‼𝙩𝙤𝙠𝙮𝙤 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙮𝙖𝙣𝙙𝙚𝙧𝙚‼
______ Kinomoto regresa a Japón luego de muchos años solo para reencontrarse con su viejo mejor amigo, Hanagaki Takemichi. Ambos se llevarían muchas sorpresas del otro. ______ se preguntaba cómo su mejo...
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—¿Estás seguro de que aceptará? —preguntó la chica ansiosa.
—Tiene que... Me debe un favor de cualquier modo y a él no le pesará.
La chica mordió con nervios su labio, acto que miraron con atención ambos rubios. A pesar de confiar plenamente en el pelinegro, encargar a su hermana con alguien que no conocía no le daba seguridad alguna, sumándole que este alguien era perteneciente a una pandilla... Claro que en la pandilla estaba Takemichi, en quien confiaba. Mikey-san y Draken-san también parecen ser buenas personas pensó, totalmente lejos de la realidad...
—Mira, ¿Qué te parece que vamos justo ahora con él?.. Así lo conoces y decides que pensar de él. Podemos encargar a Sakura-chan un rato con él mientras nosotros investigamos sobre niñeras por la zona —sugirió su amigo con una sonrisa. La peli___ asintió.
De esa manera, también podría preguntarle a su hermanita que le pareció estar con aquel chico, si le agrado o no. No era tan mala idea.
—Bien, hagamos eso —sonrió a su amigo. Al sentir la mirada de los rubios posó su atención en ellos. La menor de las Kinomoto parecía hablarle animadamente algo a Draken mientras jugaba con el cabello de Mikey—. ¿Quieren venir con nosotros? —cuestionó con un tono de voz neutro.
—Si, yo quiero que Draken-san me cargué —exclamó con emoción la niña aferrándose al brazo del tatuado. Kinomoto rio con nervios.
Draken estaba junto a la pequeña en el sófa junto a Sakura mientras Mikey estaba sentado en el piso frente a ellos, facilitándole el alcance a su cabello debido a la clara diferencia de alturas. Ambos chicos asintieron con las mejillas coloradas. ______ imitó su acto, con un rostro neutro.
Todos salieron de la casa tranquilamente. Hasta que se percataron de algo. ¿Cómo llegarían hasta allá? Los chicos traían su moto con ellos, pero solo dos cascos. Los mayores se miraron entre sí. La menor chilló con emoción mientras se sujetaba a la pierna de Draken.
