¡Dos para Llevar! [+18] -Finalizada- ✔️

Capítulo 20.

Me sentía atrapado en mi propio departamento, estar rodeado de tantas personas me tenía asfixiado pero no quise decir nada, Gina tuvo un bonito gesto para con mi padre y no pienso armar un escándalo por eso.

Me quite el tonto gorro de la cabeza y me tomé una cerveza mientras miraba como todos hablaban muy a gusto, luego Rain, mi prima se acercó a mi con la cerveza en su mano.

—Cada vez me sorprendes más primito, jamás nos habías invitado a tu departamento y tu mujercita lo hizo.

—Lo hizo por mi padre, mi mujer es demasiado educada como para hacer un desplante y quiero que te refieras a mí mujer como Gina —la fulmine con la mirada.

—No te molestes —acarició mi brazo y yo lo aparte—, no entiendo que le viste a esa mujer teniendo a miles frente a tus ojos.

—Porque Gina le sobra lo que a muchas mujeres le falta, no tengo porque dar explicaciones.

—Siempre hablabas sobre jamás tener una relación como la que mis tíos tuvieron con tu madre, ahora mírate, haciendo lo mismo.

—Ese no es tu maldito problema Rain, es mi vida y la de mi hermano, no te metas.

—Voy a tenerte querido y la mustia de tu mujer se dará cuenta de lo enfermo que eres.

La tomé con mucha fuerza del brazo y la llevé a mi despacho a rastras.

—¿Me dices a mi enfermo? ¿A mi? Aquí la enferma eres tu que desde hace años no me has dejado en paz, tampoco me has dejado de acosar ¿hasta cuando Rain?

—¡Entiende que ella no te merece! ¡Tu debiste ser mío!

Negué varias veces, me sentía asqueado. Desde hace años que no ha parado de acosarme, ir a mi oficina casi que desnuda a provocarme, lo único que provoca en mi es asco total.

—Y tu debiste estar en un manicomio —la señalé— estas loca, si sigues con ésto, voy a poner una maldita orden de alejamiento para que me dejes en paz.

—No lo hiciste antes, menos lo harás ahora.

—Si no lo hice fue por que mi padre me lo pidió —ella palideció— ¿crees que no lo sabe? Lo hacía por tu madre y para no armar un maldito escándalo, así que estas advertida Rain, una más y no habrá advertencia.

Abrí la puerta de mi despacho encontrándome con Gina cruzada de brazos, joder.

—¿Me dejas pasar?

—Estoy saliendo, vamos a la sala nena..

—No, solo será un momento —me hizo a un lado y pasó a mi despacho, fue directamente a Rain y le dio una fuerte bofetada.

—¡Estúpida! —Rain se acariciaba la mejilla.

Corrí hacia Gina cuando vi que tomó un florero e iba a lanzarlo, la sostuve de la cintura y deje el florero en la mesa.