𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍; 𝒌𝒖𝒓𝒐𝒌𝒂𝒘𝒂

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Luego de terminar su jornada laboral al día siguiente, Izana la esperaba frente a la tienda —que alguna vez fue de su hermano Shinichiro— recargado en su auto, al verla salir tomada de la mano de su hermana menor sintió una sensación cálida en el pecho. Esa chica lo volvía loco. Su sonrisa se volvió arrogante al cruzar miradas con Draken, sin embargo, esta vez no le provocaría. Había llegado a un acuerdo, y, lo respetaría.

Se sintió bastante disgustado cuando Draken paro el andar de la chica al tomarla del brazo, pero se relajo cuando lo vió ceder con una sonrisa bastante forzada.



—Veo que ya habías llegado —la chica rió nerviosa—. Lo siento, no creí que fueras a llegar tan puntual y me he puesto a hacer el tonto un rato allá dentro —admitió avergonzada mientras hacia una breve reverencia como disculpa.


—No tenía idea de que me tuvieras idealizado como alguien impuntual, ____-chan —Izana le sonrió.


—N-no es eso —negó con las manos nerviosa. ______ aun no había pasado tiempo a solas con el albino y no podía negar que era algo que le causaba ansiedad.


—Solo estoy bromeando —el chico rió mientras revolvía su cabello ____. Justamente eso era lo que le ponía los nervios de punta a la chica, el nunca saber con que intención hacía o decía las cosas. Le sonrió débilmente—. Espero que a Sakura-chan le guste dibujar.


—¡Si me gusta! —la niña entró a la conversación con ilusión a las palabras de Kurokawa.


—Eso está muy bien —le sonrió a la niña.


—¿Por qué preguntas, Izana-kun? —ella ladeó la cabeza.


—Tengo una idea para un nuevo proyecto —mencionó abriendo la puerta del auto, luego de que las Kinomoto subieran, él se unió.


—Espero que no sea una molestia para ustedes cargar el asiento para Sakura-chan —le sonrió agradecida mientras terminaba de ajustar el cinturón del mismo.


—Para nada —le restó importancia mientras se encogía de hombros—. Vámonos —ordenó de manera fría, la chica apretó sus muslos con las manos—. Escogiste ropa diferente hoy —mencionó viendo sus piernas al descubierto.


—Ah, si... —dijo acomodando un mechón de cabello tras su oreja—. Es algo de lo que compré junto a Emma ayer por la tarde.

𝗢𝗨𝗥 𝗟𝗜𝗧𝗧𝗟𝗘 𝗚𝗜𝗥𝗟 / 𝘁𝗼𝗸𝘆𝗼 𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗴𝗲𝗿𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora