Hoy era la prueba de fotografía para el comercial que teníamos en puerta, uno sería para una crema facial y otro de ropa interior para dama y caballero así que había mucho trabajo por hacer.
Eran las seis y cincuenta de la mañana y la señorita no se ha levantado, sabía que iba a suceder. Solo a ella se le ocurre mirar series hasta tarde.
—Buenos días Damian —Azael salió mientras se arreglaba el saco— ¿Gina sigue dormida?
—Si —deje la taza sobre la mesa— tu café, el viernes tenemos una cena con las sanguijuelas ya sabes, papá estará presente y le presentaremos a Gina.
—Perfecto —bebió del café.
Escuchamos pasos y en nuestro campo de visión apareció Anderson bien arreglada.
—Buenos días —sonrió.
Debo admitir que si cumplió con su palabra. Además de que estaba vestida como una secretaria pero mucho más elegante, aunque se veía incomoda con esos zapatos. Anderson tiene una cabellera larga y oscura, así era la de mamá antes del cáncer.
—Ya que estas despierta, nos vamos, vienes conmigo.
—Como guste señor.
Que manía de llamarme señor. Tengo treinta, aunque me siento raro cuando me dice así.
Los tres salimos del departamento rumbo al estacionamiento, Azael se fue en su auto, mientras que ella y yo nos fuimos en el mio.
—¿Que haremos hoy? —preguntó.
—Trabajar, cuando estemos allá te explico lo que debes hacer, por ahora mantente en silencio..
La escuché bufar y de reojo vi como se puso sus audífonos. Perfecto, me gusta estar en silencio mientras manejo. Pero por lo visto, no me va a dejar en paz.
—A mi me gustan mayores.. De esos que llaman señores, de los que te abren la puerta y te mandan flores..
Empezó a cantar en lo que creo que es español y joder, canta pésimo, y, así fue durante todo el camino hasta el trabajo, para la próxima que se vaya con Azael. Ya llegando a la empresa entramos y de inmediato nos fuimos al área de fotografía para empezar con las pruebas de vestuario para la sesión de fotografía.
Por lo general Azael y yo nos encargamos de mirar cada sesión, prueba de video, todo lo que tenga que ver para la realización de cada comercial, me gusta ver que todo salga más que perfecto y sin ningún margen de error, ya que si todo sale mal, es dinero que pierdo, además de los clientes y eso no puedo permitirlo.
—Buenos días señores Praxton —el fotógrafo llegó— ya está todo listo para la sesión, ya mi modelo está aquí.
A nosotros llegó el mismísimo Jean Carlo D' Luca, el modelo italiano, lo conozco porque ha trabajado con nosotros en campañas anteriores, el maldito es el ser más egocéntrico que conozco y tiene muy mala fama, aun así, lo que toca, se convierte en un éxito.
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¡Dos para Llevar! [+18] -Finalizada- ✔️
RomanceGina es una chica extrovertida, alegre y con un sueño.. Ser actriz. Su oportunidad de actuar se presenta cuando tiene que hacerse pasar por la Prometida de los hermanos Praxton, ambos caerán rendidos ante las ocurrencias y sencillez de Gina. ¿Amar a...