enfrió a su alrededor decidieron que lo mejor era salir y envolverse entre las sabanas. Jimin salió primero regalándole una buena vista de su piel por completo desnuda al mayor, Min quiso poder mirarlo por completo, pero el pudor entre ellos aún existía, respetaría su intimidad hasta el día en que decidieran compartirla y estaba seguro que, aun así, nunca dejaría de desviar la mirada.
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My Little, Just Mine.
FanfictionPara nadie es un secreto que entre Alfas y Omegas existen las parejas destinadas, aunque nadie dijo exactamente cuando llegaban, mucho menos a que edad. Jimin recuerda muy poco a sus cortos once años de vida, lo único que sabe es que el infierno en...