CAPÍTULO 24: EL VIAJE

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Al sentir el tacto de Tigresa, la actitud del panda volvió a ser la de siempre.

-¿Sabes? Ahora que lo pienso, tal vez ese emperador no sea de tan mal genio - añadió Po con un tono mucho más alegre.

-¿Eso crees? - respondió Tigresa sonriéndole de forma pícara. Ahí estaba el panda qué ella conocía y que quería escuchar

-Si, es decir, tal vez solo sean rumores. Tal vez nos llevemos una sorpresa y sea una persona agradable.

Un silencio se hizo en la habitación.

-Así que... - habló Po después de unos segundos para no dejar morir la conversación, aunque aparentemente ya no había más temas para continuar con la charla -¿Lo del patio de entrenamientos...

Talvez en otra situación o tratándose de alguien más, Tigresa se habría molestado por la curiosidad de la pregunta pero al ser Po quien la había hecho, en quien además habían sido evidentes los celos por el visitante extranjero, Tigresa no tuvó objeción alguna en responder.

-Como te dije antes, no fue nada de importancia. -La maestra se sentó en el pisó de la habitación recargándose en su catre. Po hizo lo mismo tomando lugar junto a ella - Digamos que simplemente..."puse un limite"

Esa respuesta dejó igual de confundido al panda. Tigresa lo noto por su expresión por lo que prosiguió con su explicación

-Finley me buscó para hablar. El objetivo de esa conversación era "mejorar" la comunicación entre ambos, hacer mas fácil la convivencia durante el viaje. 

-¿Por qué necesitaría mejorar la comunicación entre ustedes? - indagó Po

Tigresa evitó hacer mención de todos los actos de coquetería que el caballero había tenido con ella y de las cuales Po no tenia conocimiento.

-Bueno, no es un secreto que Luthera y yo no somos precisamente "mejores amigas"- ese comentario fue suficiente suficiente para Po -  En fin, lo que escuchaste cuando cruzaste frente al patio fue solamente la primera parte de establecer los limites entre ese caballero y yo. No tienes nada de que preocuparte

-Me alegra escucharlo sabes... Como maestro de los 5 furiosos debo asegurarme de que mis estudiantes no tengan ninguna clase de distracción y bueno, ese Finley parecía ser una distracción muy grande -

Aunque había tratado de sonar lo mas parecido Shifu, los nervios de la voz de Po lo delataron, siendo aun más obvio para tigresa la mentira que ocultaba su verdadera motivación. 

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A la mañana siguiente, Po tuvo que despertar antes del amanecer de nuevo para bajar a su antigua habitación en casa de su padre.
Salió de las barracas usando la misma ventana por la que había ingresado, puesto que dada la presencia de la nueva inquilina, quien seguramente tendría un oído tan bueno como el de Tigresa, lo mejor sería no arriesgarse.

Llegó al restaurante poco antes del alba así que su padre seguramente seguiría dormido, por lo que entró con cuidado para no causarle un susto.

- ¿Pa? - lo llamó con cautela para despertarlo miéntras lo movía levemente del hombro.

-Dumplings al dos por uno en la compra de un plato de fideos picantes - respondió Ping saliendo de su sueño.

- Pa, soy yo

- ¡Oh Po!, ¿Acaso ya es hora de abrir? ¿Me quede dormido? - el ganso buscaba con preocupación su reloj de arena qué aun tenia polvillo en la parte superior.

- No no papá tranquilo.

El sr. Ping se había levantado de su cama y se encontraba alistándose pare a comenzar un nuevo día de labores de cocina al tiempo que escuchaba a su hijo y su explicación.

Sorpresas entre guerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora