Sorpresas entre guerreros

26: UNA ANTIGÜA AMISTAD

Ciudad Prohibida Imperial en Pekín, 50 años antes del presente.

- Honorables dignatarios - se alzó una voz entre el tumulto pidiendo la atención de los presentes - Ministros, gobernadores y distinguidos invitados ¡Sean todos bienvenidos! Ahora, presentándose en nombre del hijo del cielo, reciban a su alteza el príncipe Zhiqiang: heredero de su Majestad Imperial.

Un joven tigre de imponente atuendo hizo su aparición detrás de un séquito de gansos sirvientes qué sostenían altos estandartes con el símbolo de la dinastía Tan.
Su túnica ceremonial, confeccionada en seda de la más alta calidad, deslumbraba con su brillo dorado, adornada con intrincados bordados de diversas figuras; las mangas amplias y fluidas se decoraban con patrones de dragones danzantes entre nubes mientras que sobre su túnica, vestía un chaleco de brocado con detalles geométricos y florales en finos hilos de plata para finalmente completar su atuendo con una capa tradicional conocida como Mainfu. Su cabeza era adornada con un casquete imperial, adorno de nombre Guan qué era símbolo de su autoridad y pertenencia a la familia real.
Manteniendo su postura firme y erguida, con sus brazos detrás de la espalda su ropa reflejaba su linaje imperial y su estatus como heredero del trono, capturando la atención y el respeto de todos los presentes durante la celebración del Año Nuevo Lunar.

Al estar frente a todos sus invitados, Zhiqiang se dirigió a ellos:

- Quiero agradecer a la mano derecha de su Majestad, el secretario Heshen por esa sublime presentación - Zhiqiang volvió su mirada al aludido quien agradeció el reconocimiento con una ligera pero elegante reverencia. Luego de aquel intercambio, el príncipe comenzó su discurso: - En esta ocasión en que nos reunimos para celebrar el inicio de un nuevo ciclo lunar, me dirijo a ustedes con humildad y gratitud en el corazón pues es un honor estar aquí hoy rodeados de la grandeza y calidez de nuestro próspero imperio. Hoy es un día de renovación y esperanza donde reflexionamos sobre los logros del pasado y nos llenamos de determinación para enfrentar los desafíos venideros tal y como lo hemos hechos a lo largo de los siglos -

Los invitados de gran renombre permanecían atentos a las palabras de su anfitrión. El discurso no era algo nuevo durante la celebración de año nuevo, sin embargo, en esa ocasión no era el emperador quien presidía la fiesta tal y como se había hecho siempre, algo que sin duda había provocado especulaciones entre los burócratas menos cercanos a la familia real.

-Su majestad ha demostrado una visión estratégica excepcional, guiando a nuestro imperio por el camino del desarrollo y éxito - Zhiqiang caminó frente al trono del palacio, el cual se encontraba vació por la evidente ausencia de su ocupante en la fiesta - Conocido por su compasión y empatía hacia su pueblo, ha trabajado incansablemente por defender la unidad y la armonía del reino; nunca antes habíamos vivído una era de paz y abundancia como la que gozamos hoy.-el príncipe tomó la copa de baijiu que uno de sus sirvientes le ofrecía y la alzó - ¡En nombre del hijo del cielo les insto a que nos unamos en celebración y a que renovemos nuestro compromiso de trabajar juntos por el bienestar y la grandeza de China!

Todos los invitados imitaron el gesto del príncipe. El alboroto se hizo presente de nuevo con gritos de apoyo a su anfitrión y el resonar de las copas chocando entre sí. Después, las risas y conversaciones poco a poco llenaron de nuevo el ambiente. Luego de terminar su bebida, el príncipe bajo de la zona de mármol sobre la que se encontraba el trono de su padre y caminó hacia una zona ligeramente apartada del resto de invitados donde una de las personas más cercanas a él le esperaba.

-Alteza - lo recibió una bella y elegante tigresa de voz dulce y serena portadora de un qipao azul de hermosos bordados.

La música inundaba el salón de la armonía preservada, lugar donde ese año tenía lugar la celebración del nuevo ciclo lunar.