‼𝙩𝙤𝙠𝙮𝙤 𝙧𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙮𝙖𝙣𝙙𝙚𝙧𝙚‼
______ Kinomoto regresa a Japón luego de muchos años solo para reencontrarse con su viejo mejor amigo, Hanagaki Takemichi. Ambos se llevarían muchas sorpresas del otro. ______ se preguntaba cómo su mejo...
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Takemichi soltó una gran carcajada, las mejillas de ______ se encendieron pero se unió a sus risas. No le molestaba hacer el tonto con su mejor amigo, eso la alegraba. Le permitió al pelinegro maquillarla, la única condición era que después sería su turno. Habían entrado con el mayor sigilo —según ellos, en realidad simplemente simulaban ser espías, de una forma teatral— a la habitación de Senju y huyeron en cuanto obtuvieron lo que buscaban. Así fue como ______ terminó con cejas extremadamente asimétricas, las pestañas pastosas —por el exceso de rímel— sus párpados estaban cubiertos —o embarrados, mejor dicho— por polvos color negros, haciéndola lucir como un mapache, sus mejillas marcadas con un muy marcado círculo color rosado y el color rojo que sobrepasaba el borde de sus labios le daba el toque final. Su reflejo en el espejo le había causado tanta gracia como a Takemichi.
—Estoy seguro de que si los chicos te ven así, alguno te pedirá maquillaje —bromeó con voz chillona.
—¿Soy una chica linda? —parpadeó rápidamente haciéndolo reír de nuevo.
El chico se llevó las manos al estómago, comenzaba a dolerle por reír de esa manera aunque eso no le importaba en lo absoluto. Takemichi sacó su teléfono de su bolsillo, tomó la mandíbula de la chica con su mano y mientras ambos hacían pucheros y el gesto de amor y paz tomó la fotografía.
Cuando la risa de ella se calmó, tomó las pinzas para depilar, y, entonces... Takemichi sintió el verdadero terror. Hinata en algunas ocasiones lo había hecho pasar por ello —no era algo frecuente, pues el dolor le parecía irritable, además te dejaba punzando la cara— cuando el ojiazul quería remediar algún error, entonces se dejaba hacer y deshacer por Tachibana, en verdad la extrañaba.
Ajena a los pensamientos del chico, tiró del vello causando un agudo chillido de su parte, las lágrimas se asomaron de sus ojos cuando los cerró de repente.
—¿Cómo es que hacen esto? —Takemichi cerró uno de sus ojos mientras hacía una mueca.
—Mhm, pues no lo sé —la chica se encogió de hombros—. Supongo que es diferente para cada quien... Emma-chan siempre me presumía orgullosa de que era lampiña —soltó una risita al recordar sus anécdotas sobre eso—. Pero por lo que tengo entendido para Senju-chan es completamente diferente.
—¿Y qué hay de ti?
—Meh, lo hago una vez cada tanto —le contó con una sonrisa—. Solo cuando me apetece, ¿sabes? Tampoco soy muy buena... Emma-chan nunca me dió esa lección del maquillaje porque tampoco tenía práctica —sonrió con tristeza—. Aunque creo que he mejorado mucho.
—Espero que seas tan buena maquillista como peleadora —bromeó, aliviando el ambiente. Él sabía que no querría continuar con ese tema.