𝟎𝟒𝟖

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Giró con pereza en la cama para luego suspirar, tenía que tomar fuerzas para iniciar el día. Fuera de su habitación en la gran sala de estar, se escuchaban los murmullos, voces e incluso alguna risa de los chicos, aunque todos guardaron silencio en cuanto la vieron abrir su puerta.

Ninguno se atrevió a decir nada al ver su vestimenta, —o la falta de ella, mejor dicho— todos siguieron sus pasos hasta el comedor, en donde ella tomó asiento. El estómago de la chica gruñó y como si fuera un rompe hielos, Izana chasqueó los dedos y enseguida un chef que esperaba por ella le preguntaba que le gustaría desayunar. Todos la miraban atentamente, ella junto sus manos sobre la mesa antes de devolverles la mirada.



—Tengo algo que contarles.


—Te escuchamos pequeña —dijo Draken dándole una mirada comprensiva con voz suave.


—El otro día estuve con Take-chan, fuimos a comer una hamburguesa —los miró asentir—. Bueno, alguien entró a mi casa.



Todos fingieron sorpresa, —claro, excepto Takemichi, que, en verdad lo estaba— fruncieron sus ceños, soltaron jadeos e incluso Chifuyu se había ahogado un poco con el jugo que bebía.



—Dios, ¿pero estás bien? —Takemichi se apresuró en ponerse de pie y la analizó con la mirada—. ¿Por qué no me habías dicho nada sobre esto? —la regaló dándole un suave golpe en la cabeza.


—Lo siento —le sonrió de forma breve—. Con todo el asunto de mi madre lo olvidé, honestamente...



Takemichi asintió comprensivo.



—____-chan, yo creo que deberías quedarte unos días aquí —Sanzu sugirió—. No creo que tu hogar sea segura ahora...


—Nosotros nos...


—Me uniré a Bonten —interrumpió las palabras de Manjiro, esta vez, sus reacciones de sorpresa fueron auténticas—. Yo misma me desharé de esa escoria —les aseguró mientras agradecía con la mirada a la chica que le entregó sus huevos fritos—. ¿Aún... sigue en pie la oferta, verdad? —la chica no pudo evitar preguntar ante su silencio.

𝗢𝗨𝗥 𝗟𝗜𝗧𝗧𝗟𝗘 𝗚𝗜𝗥𝗟 / 𝘁𝗼𝗸𝘆𝗼 𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗴𝗲𝗿𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora