— ¿Porque carajos estas aquí?Yoongi era dulce y paciente solo con una persona y ese indudablemente era Jimin, pero cuando alguien como Park ChanYeol aparecía frente a él, podía convertirse en el peor de los hijos de perra.
—Sabes que no diré una sola palabra hasta que vea al chico.
Pero si alguien podía darle la talla al monstruo Min era aquel pelirrojo alto de mirada tosca y ceño fruncido.
Habían sido compañeros algún tiempo atrás, cuando acababan de salir de la academia y comenzaron su carrera. Eran ellos tres: Hoseok, ChanYeol y Yoongi, los tres mosqueteros.
Juntos contra el duro régimen de sus superiores y los estudios apretados que decidieron tomar. Cuando Min se inclinó por la carrera de superior y Hoseok contrajo matrimonio con Tae, ChanYeol prefirió la acción y trabajos de campo así que su carrera se basó en infiltración y espionaje; El equipo de inteligencia.
Aún después de haberse separado seguían siendo buenos amigos. Para el pálido todo fue apresurado, ascendió en su carrera como un rayo gracias a su inteligencia y empeño, Hoseok fue detrás hasta convertirse en su compañero y Park comenzó con misiones más y más complicadas.
Hasta que un día, ya no regreso.
Su misión: ayudar a desmantelar la mafia de tráfico de omegas.
—No te dejare ver a nadie y mucho menos a ese chico —se recostó de forma despreocupada contra la silla de metal y cruzo los brazos sobre el pecho— Y sé que eso te cabrea los cojones.
—No juegues conmigo Min, no me conoces.
—Yo hago lo que se me da la gana, peor aún si es un traidor como tú —frunció el ceño y el fuego en aquellos irises azabache refulgió con ira al recordar todo el dolor que su desaparición había causado siete años atrás— Y si te conozco, eres un cabrón de mierda ¿O me equivoco?
—Ya supéralo, pásala la página maldita sea; tu cacareo me da dolor de cabeza.
—No vas a decir lo mismo cuando te diga lo que va a pasar con aquel beta que tanto ruegas por ver.
Yoongi le estaba golpeando donde más le dolía, BaekHyung era lo único que le importaba y no poder verlo le hacía hervir la sangre.
Cuando aquella misión de infiltración dio inicio él se sentía mental y físicamente preparado, pero no había pasado ni un mes dentro cuando su mundo se vino encima.
Había encontrado a aquel dulce niño con el que compartió su primer beso cuando tenían doce años, Kim BaekHyung era el pequeño esclavo de aquel a quien debía desmantelar, El Monarca.
Tuvo que tomar la decisión más dura de su vida: desmantelar al criminal o darle la espalda a la policía y el juramento de honor.
Al principio pensó que todo sería tan fácil como mandar la información a sus superiores y esperar por el rescate, así podría huir con el chico y salvarlo de todo ese infierno que llevaba viviendo siete años cuando lo encontró. Pero no podía estar más equivocado...
BaekHyung era la pareja destinada de ese horrible monstruo, y si lo mataba como pensaba hacerlo, él también lo haría... si los separaba se volvería loco.
Así que decidió quedarse a mirar como todas las noches aquel demonio son sangre en las venas lo torturaba, lo denigraba y maltrataba hasta el cansancio.
Lo peor de todo sucedió cuando comenzó a compartirlo, no aguanto después de que se lo cediera al primero cuando se metió en las justas para reclamar el lugar de mano derecha del jefe; peleo contra un orangután de dos metros, puro musculo y salvajismo... pero conservaba el poco orgullo que le produjo reducirlo a polvo. Ese fue el primer hombre que mato sin un motivo.
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My Little, Just Mine.
FanfictionPara nadie es un secreto que entre Alfas y Omegas existen las parejas destinadas, aunque nadie dijo exactamente cuando llegaban, mucho menos a que edad. Jimin recuerda muy poco a sus cortos once años de vida, lo único que sabe es que el infierno en...