Capítulo 42.

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Días después. 


Mi cuerpo se sentía pesado, realmente pesado, tenía mucho sueño pero era mas las ganas de tomar agua que tuve que obligar a mi cuerpo a despertar. Mis ojos observaron la habitación en la que estaba, parecía un cuarto de hotel cinco estrellas, esto es obra de Damian. Sobre el sofá que estaba al lado de mi cama estaba mi papá dormido, solo estaba el ¿Dónde están mis hombres?

—Pa —lo llamé, mi garganta dolía— Logan —dije en un tono más fuerte, el despertó un poco exaltado buscando algo, luego me miró. 

—¡Gina, hija! —vino hasta mi, tomo mis mejillas para revisarme el rostro— ¿Estás bien? ¿te duele algo? 

—Calma papá —frunció el ceño—, lo que tengo es mucha sed, dame agua. 

Fue rápidamente por un vaso de agua para después dármelo, me ayudó a beberlo y joder, extrañaba esta sensación del agua por mi garganta. Papá me ayudó a sentarme en la cama ya que tenía dolor de espalda. 

—Llamaré al médico.

—Dime ¿Dónde están Damian y Azael? ¿Por qué no están aquí? —sentí un nudo en mi garganta. 

—Tranquila mi niña, tienes que estar tranquila por tu bebé ¿si? 

Mi bebé. 

—¿Cuánto tiempo me dormí? ¿Mi bebé está bien? 

—Fueron cinco días cariño —acaricio mi cabello—, el bebé está bien, creciendo —sonrió—, pero tengo que llamar al doctor para que te atienda. Ya regreso. 

Salió de la habitación dejándome sola, pensé que ellos estarían conmigo, mis manos se fueron a mi vientre y lo acaricie, pude ver el yeso en mi brazo, el mismo que use para proteger mi vientre y los recuerdos de la golpiza que me dió Raphael vienen a mi mente, me fue imposible no contener mis lágrimas, ese desgraciado se ensañó conmigo, el miedo llega mi pecho de solo pensar que pude haber perdido a mi hijo en ese momento, Dios gracias. 

Mi papá entró con el médico, este era alto, atractivo y pelirrojo. 

—Señorita Anderson, soy el doctor Cooper, soy el médico que la ha estado atendiendo estos días —sonrió, que sonrisa tan hermosa tiene— ¿Cómo se siente?

—Cansada, además de que me pica mucho el brazo. Lo que quiero saber es si mi bebé está bien.

Se acercó a mi para revisar mi pulso, escuchar mi corazón, pasar la linterna por mis ojos y revisar mis heridas. 

—Su bebé está en buen estado, no se preocupe —asentí—, sus heridas ya están sanando, lo único que tiene fracturado es su brazo, lo demás son hematomas que ya están sanando, se quedara unos días más para monitorearla ya que recién despertó. Sobre su brazo, seguirá con el yeso ya que aún no ha sanado su brazo. 

¡Dos para Llevar! [+18] -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora