♡Amor de Verano♡ ▪Bughead▪

Capitulo 40

Jughead se separó del beso y dejo su frente unida a la de ella, con los ojos cerrados. —Te quiero como mi novia, Betty—

Betty abrió los ojos y se separo un poco mas de él, mirándolo. —Tengo que saber si no estas jugando conmigo y si de verdad quieres que sea tu novia, sin querer demostrarle nada a nadie—

Jughead poso una mano en su mejilla, mirándola fijamente. —Fácil... no estamos frente a nadie ahora mismo. Betty, discúlpame por confundirte. Se que hacemos cosas de novios sin serlo realmente, y se que esta pasando algo mas fuerte entre nosotros, mas fuerte que nosotros mismos. Ya no esperemos más, quiero que seas mi novia, por favor—

Betty suspiro, sin dejar de mirarlo. —No lo sé, porque lo estas pidiendo muy radicalmente, como de la nada. ¿Por qué?—

—Porque... porque yo...— Empezó, tomando aire. —Porque creo que te amo, Betts— Confeso.

Eso acelero el corazón de Betty, y hasta acelero su respiración y altero sus sentidos; El chico del que se había enamorado hace cuatro años le estaba confesando su amor en este momento.

—¿Qué ocurre? ¿Por qué tan callada, cariño?— Le pregunto Jughead a la chica, esperando una respuesta. —Perdón si fui muy acelerado, no fue...

Betty lo callo con un beso; Y no fue cualquier beso, fue lento y diferente. Fue un beso que dijo mas que cualquier palabra que Betty dijera.

Jughead se separó, encantado, mirándola fijamente. —Nena... ¿Qué fue eso?—

—Shhh... sígueme— Pidió Betty, sacando unas llaves de su bolsillo.

Jughead miro aquellas llaves, extrañado. —¿Qué son esas llaves? ¿A dónde iremos?—

—Te dije que me sigas, ven— Le volvió a pedir, tomándolo de la mano y guardando las llaves.

A el no le quedo más opción que dejar que ella lo llevara donde quisiera; Después de caminar durante unos pocos minutos, empezaron a acercarse a una cabaña en la que Jughead se dio cuenta de que conocía perfectamente bien.

Dejo de caminar y se paro en seco, mirando aquella cabaña tan familiar. —Espera... no me digas que esta es...

—Si, la cabaña de mi familia— Admitió Betty, girándose a mirarlo con una sonrisa. —Bienvenido de nuevo, y tengo las llaves— Presumió, mostrándole las llaves que acababa de sacar de su bolsillo nuevamente.

Jughead sonrió, y fue con Betty hasta la puerta de la cabaña y vio cuando ella la abrió y entro, invitándolo a entrar también.

Ambos entraron, y fue como si nada hubiese cambiado; Todo estaba exactamente igual a como estaba unos años atrás, o quizá mejor.

Betty no perdió el tiempo, y fue a buscar una de las caras bebidas que estaban guardadas en la cabaña, y se acerco a Jughead con dos botellas y dos copas.

—Traje la llave antes de venir aquí contigo, por si se presentaba la oportunidad de regresar a este lugar. ¿Quieres Tequila?— Le pregunto Betty, invitándolo a sentarse en el sofá.

Jughead se sentó en el sofá frente a Betty, y los dos empezaron a darse tragos de tequila mientras se miraban, sin poder creer en donde estaban.

—Que astuta, sinceramente había olvidado esta cabaña— Admitió Jughead, dándose un trago de la bebida que estaba en su copa. —Siento que nada ha cambiado—

—Si no hubiese sido por algunas remodelaciones que mis padres quisieron hacerle— Contesto Betty, tomándose un profundo trago hasta vaciar su copa, para llenarla otra vez. —Ya soy una arquitecta y no quise hacerle algo mayor, me gusta que mantenga su esencia—