Capitulo 5

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Esa tarde, Betty y Jughead se la pasaron hablando de cualquier cosa sin sentido mientras tomaban malteadas en la cafetería; Habían conectado y en cierta manera cumplieron con lo de ser amigos de ahora en adelante, o al menos intentarlo. Cuando se juntaban, el tiempo pasaba más rápido de lo usual, y les gustaba pasar tiempo juntos.

Así fue durante las siguientes dos semanas, y aunque llevaban poco conociéndose, habían establecido una buena conexión.

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En la mañana, algo temprano, Betty se levanto de muy buen humor y quería pasear temprano por la playa; Se preparo y cuando bajo las escaleras de la cabaña, sus padres estaban en la sala de estar, en el sofá, tomando café mientras leían libros.

Alice miro a su hija y sonrió. —Despertaste temprano, linda. Ven, el desayuno está en la cocina—

—Hola hija. Que raro verte despierta tan temprano. ¿Vas a algún lado?— Le pregunto su padre, mirándola.

Betty sonrió, terminando de bajar las escaleras y acercándose a sus padres, besando la mejilla de cada uno. —Voy a salir a caminar. ¿Saben dónde están Polly o Cheryl?—

—Polly sigue durmiendo y Cheryl ya salió— Contesto Alice, poniéndose de pie junto a su esposo.

—¿A dónde vas exactamente, hija?— Le pregunto Hall, rodeando a Alice con su brazo.

—Solo a caminar por ahí, ahora que conozco la zona un poco. Desayunare fuera, los amo— Aviso la ojiverde mas chica, saliendo de la cabaña.

Sus padres estaban un poco extrañados, porque por lo general, su hija no suele salir mucho en ningún sitio.

Betty salió a la playa y le encanto el paisaje a esa hora; Eran casi las ocho de la mañana y la brisa estaba un poco mas fresca de lo usual, no había tantas personas circulando la zona, había mucha tranquilidad, el sol de la mañana ya había salido y el agua se veía muy tranquila.

Definitivamente le gustaba mucho el lugar en el que estaba vacacionando.

Entro a la cafetería en la que estuvo el mismo día que llego aquí por primera vez, y se acerco al mostrador, viendo a un chico agachado y de espaldas ante ella al otro lado.

—Buenos días— Saludo ella, con una sonrisa. Siempre se enfocaba en ser amable con los demás.

El chico se puso de pie inmediatamente y resulto ser Jughead, a quien le brillaron los ojos desde que la vio. —Hey, que gusto verte por aquí, rubia. ¿Qué tal?—

Betty abrió los ojos como platos y sonrió al verlo. —¿Jughead? ¿Qué estás haciendo ahí?—

—Trabajo aquí medio tiempo, princesa— Contesto. —Hasta el mediodía—

—No me mencionaste eso Jughead— Admitió Betty, mirándolo con una ceja alzada.

Jughead sonrió, presumido, y se acerco un poco mas a ella, apoyado sobre el mostrador. —¿Y en que te puedo ayudar, rubia?—

Betty sonrió, sonrojada. Tenerlo cerca la ponía nerviosa y no sabía por qué. —Quiero dos donas de chocolate y una malteada de fresa, por favor, desconocido— Pidió, divertida.

Jughead negó, divertido. —Yo ya no soy un desconocido, no se si lo recuerdas. Ahora mismo buscare lo que quieres— Dijo, guiñándole un ojo y retirándose a buscar su pedido.

Betty volvió a sonreír. Últimamente sonreía mas de lo normal y eso era gracias a él.

En unos pocos minutos, ambos estaban sentados uno frente al otro en la cafetería, tomando café mientras conversaban animadamente entre ellos. La conexión que habían establecido era increíble.

♡Amor de Verano♡ ▪Bughead▪ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora