‼𝙩𝙤𝙠𝙮𝙤 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙮𝙖𝙣𝙙𝙚𝙧𝙚‼
______ Kinomoto regresa a Japón luego de muchos años solo para reencontrarse con su viejo mejor amigo, Hanagaki Takemichi. Ambos se llevarían muchas sorpresas del otro. ______ se preguntaba cómo su mejo...
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En el momento en que pusieron un pie dentro de la habitación, esta se sumió en total silencio. La mirada de los hermanos Sano se cruzaron, causando una enorme sonrisa en el mayor, gesto que Mikey tardó en devolver por lo sorpresiva que le parecía la situación. Emma sollozó tirando del brazo del albino para acercarse a Shinichiro, invitando con un gesto al rubio también. El mayor abrazó a todos con la misma fuerza, a todos les tenía un gran cariño.
—Debo decir que me sorprendió verlos llegar juntos —rió el pelinegro luego de soltarlos.
—Están intentando llevarse mejor —sonrió la rubia alegre.
—Tal vez debería dormir otros dos años. Con suerte cuando despierte podrán estar en paz —bromeó para recibir un golpe de Mikey.
—Eres un imbécil —se quejó.
—Es algo que no ha cambiado —rieron sus amigos, el vice comandante y los dos capitanes de la primera generación de Black Dragons.
—Bueno, debo decir que no sé que me es mas difícil creer. Que mis hermanos estén juntos o que ustedes estuvieran con ellos.
—Otra cosa que sigue igual es que les gusta meterse en problemas —suspiró Akashi Takeomi.
—Ni estando así de viejos les deja de parecer divertido todo esto, ¿no? —se burló el pelinegro viendo las heridas que decoraban sus manos—. Joder, mataría por un cigarrillo.
—Primero espera a salir del hospital, cabrón —se cruzó de brazos Arashi.
Shinichiro suspiró con pesar, mirando al resto, que, hasta el momento había pasado por desapercibidos: —Veo que Toman sigue en pie —comentó viendo el uniforme que su hermano y sus amigos vestían—. Es algo bueno que sigan con su amistad —comentó regalándole una sonrisa a su hermano.
La puerta de la habitación se abrió de una manera estrepitosa, dejando ver a un Takemichi avergonzado por su repentina intromisión, tomaba de la mano a su novia que le reprochaba con la mirada. Entraron —con una sonrisa de disculpa en su rostro— siendo seguidos por Naoto que cargaba a Sakura en brazos. La pequeña rápidamente estiró sus brazos hacia su hermana, siendo pasada de unos brazos a otros.
