𝗢𝗨𝗥 𝗟𝗜𝗧𝗧𝗟𝗘 𝗚𝗜𝗥𝗟 / 𝘁𝗼𝗸𝘆𝗼 𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗴𝗲𝗿𝘀

𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍; 𝒌𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆

Culpa... Eso que creyó dejar de lado cuando se unió a la organización, volvió y de una manera brutal luego de aquel día.

Solía pensar que ella disfrutaba del sexo, siempre gemía, lloriqueaba y se removía sin control, no fue hasta ese día en que cayó en cuenta, era por puro dolor. A Baji le encantaba marcarla, dejar en claro al resto que era suya, por lo que no se medía cuando daba mordidas, azotes o simplemente la sujetaba con demasiada fuerza.

Había sido un día mas, uno en los que habían cosas románticas y después follaban, Baji la sujetaba con fuerza de las caderas para embestirla, tampoco con mucho cuidado. El trasero de ______ estaba levantado solo por las manos de Baji, ella ya no tenía fuerza alguna para moverse, estaba moribunda.

—Mmm...

—¿Aún tienes fuerzas para gemir, gatita? —dijo burlón azotando la mano en su trasero. 

Con esfuerzo, la chica giró su rostro para mirarlo, las lágrimas caían de sus ojos y no fue hasta en ese momento que pudo ver las marcas en su cuello, marcas de sus manos, también, una mordedura con sangre saliendo de esta.

De verdad parecía estar sufriendo y eso le había excitado, hasta que... Habló. 

—M-mátame...

Aunque en cierto punto ella disfrutaba del sexo con Baji, de resto era doloroso.

A ______ no le desagradó en ningún momento a pesar de eso, él le gustaba porque seguía esforzándose en ser romántico con ella y disfrutar de sus pasatiempos juntos. Aquella vez no fue mas que su subconsciente reaccionando a tanto dolor.

Desde que la secuestraron, Keisuke se volvió más agresivo en el sexo, pues se sentía constantemente amenazado por el resto.

Por eso era que no se medía y no le importaba, pues nunca había escuchado queja de ella, hasta ese día.

Luego de eso, la evito por semanas, sus palabras carcomían su mente.
Aunque sabía que no amaba de una manera tradicional, tampoco quería tenerla atada junto a él si ella sufría, podría quizás mover los hilos para obligarla pero no funcionaría si ella no lo quisiera por lo menos un poco, al menos para él.

Su amor nunca fue sano, él era consciente de eso y de que lo que haría tampoco enmendaría las cosas pero al menos quería hacer lo correcto, además de que eso le aseguraría que no estuviera con ninguno de ellos.

Antes de colgarse con una cuerda, Baji Keisuke escribió una carta suicida para su madre, no tuvo el valor para escribirle una a ella también. Baji se disculpó con su madre por haberse distanciado y explicó el porque lo había hecho, recalcando lo arrepentido que estaba. Dio los detalles necesarios para que pudieran encontrar y rastrear a cada uno de los miembros de Bonten.

Pero claro, fue bastante ingenuo de su parte creer que la mayor organización criminal de Japón lo dejaría morir en paz.

Ellos interceptaron la carta e hicieron una falsa, dejando la culpa en los hombros de la chica, argumentando haberlo hecho porque 'ella no era buena con él'.

La chica ya estaba bastante perturbada pero luego de  la obligaron a ver fotos del pelinegro colgado, su mente colapsó.

Sabía que ellos le habían hecho mucho daño, pero tampoco quería que ellos se lo hicieran a sí mismos, mucho menos por su culpa, con Keisuke había bastado.

Perturbada y con un sentimiento de culpabilidad implantado, se prometió jamás volver a hacerlos pasar por eso. Se aseguraría de hacerlos sentir amados, así tuviera que cumplir sus caprichos mas enfermos, no quiere otra muerte sobre sus hombros.