Betty despertó cuando algo de luz entró por su ventana, y sintió una leve molestia en su entrepierna, recordándole que anoche Jughead parecía querer romperla. También se dió cuenta de que el ojiazul la estaba abrazando por la cintura, aún dormido, hasta que pareció estar despierto cuando empezó a acariciar el abdomen de la chica.
—Buenos días preciosa— Le dijo Jughead a la ojiverde, sentándose sobre la cama mientras le acariciaba el cabello.
Betty también se sentó sobre la cama, cubriéndose con las sábanas y quejándose un poco por la molestia entre sus piernas.
—Amor... ¿Te sientes bien, princesa? Creo que... Creo que anoche fui muy rudo contigo. Y con rudo me refiero a... Muchas cosas. ¿Te duele mucho?— Le pregunto el, preocupado.
Betty negó, con una pequeña sonrisa mientras se levantaba de la cama y se ponía una bata para cubrir su desnudez. —Solo es una pequeña molestia, pero se cura muy rápido. Eres un animal en la cama y no me cabe la menor duda—
Jughead sonrió, presumido, mientras se levantaba también de la cama y se colocaba su pantalón. Vio que el celular de Betty vibró con un mensaje, y no pudo evitar mirarlo ahí, sobre la cama.
Pero el mensaje que vio, hizo que su sangre hirviera de un momento a otro; Era el mensaje de un hombre, y el entendió que en ese mensaje, ese hombre tenía otras intenciones.
—Betty— La llamó el ojiazul, enojado, sin dejar de mirar su celular sobre la cama. —Ven aca—
Betty estaba abriendo la puerta de la habitación cuando el pelinegro la llamó, y ella lo miro. —¿Que? ¿Que ocurre? Estaba por buscar a Julian—
—Deja que Julian duerma. Ven y explícame por qué un hombre te está escribiendo— Exigió, demandante, enojado.
—¿Que?— Pregunto Betty, acercándose a él, extrañada. —¿Un hombre escribiéndome? ¿De dónde sacaste eso?—
—No te hagas. Mira— Contestó, tomando su celular y mostrándoselo. —¡Hay un mensaje de un hombre en tu maldito teléfono Betty! ¡Quiero que me expliques quien es!— Gritó.
—¡Para de gritarme!— Exigió Betty, arrebatándole su celular a Jughead y mirando el mensaje, aún más extrañada. —Pero... Pero yo no sé quién es el—
—Ooh claro, claro. Y mi nombre no es Forsythe Jones Tercero— Respondió Jughead, sarcástico, cruzando los brazos. —¡Por algo estabas tan coqueta con esos hombres ayer! ¡Dime qué está pasando Betty! ¡Dime!—
—¡Ya te dije que no me grites imbécil!— Gritó Betty, con las lágrimas bajando por sus mejillas mientras lo miraba con ira.
En ese momento la tensión entre los dos bajó cuando escucharon el grito desesperado de su hijo; Julian estaba justo en la puerta, solo con su pijama azul de balones de fútbol. Temblaba y lloraba por la manera en la que sus padres se estaban tratando.
—¿Ves lo que haces, estúpido?— Le preguntó Betty a su novio, mirándolo mal para después acercarse a su hijo y tomarlo en sus brazos, llenándole la cara de besos. —Mi chiquito precioso, mi amor... Ya, tranquilo. No pasó nada mi rey—
Jughead suspiró y se les acercó, especialmente a Julian mientras éste se aferraba a Betty, asustado y llorando. —Hijito, perdón, ven aquí con papi mi niño—
—No, Jug— Exigió Betty, alejando al niño de su padre, mirándolo mal. —Lo haces llorar con tu estupidez y después lo quieres arreglar. Aléjate de mi hijo—
—¿Perdón?— Preguntó Jughead, soltando una risa irónica. —¿Tu hijo? ¿Tengo que recordarte que el niño es de ambos?—
—Ya te dije que yo me encargaré de Julian, tu solo alejate— Exigió Betty, apartando al niño del ojiazul.
—¡No me alejarás de mi hijo!— Gritó Jughead nuevamente, acercándose.
—¡Que no grites!— Le pidió Betty en el mismo tono.
Julian volvió a romper en llanto, y la verdad es que al pequeño no le gustaba nada que sus padres gritaran; Betty no dijo nada más y solo llevó a su hijo al jardín y le mostró los pajaritos para calmarlo.
Jughead no se opuso más; Solo se limitó a ver a Betty con su hijo desde la ventana de la sala de estar; Julian estaba más tranquilo mientras Betty le hablaba y le mostraba a los pajaritos volar y cantar.
El niño se ponía demasiado nervioso cuando los veía discutir, y es que no era la primera vez; En los últimos dos meses, discutían por todo, no se soportaban, y tarde o temprano eso terminaría acabando con su pequeña familia.
Después de que Julian ya estaba más tranquilo, Betty entró con el a la casa para darle un baño y después darle de comer, y ahí vio que Jughead ya estaba bien cambiado e iba a salir.
Betty lo miro, extrañada, aún con Julian en brazos. —¿A dónde vas? Se supone que hoy no trabajas—
Jughead la miro, serio. —Voy a salir a disfrutar mi día libre y divertirme. Ni siquiera me dejas estar con mí hijo y solo gritas todo el día. No vale la pena que me quede— Le dijo, mirando por última vez a Julian para entonces salir de casa, sin decir nada más.
El solo salió, sin decir más nada, sin siquiera mirarla a ella o al niño. Le dolió, pero por el momento solo debía cuidar de su hijo.
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Más tarde, Betty fue a casa de su madre para recoger a Julian; Lo había dejado con Alice para cumplir con algunos compromisos del trabajo, y no, no había sabido nada de su novio. Jughead no se había molestado en responderle los mensajes o llamadas que ella le había hecho.
—Hola mamá— Saludó Betty a su madre, dejando un beso en su mejilla después de que ésta le abrió la puerta. —¿Y Julian? Ya tengo que irme—
—Hola, hija. Oye... Mi nieto se durmió con el estómago vacío. Y a menos que esté enfermo, tengo algo muy serio que hablar contigo hija mia— Exigió Alice, rodeando a Betty con su brazo y guiándola a la sala de estar.
Betty se sentó junto a su madre en la sala de estar, y estaba muy preocupada. Se veía que Alice quería tratar algo serio en cuanto al pequeño Julian.
—Vamos mamá. ¿Que le pasa a mi bebé?— Le preguntó Betty a su madre, preocupada.
La familia Jones Cooper está en peligro 💔🥺¿Teorías?
Samy ❤️
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♡Amor de Verano♡ ▪Bughead▪
Fanfic¿Que pasaría si te enamoraras de una persona que sólo verás en un verano?