‼𝙩𝙤𝙠𝙮𝙤 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙮𝙖𝙣𝙙𝙚𝙧𝙚‼
______ Kinomoto regresa a Japón luego de muchos años solo para reencontrarse con su viejo mejor amigo, Hanagaki Takemichi. Ambos se llevarían muchas sorpresas del otro. ______ se preguntaba cómo su mejo...
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La chica se incorporó lentamente, la cabeza le palpitaba de vez en cuando y un sonido agudo en sus oídos hizo aparición hasta que cerró los ojos con fuerza. Un quejido salió de su boca al llevarse las rodillas al pecho se sorprendió al sentir el contacto directo con su piel. No recordaba haberse quitado la ropa antes de dormir. Bueno, en realidad incluso algunos fragmentos de la cena estaban borrosos por lo que no le dio importancia. Estiró sus brazos sobre su cabeza, buscando las energías que le faltaban para comenzar el día. El teléfono en la mesita a su lado comenzó a sonar, era un empleado del hotel, que le dió el mensaje de Izana. Él se disculpaba por tener que irse sin despedirse y le pidió como un favor que se asegurará de ir a su misión con Sanzu.
Luego de darse una buen baño de burbujas, la chica se vistió, arregló y tomo todas sus pertenencias para recoger al chico en su habitación, el que la recibiera con una toalla alrededor de sus caderas la tomó por sorpresa y la hizo sonrojar. Sin embargo, él no mostró ponerle importancia, ella decidió fingir lo mismo. Habían hecho algo mucho más íntimo la noche anterior, no tenían porque sentirse avergonzados. Era el tipo de confianza que se tenían.
Su misión era bastante aburrida, pues no era difícil de realizar y con un simple acto de presencia fue más que suficiente. Ir a uno de los laboratorios de Bonten para ejercer presión, así ellos supieron que no debían traicionarlos y actuar de forma impecable. La presión que sintieron con su presencia era palpable, la reputación de la crueldad del chico de las cicatrices era conocida en toda la organización. Por otra parte, estaba ella, ______. Conociendo el puesto que poseía en Bonten, el personal se sentía nervioso, pues si ya Sanzu tenía la suficiente autoridad para asesinar a alguno de ellos, ella tenía el poder para desaparecer todo el laboratorio en un abrir y cerrar de ojos. Otro factor importante, su belleza. Muchos de los empleados comenzaban a temblar con sentir su presencia cerca. Hubieron varios accidentes cuando la chica inspeccionó de cerca o se aseguraba de que todo estuviese bien, los pobres hombres no sabían cuál de las dos anteriores los ponían más nerviosos. Algunos hombres se mostraron agradecidos ante la preocupación de la chica, lo que causaría su muerte más tarde, pero bueno, eso no lo sabían. El único consciente de esto era Sanzu, que se sentía asqueado al pensar en sus súbditos viendo de esa forma a su reina.
Finalizada su reunión, ambos concordaron en qué sería buena idea a comer algo. Uno de los restaurantes del Kurokawa fue el lugar acordado. Específicamente, en el que trabajo por un tiempo. Los encargados del lugar se mostraron demasiado serviciales al momento de llevarlos a su mesa. Les habían dado su mejor mesa, la misma en la que conoció a Rin y Ran. Sonrió nostálgica ante ello.
—¿En qué piensas? —el ojiazul la miró embelesado.
—Oh, no en mucho —le sonrió.
Una chica, ex colega de su trabajo se acercó para tomarles la orden: —______-san, que bueno volver a verte.