—Estas hermosa— Le dijo a ella, sin dejar de mirarla, tendiéndole el ramo de flores. —No las mires mucho, se pondrán celosas porque eres más hermosa que esas flores—
Betty bajo la mirada y se sonrojo mientras tomaba el ramo de flores. —Eso... eso fue muy lindo, gracias, Juggie— Le agradeció, mirándolo.
Jughead suspiro, mirándola de arriba abajo disimuladamente, y luego volviendo a sus ojos. —No fue nada, princesa. ¿Estas lista?—
—Claro, vámonos— Respondió Betty, dejando el ramo de flores sobre una pequeña mesa para entonces salir de casa con Jughead.
Empezaron a caminar hacia el cine, y paso algo de manera involuntaria; Se tomaron de las manos mientras caminaban. Al principio no se daban cuenta, pero entonces Betty se percato de lo que estaba pasando y se soltó, avergonzada.
Jughead se dio cuenta y la volvió a tomar de la mano, mirándola. —Betts... esta bien, no pasa nada— Aseguro, sonriéndole.
Betty tomo aire, algo nerviosa, y se aferro a la mano de Jughead mientras ambos caminaban hacia el cine. De alguna manera, ella estaba sintiéndose segura con el a su lado, así de cerca, tomados de manos.
Finalmente llegaron al cine, y en las afueras ya estaban Cheryl y Toni, mas conectadas que nunca. Estaban conversando, aunque lo hacían demasiado cerca.
Cheryl fue quien vio a la "pareja" acercarse, y sonrió. —Uuh, ya llegaron tortolitos. Compremos los boletos mis amores—
Eso hicieron; Compraron los boletos para su respectiva película de terror, compraron palomitas, refrescos y entraron a la sala de la función. La película iba empezando, y daba miedo incluso desde el principio.
En lo que la película iba avanzando, las emociones también. En varias escenas, Betty recibía unos sustos que la llevaban a agarrarse con fuerza de las manos de Jughead, y el la sujetaba sin soltarla para hacerla sentir lo mas segura posible.
Fue una gran experiencia hasta que la película termino y los cuatro salieron del cine, riendo.
—Betty... debiste verte cuando abrazabas a Jughead. No te preocupes, Tt y yo también nos abrazamos, enserio dio miedo— Admitió Cheryl, divertida.
—Debo reconocer que sí. Sera difícil dormir yo sola hoy— Admitió Toni, mirando a Cheryl de reojo.
Jughead soltó una pequeña risa mientras rodeaba a Betty con su brazo y ella permanecía en silencio. —No sé, pero a mí, tanto terror me dio hambre—
—No mames Jughead, a mi también— Admitió Toni.
—¿Y si vamos al Pop's?— Propuso Betty.
—¿Habrá un lugar mas perfecto para ir a comer con amigos?— Pregunto Cheryl.
—Ustedes son las de Riverdale, guíennos— Pidió Toni, divertida.
Eso hicieron; Fueron directo al Pop's y allá compartieron una pizza con esas famosas malteadas que no podían faltar, todo perfecto.
Cuatro almas que quizá estaban destinadas a estar juntas, pero que aun no lo sabían, aunque por el momento estaban totalmente convencidos de que así querían que fuera.
Fue un momento muy agradable y cálido que los cuatro no querían que acabara, pero se hacia tarde y los cuatro salieron del Pop's para entonces despedirse.
—Fue divertido, tenemos que salir más a menudo— Admitió Toni, feliz mientras Cheryl la rodeaba con sus brazos.
—Yo estoy totalmente de acuerdo con eso— Aseguro Jughead, tomando la mano de Betty y mirándola de reojo, para luego mirar a su prima morena. —¿Y ahora qué?—
—Toni y yo aun tenemos asuntos que tratar, pero Betty puede irse contigo, si ella quiere— Propuso Cheryl, mirando a la rubia y guiñándole un ojo. —¿Qué dices?—
Betty negó, divertida, sabiendo lo que quería lograr la pelirroja. —Cheryl, yo... no creo que...
—Oye, te puedo llevar hasta tu casa, no hay problema— Se ofreció Jughead, mirándola. —Después de todo, fui yo quien te recogió de tu casa—
—Entonces nos vemos mañana Betty y primo— Dijo Toni.
—Nos vemos mañana niños, juntémonos más— Pidió Cheryl, sonriéndoles mientras empezaba a alejarse con Toni tomada de manos.
Jughead soltó una pequeña risa y luego miro a Betty. —Mi prima se escapa con tu amiga casi hermana, que curioso—
Betty sonrió con diversión. —Si... pero no sabes lo feliz que me hace verlas juntas y felices otra vez. Cheryl estaba muy cambiada, de verdad—
—Igual Toni, y hoy le volvió ese brillo— Contesto Jughead, mirándola y haciendo un silencio. —Bueno, se supone que debo llevarte a casa, Betty—
—Si, se supone que me iré a casa, vamos— Dijo Betty, volviendo a agarrarse de manos con Jughead.
Ambos empezaron a caminar a la casa de la rubia específicamente, e iban en un silencio que en realidad era bastante cómodo entre los dos. La habían pasado muy bien hoy.
Al llegar, se detuvieron frente a la casa, y Betty solo lo miro fijamente un momento. Lo miro con un agradecimiento y una ternura que a él le calentó el pecho.
—Fue una noche increíble, gracias— Agradeció la ojiverde, dándole un sencillo beso en la mejilla.
Jughead sonrió como tonto un momento hasta que reacciono. —También lo disfrute mucho, pero supongo que ya debo irme, Betts—
Betty suspiro, algo decepcionada hasta que algo se le ocurrió. —No tienes que irte. Quédate y acompáñame un momento—
—¿De verdad quieres eso Betty?— Le pregunto el pelinegro.
—Claro, has sido muy lindo conmigo y quisiera agradecerte de alguna manera. Por favor acepta— Le pidió, juntando ambas manos en suplica y poniéndole ojitos.
—Seria de mala educación negarme a esos ojitos— Acepto Jughead, sonriéndole.
El entro a la casa junto a ella, y le sorprendió el tamaño y espacio que tenía para ser la casa de alguien que vive sola.
—Toma asiento— Le pidió Betty al chico mientras buscaba entre los cajones de la cocina y encontró una botella de un ron bastante caro, con dos copas.
Jughead la miro acercarse a el con esa bebida y abrió los ojos como platos. —Solo espero que ya sepas tomar—
Betty soltó una pequeña risa, acercándose a él. —Créeme que lo hago, toma asiento por favor—
Los dos se sentaron, uno frente al otro mientras tomaba de la cara bebida, y lo que no sabían es que esta noche los esperaban grandes acontecimientos.
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