Capitulo 22

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Las semanas pasaron después de ese episodio de borrachera de Betty, y ese acontecimiento ya se había quedado como un penoso y divertido recuerdo entre todos ellos. Estaba siendo el mejor verano que todos ellos pudieron tener en sus vidas, pero solo había un problema, y era enorme.

Que el verano estaba por terminar, y con él, todo iba a cambiar y todos iban a separarse.

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Betty y Jughead caminaban por las orillas de la playa tomados de las manos; Últimamente pasaban todo el tiempo que podían juntos, porque sabían perfectamente que su tiempo juntos estaba terminando.

Y esa hermosa mañana en la playa no era la excepción. La brisa fresca mañanera movía el cabello rubio y libre de Betty, mientras Jughead caminaba a su lado con nada mas que su traje de baño ese sábado.

—¿Cuándo volveremos a salir al bar?— Pregunto Jughead, mirándola a ella, divertido.

Betty lo miro mal y le golpeo el hombro. —¡Jug!— Se quejo.

Jughead soltó una pequeña risa y beso su cabeza, abrazándola. —Ya, ya, era jugando, hermosa— Aseguro, empezando a llenarle la cara de besos.

Betty sonrió, mirándolo, y lo volvió a tomar de la mano para seguir caminando por la playa hasta que Jughead se detuvo, dejando de caminar y mirándola con una sonrisa traviesa y divertida que ya la rubia conocía perfectamente bien.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así?— Pregunto Betty, mirándolo, divertida. —Jug...—

Jughead no le respondió, y en cambio su sonrisa se volvió más amplia y eso confundió aun mas a Betty. Ella sabia que él se traía algo entre manos.

—¡Jughead!— Lo llamo una vez más, en advertencia y con diversión.

Jughead sonrió una vez mas y de repente se acerco a ella y la tomo en sus brazos de repente, sorprendiéndola y al mismo tiempo dejándola confundida hasta que el la llevo a las orillas de la playa en donde el agua los alcanzaba. La dejo ahí y ella pudo sentir el agua salada del mar alcanzar sus pies descalzos.

Ella reía, y Jughead solo podía sonreír cuando la veía tan feliz y llena de vida. Para él no había un mejor escenario.

Betty se le acerco y le golpeo el hombro, divertida. —¿Cuándo te di mi autorización para que me trajeras a las orillas de la playa y que mis pies se mojaran?—

—Oh vamos nena. No me vallas a decir que no lo disfrutaste, mírate— Dijo Jughead, rodeándola de la cintura.

Betty sonrió y rodeo los hombros del chico con sus brazos, para entonces ambos juntar sus labios y que estos se fundieran en un beso maravilloso junto al sonido del mar y las aves, el sol suave de la mañana y el cielo totalmente despejado de fondo.

Ese maravilloso beso iba a continuar hasta que el celular de Betty empezó a sonar, y empezó a sonar con insistencia. Solo que Betty no quería responder.

Jughead fue quien se separo y la miró, ya con la respiración agitada. —Toma la llamada, Betts. Puede ser importante—

Betty negó, mirándolo a los ojos. —En este momento no creo que nada sea más importante que tu—

Jughead suspiro, dejando un beso rápido en su frente. —Por favor, al menos mira de quien es—

Betty suspiro y asintió, de mala gana. —Está bien— Acepto, mirando su celular y viendo dos llamadas perdidas de su madre. —Es mamá. Pero... ¿Por qué mamá me estaría llamando?—

—Te dije que podría ser importante. Llámala y pregúntale que ocurre— Sugirió Jughead.

Betty asintió y marco al numero de su madre, y esta respondió de inmediato.

En la llamada...

—Mamá, hola— La saludo Betty. —¿Qué ocurre?—

—Elizabeth Cooper... ¿Por qué no me respondes cuando te llamo? ¿Dónde estás? ¿Con Jughead?—

—Estoy con Jughead en la playa, mami, perdón— Se disculpo Betty, rodando los ojos. —¿Qué pasa?—

—Necesito que vengas a la casa ahora mismo, Betty— Exigió Alice, no sonaba nada contenta.

—Pero... ¿Por qué?— Pregunto Betty, confundida y hasta algo asustada.

—Solo ven, Elizabeth, ya— Contesto la mayor.

—Está bien, ahora mismo voy para allá— Afirmo Betty.

Fin de la llamada.

—¿Todo bien?— Le pregunto Jughead a la chica, posando una mano en su mejilla al verla tan preocupada.

Betty suspiro y lo abrazo. —No lo sé, pero me tengo que ir. Mi mamá quiere que valla a casa con urgencia, no puede ser nada bueno—

—Entonces te tienes que ir ya, nena— Sugirió Jughead, separándose y acariciando su mejilla. —Si quieres te acompaño hasta la cabaña—

Betty asintió y tomándolo de la mano empezó a caminar junto a el por la playa hasta la cabaña, pero sin dejar de pensar en que querrá su madre.

Jughead podía notar la preocupación que mostraba Betty, aunque no se diera cuenta. —Tranquila, estoy seguro de que no puede ser algo tan malo. Tu no has hecho nada en estos días además de embriagarte y ellos ya lo saben—

Betty suspiro y lo miro. —No lo sé, tal vez si hice algo malo y no me di cuenta o tal vez está pasando algo en mi familia—

—No hermosa, no pienses así, ven— Contesto el ojiazul, girándola hacia el para abrazarla. —Todo estará bien—

Betty sonrió y lo abrazo, siendo rodeada por esos grandes y fuertes brazos de futuro doctor y salvavidas, su salvavidas. Le servía de mucho tenerlo a el a su lado, y a el no le gustaba verla tan afligida.

Llego a acompañarla hasta su cabaña y ahí llego la parte mas difícil.

Betty suspiro y lo miro antes de entrar por esa gran puerta. —Entonces... ¿Nos vemos más tarde?—

Jughead asintió, con una sonrisa. —Estaré todo el día en la playa nena. Te veo mas tarde, cualquier cosa solo llama. ¿Sí?—

Betty asintió y ellos se despidieron con un tierno y delicado beso en los labios para luego alejarse uno del otro, sin mirarse, para que la despedida fuera menos difícil.

Es cierto que solo dejarían de verse un rato, pero como ambos sabían que el verano estaba a punto de terminar, cada segundo y cada minuto juntos significaba demasiado, y por eso odiaban estar lejos. 








¿Que estara pasando???😦

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Samy

♡Amor de Verano♡ ▪Bughead▪ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora