Pasó una semana, y Jughead seguía en California con Betty y su hijo. Claro que no estaban durmiendo juntos, porque Jughead se estaba quedando en su propia cabaña, pero fuera de eso, él se pasaba todo el día con la rubia y el pequeño Julian.
Alice ya se había ido de regreso a Riverdale para estar con su esposo Hall, y solo quedaban ellos tres en ese lugar.
Jughead estaba más que dispuesto a recuperar a su familia, y no le importaba cuánto tiempo le tomaría.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Betty estaba terminando un plano en su computadora, sola en la casa; Jughead había salido con el niño hace media hora, supuestamente por un helado a la playa, y ella tuvo que quedarse a terminar aquel plano.
—Llegamos— Avisó Jughead, entrando a la casa con su hijo sobre sus hombros, y con un helado en una mano. —Te trajimos un helado—
Betty sonrió, recibiendo el helado y también a su hijo, quien se bajó de los hombros de su papá para ir a darle un tierno beso a su mamá.
—Que beso tan rico mi amor, te amo— Le dijo la ojiverde a su hijo, dejando un beso en su cabeza.
—Te amo mami— Respondió el niño, dejando un beso en la mejilla de Betty.
—Tanto amor me enferma— Bromeó Jughead, acercándose. —Betts... ¿Te falta mucho?—
Betty negó, aún pegada a su computadora, sentando a su hijo en su regazo. —Solo lo estoy revisando a ver si está todo en orden—
—Perfecto... Cuando termines... ¿Podemos ir con mi papá? Jellybean también se encuentra allá— Dijo el ojiazul.
Betty lo miró. —¿Que?—
—Vamos a ver a papá y a JB más tarde, cuando termines, los tres— Pidió Jughead.
—¡Tia!— Chilló Julian, feliz.
—Si, hijito. Y también el abuelo Fp— Le dijo el pelinegro mayor al pelinegro mas pequeño, y luego miró a Betty. —Por favor... Acepta—
—Mami por favor...— Le pidió también Julian, poniéndole ojitos.
Betty miró a Jughead y después a su hijo, y asintió. —Esta bien, pero que conste que lo hago por Jul— Aclaró.
—Claro, claro— Respondió Jughead, divertido, mirando a su hijo. —Peque... Dale amor a mami—
—¡Mami!— Chilló Julian, abrazando a la rubia y besando su mejilla.
Betty lo abrazó y empezó a llenarle la cara de besos. —Mi niño precioso, te amo tanto chiquito... Pero deja que mami termine con el trabajo—
Julian definitivamente estaba más que feliz, con ambos padres cerca, dedicándose exclusivamente a él.
El pequeño niño pelinegro de ojos verdes nunca había estado mejor.
En un rato, Betty se puso un vestido color dorado, fresco, que le llegaba a las rodillas, más abajo, y cuando Jughead esperaba a la rubia con su hijo Julian tomado de manos al final de las escaleras, quedó fascinado.
Involuntariamente, puso sus ojos en ella; en sus labios rosas y carnosos, su brillante cabello rubio y libre, y sus piernas.
Sus bellas y perfectas piernas eran una debilidad para el.
—¿Que te pasa, Juggie? Te comió la lengua el gato?— Le preguntó Betty, divertida, acercándose a él, y tomando a su hijo en sus brazos. —¿Mi hermoso príncipe está listo?—
—Vámonos— Pidió Julian, contento.
—Vamos, amigo— Le dijo Jughead al niño, tomándolo él en sus brazos.
Salieron de la casa, y empezaron a caminar por la playa, los tres, juntos; una familia otra vez, aunque Betty aún no perdonaba a Jughead.
Cuando estaban caminando por la playa, Julian iba en medio de los dos, contento, con sus padres cada uno a su lado.
Una familia.
Continuaron caminando hasta llegar a la casa en la que solía vivir Fp aún, y Jellybean estaba ahí. Aún no había terminado su carrera de Veterinaria.
—¡Hola familia!— Saludó Jughead, acercándose a la puerta de la casa de su padre junto a Betty y su hijo. —¡Les tengo una sorpresa!—
Quien abrió la puerta fue Jellybean, y abrió los ojos como platos, acercándose a la rubia y al pequeño para abrazarlos, y luego salió Fp, quien los saludó con la misma calidez y cariño.
Siempre era bueno y bastante cómodo estar con los Jones; Betty y el pequeñín amaban estar con su compañía. Se reunieron todos en el patio trasero de la casa, pasando tiempo juntos.
—Pero que buen trabajo están haciendo con mi nieto. Qué apuesto, se nota que es un Jones— Aseguró Fp, orgulloso, con su nieto en su regazo.
—Mi sobrino precioso... Eres tan bello mi amor, ven aquí— Le pidió Jellybean, tomándolo en sus brazos y llenándole la cara de besos.
Julian estaba feliz, rodeado de su familia y con sus padres en un mismo espacio, juntos, y al mismo tiempo no. Se quedaron un rato largo, compartiendo, pero fue un rato tan largo que ya era hora de irse.
—Ya nos vamos, volveremos más pronto de lo que creen— Aseguró Jughead, poniéndose de pie.
—Mas les vale— Advirtió Fp.
—Vámonos Julian— Le dijo Betty a su hijo, extendiéndole la mano. —Hasta pronto señor Jones, Jellybean...— Se despidió la rubia, sonriéndoles.
—Fp para ti, linda— Le respondió Fp. —Deberian dejar al menos al niño otro rato—
—¡Si! ¡Por favor!— Les suplicó JB, con su sobrino en brazos.
—Oh no, no podría. Julian es un niño con mucha energía— Respondió Betty.
—No importa, es un niño y eso es normal. Lo dejan aquí por esta noche y así aprovechan para salir a solas— Sugirió Fp. —Por favor... Quiero compartir un poco más con mi nieto—
—Por favor déjenlo aquí por favor... Vienen por el después, quiero pasar más tiempo con mi sobrino y así ustedes pasan una noche sin niños. Por favor...—Suplicó Jellybean.
Betty suspiró y miró a su hijo. —Julian, mi amor... ¿Te quedarías aquí con tu tía y tú abuelito?—
Julian aplaudió, feliz. —¡Tia, abuelo!—
—Dejalo, estará bien— Aseguró Jughead, rodeando a Betty con su brazo y mirando a su padre, hermana e hijo. —¿Estarán bien?—
—Mi nieto está en las mejores manos, ustedes vallan tranquilos— Dijo Fp, tomando a Julian en sus brazos y llenándole la cara de besos.
Betty y Jughead se despidieron del pequeño Julian para entonces salir los dos de la casa Jones, solos.
Jughead la quería recuperar, y esta noche podría ser la oportunidad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
😏🔥¿Teorías de lo que podría pasar?
Amores, mañana me regreso al internado y estaré inactiva. Pero la novela está en su recta final 👀
