My Little, Just Mine.

-28-🍭

La punta de un pie delgado toco el piso ligeramente, probando que tan frio podría estar para andar por allí descalzo. Minnie había despertado, pero realmente odiaba cuando el piso esta helado, aquella temperatura subía directo a su cuerpo y le deja temblando toda la mañana.

Arrugo el ceño, se cubrió la boca de un bostezo y trato de organizar su cabello mientras miraba el otro lado de la cama: Yoongi dormía plácidamente, desnudo del pecho, boca arriba, pareciendo relajado. Sonrio, alcanzando a adquirir cierto tono en sus mejillas al recordar que la parte de arriba del pijama del Alfa la llevaba el cubriendo su piel desnuda, pero estaba seguro que se quedo dormido sin nada encima.

Busco con la mirada aun dormilona, las pantuflas blancas a juego que recibieron como regalo de bodas; eran realmente costosas y con sus iniciales entrelazadas en un delicado bordado plateado. Dentro de aquellas cajas habían encontrado de todo: desde una nueva vajilla hasta el regalo sinvergüenza de JungKook. Cuando lo saco de la cajita forrada, escondida entre el nuevo juego de sabanas para su cama escogidas por YuGyeom, no supo lo que podría ser esa goma gelatinosa en forma de cilindro con los pequeños orificios en cada extremo; tuvo una idea al ver aquella sonrisa gatuna que se extendió maliciosa sobre el rostro de su Hyung y estuvo a punto de botarlo a la basura cuando este le explico lo que era el novedoso juguete, "Placer para Omegas" le había dicho, pero como aun no lo entendía, la sencilla guía de uso que venía dentro se lo dejo claro.

Aquella cajita reposaba en el fondo del armario más recóndito de su hogar.

Estiro sus piernas hasta alcanzar las mullidas pantuflas y camino sin hacer ruido hasta la cómoda donde tenía su ropa interior y pijamas. Se vistió cuidadosamente y salió de la habitación directo a la cocina. Ahora que se habían casado y disfrutado la luna de miel, era el momento de recuperar las responsabilidades de cada uno; llevaba años acostumbrado a levantarse antes que su Hyung para prepararle algo de desayuno. Así que se puso manos a la obra, batió unos huevos con jamón y metido las rebanadas de pan a la tostadora. A parte, preparo un vaso térmico de café con crema y azúcar; Min odiaba el café de las tiendas y no toleraba el de la estación, o eso decía como excusa para que el cachorro le preparara un delicioso termo cada día. Jimin lo sabía y aun así estaba feliz de hacerlo.

Quince minutos antes de las ocho, volvió a la cama.

–Hyung –Susurro contra la mejilla blanca antes de besarla suavemente– Yoongi Hyung, buenos días.

El mayor ponía la alarma, claro, pero a Jimin le encantaba despertarlo y adorar aquellos ojos oscuros perezosos como los de un gato mal humorado recién levantado.

El Omega siguió consintiendo a Yoongi hasta que este comenzó a gruñir suavemente; al principio siempre parecía malhumorado pero un segundo después, al razonar que quien le despertaba era su Jiminnie, sonreía gustoso por los cariños dulces.

–Mi Mochi madrugador –Aun con los ojos cerrados, le tomo suavemente por la nuca, tirando su rostro cerca hasta alcanzar la frente y allí dejar el primer contacto del día– Buenos días.

–Vamos levántate, queda media hora para que te alistes y puedas llegar a tiempo.

–Mmh... no quiero ir –Puchereo como niño pequeño y tiro a Jimin entre sus brazos, enredándolos en la cama entre las sabanas tibias– convénceme.

–Cielo –Rio Jimin al sentir los labios delgados trazar la línea de su mandíbula– El café se enfría –Intento levantarse de la cama, pero le fue imposible, aquellas piernas enredadas entre las suyas eran fuertes y tenían convicción. Yoongi era como un niño en las mañanas: siempre poniendo el despertador tarde para después correr alrededor por la hora. Por eso siempre le levantaba, para que no se apresurara y pasara de largo el desayuno; miro el reloj sobre su hombro y vio lo tarde que se hacia por andar jugando, tendría que convencerlo y rápido– Hyung ¿Y si tomamos una ducha juntos?