Sorpresas entre guerreros

CAPÍTULO 43

"Cuidemos, pues, de apartar al niño de lo que sea lisonja; que oiga siempre la voz de la verdad ; que conozca alguna vez el temor, siempre el respeto, y no olvide nunca la diferencia de edad; que no consiga nada por cólera, y que lo que neguemos a sus lágrimas se lo demos cuando se tranquilice. Que la opulencia paterna la vea solamente en perspectiva, sin disponer de nada; y que a toda falta suya siga la inmediata reprensión."

- Séneca. De la ira, Libro segundo. -

Liu Zaho, 28 años antes del presente.

La carta que he recibido solicitando mi inmediato regreso al capitolio es algo difícil de creer. No solo por la gran cantidad de cosas que me han informado en ella, como el hecho de que mi padre está muriendo ¡¿Cómo es eso posible?¡ La última vez que lo ví gozaba de perfecta salud, ¿En que momento enfermó?

Según las palabras escritas por el ministro Weng, "ni siquiera los médicos de casa están seguros de que fue lo que sucedió" pero saben que en su estado actual las cosas no marchan bien. Antes de que pudiera preguntarme siquiera por que no se me había informado de esto antes, el ministro ya había incluido una explicación:

"Alteza, su padre pidió que esto se mantuviera en el mayor de los secretos, pues alegaba que se trataba solo de un malestar menor, sin embargo, cuando vimos como su semblante decaía cada vez más, intentamos convencerlo de contarle su situación para que usted estuviera enterado de la salud de su padre, pero él se negó rotundamente, negándose a hablar más sobré el asunto. Príncipe, el consejo de los seis nos hemos arriesgado para poder hacer llegar a usted esta información en contra de la voluntad del emperador, poniendo en peligro incluso nuestras propias vidas pues todo parece indicar que su alteza imperial, su padre, planea ignorar su legítimo derecho al trono para dejar el imperio en manos de alguien más.

Sería demasiado riesgo seguir explicando por este medio los hechos que nos hacen llegar a esa conclusión, pero las pruebas que tenemos son sólidas. Solicitamos su regreso a Pekín lo más pronto posible para discutir esta situación, alteza."

¿Acaso mi padre planea traicionarme? Por más que quiero negarme a creerlo, pensar que se trata solo de un mal chiste, el hecho es que los ministros del consejo no están ahí por su sentido del humor. Seguramente solo se trata de un malentendido...

Tal vez  en cuanto regrese pueda hablar con mi hermana y con Hanu al respecto para aclarar un poco todo lo que se me ha dicho, después de todo, a pesar de que Li Feng y yo no hemos hablado mucho últimamente, es ella quien ha pasado mayor tiempo al lado de nuestro padre ¿Quien mas podría saber algo al respecto sino ella misma? Es cierto que igualmente podría acercarme al maestro Rino, pero lo la verdad es que siempre me sentí algo intimidado por él. Si tuviera que elegir entre hablar con el amigo de mi padre y mi hermana, la elegiría  siempre a ella. A pesar de que nuestro trato no es el mismo desde hacer varios años, esa calidez de nuestra infancia después de que nuestra madre murió  sigue estando presente en mis recuerdos cuando pienso en ella. Talvez solo necesite hablar con Li Feng de nuevo como en aquellos tiempos para poder calmar esta horrible tormenta de pensamientos turbulentos que han aparecido con esa carta. 

Intentare dormir un poco antes de llegar a nuestra siguiente parada en el viaje.

Complejo de la exuberancia en Pekín

—Princesa, usted mejor que nadie sabe que será imposible cuidar de usted en todo momento. Si usted acepta, yo mismo la entrenaré en el arte del Kung Fu.

—Maestro Rino... Estoy embarazada

Luego de aquellas palabras, el silencio absoluto se volvió protagonista de aquel momento. Intercambiando miradas de incredulidad hacia Hanu y Li Feng, Rino se levantaba despacio para asimilar la noticia. Se encontraba completamente consternado por lo que acababa de escuchar, ¿Li Feng embarazada? Es decir, era una noticia asombrosa pero las circunstancias del momento junto con las crecientes amenazas para la seguridad de la chica superaban por mucho todo atisbo de felicidad que Rino deseara expresar a la pareja por el nuevo integrante de la familia real.