Alice sonrió, acercándose a su hija y besando su frente. —Es el niño que te salvo la vida. Cuento con que estarás segura con él. Diviértete mi niña—
Betty sonrió y dejo un beso en la mejilla de su madre para luego salir de la cabaña y encontrarse con Jughead; El aún no había llegado hasta después de unos segundos, bien puntual, a la hora indicada.
Betty quedo boquiabierta cuando vio a Jughead llegar a ella en esa fabulosa moto negra de último modelo, con su casco, deteniéndose justo frente a ella.
Jughead se quitó el casco, y su pelo se movía libremente sobre su frente, ese fabuloso pelo abundante y negro como la noche, y esos penetrantes ojos que se clavaron a ella inmediatamente, con esa sonrisa plena y sincera.
—¿Tienes miedo, rubia? Súbete— Le pidió.
Betty sonrió y no lo pensó dos veces para subir a la moto, detrás del chico, y se sorprendió aún más cuando el saco un casco y se lo puso a ella, para entonces empezar a conducir.
Ella estaba asustada, y él pudo notarlo por la fuerza en la que ella se agarró a su cintura, aunque él no estuviese corriendo a gran velocidad.
—¿¡A dónde vamos!?— Pregunto Betty, aferrándose con fuerza a la espalda del chico.
—¡Saldremos a la ciudad más cercana a la playa, al parque! ¡Ahí iniciaremos la ruta!— Contesto Jughead. —¡Y tranquila, estoy moderando la velocidad y no te pasara nada conmigo cerca!—
De algún modo, esas palabras la relajaron y la hicieron sentir segura, protegida; Solo se aferró a la cintura del chico mientras este conducía, hasta que se centró en admirar el paisaje por el que estaban pasando.
La ciudad después de la playa. Muchos brillantes y coloridos edificios, luces y colores por todas partes, la alegría de la gente en el aire, muchos bellos lugares para pasear tomados de las manos con alguien, tomarse fotos y hacer numerosas actividades que no sabrías por dónde empezar.
Betty miraba todo esto, maravillada, hasta que Jughead detuvo la moto frente a lo que podría ser el parque más grande, colorido y hermoso que Betty había visto en su vida.
Ambos bajaron de la moto y se quitaron los cascos, y Betty se quedó maravillada, mirando lo que le rodeaba. Cosas que antes no había visto, que no había conocido, para ser una chica de un pueblo como Riverdale.
—Se que te gusta, tu asombro de chica curiosa me lo dice todo— Aseguro Jughead, mirándola con una sonrisa.
Betty lo miro y sonrió.—Me encanta, no sabía que todo esto estaba aquí, tan cerca y que yo no lo conocía—
Jughead sonrió y se acercó a ella, mirándola fijamente. —Estas llena de vida, Betty. Estas llena de curiosidad e ilusión por las cosas. No te asusta nada y eso es lo que más admiro de ti. Eres única, Betty Cooper— Aseguró, posando una mano en su mejilla.
Betty sonrió, perdiéndose en su mirada. —Tu... eres el chico más dulce y sensible que conocí en mi vida. Estas siempre dispuesto a ayudar a los demás, quieres aprender todos los días y también... también eres increíblemente apuesto—
De repente una fuerza superior pareció apoderarse de ellos, queriendo juntar sus labios. Ese momento en el que ellos sentían que no existía nada más, y que si sus labios no se unían sería una completa agonía.
Ese sufrimiento acabo cuando sus labios por fin se juntaron en un beso que parecía que querían darse desde temprano; Sus lenguas acariciándose en movimientos perfectamente coordinados, con dulzura y al mismo tiempo con su pequeña chispa de pasión.
No querían separarse, pero luego tuvieron que hacerlo por la increíble falta de aire; Al separarse, se miraron directo a los ojos con una sonrisa, les había encantado el beso. Y les había encantado tanto que otra vez paso.
Una vez más juntaron sus labios en un beso con más empeño que el anterior. Para ellos, no había mejor sensación que probar los labios del otro, aunque fueran nuevos en eso.
Al separarse nuevamente, mantuvieron sus ojos cerrados y sus frentes unidas, hasta que al abrirlos se encontraron con la mirada intensa y sincera del otro.
Sonrieron, con la mirada perdida en la del otro.
—¿Ahora que hacemos?— Le pregunto Betty al chico en voz baja. —¿Qué es lo que acabamos de hacer?—
—No lo sé, pero lo de ahora fue increíble— Admitió el ojiazul, mirándola fijamente mientras acariciaba su mejilla.
Betty sonrió y lo abrazo. El correspondió y ese abrazo duro más de lo que debió. Ella se sentía totalmente segura en sus brazos, y el sentía una necesidad tan fuerte de protegerla...
Betty se separó del abrazo y lo miro. —¿Y ahora que vamos a hacer?—
Jughead sonrió, presumido. —¿Tienes hambre?—
En un rato ya los dos estaban en un famoso restaurante cercano, comiendo pizza para dos junto a unas ricas malteadas.
Jughead aclaró su garganta después de haberse dado un trago de su malteada de chocolate. —Betty... ¿Te puedo hacer una pregunta?—
Betty asintió, terminando de darse un trago de su malteada de fresa. —La que quieras—
—Te gustan mucho las malteadas. ¿Es porque son lo que mas consume la gente de Riverdale?— Pregunto el ojiazul.
—Puede ser, las consumo desde que tengo memoria— Admitió Betty.
Jughead la observo de arriba abajo, con una sonrisa. —¿Puedo hacerte otra pregunta?—
—La que quieras, pregúntame todo lo que quieras— Autorizo ella, sonriéndole levemente.
Jughead la miro fijamente, aun con esa boba sonrisa en su rostro. —¿Por qué eres tan hermosa?—
Betty abrió los ojos como platos, pero al mismo tiempo la sangre viajo a sus mejillas y la hizo sonrojarse, su corazón acelerándose levemente.
Jughead la miro, preocupado. —¿Estas bien? ¿Dije algo malo o que te incomodara?—
Betty no dijo nada por un momento hasta que atrapo los labios del chico en un dulce beso lento, como respuesta ante sus halagos. Jughead quedo sorprendido y al mismo tiempo encantado, siguiendo ese maravilloso beso.
Cuando se separaron de ese beso, Betty lo miro a el con una sonrisa mientras el también mantenía los ojos clavados a ella. ¿Lo que estaban haciendo estaba bien? Eso no les importaba, solo sabían que lo estaban disfrutando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Besos, besos y mas besos, y la cosa no termian ahi😏
Se que me he desaparecido bien feo, pero esta semana he estado muy cargada y encima me he sentido muy mal, como en este momento por ejemplo :( Igual las y los amo y saben que no los abandono <33
