VII

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IMPERIO ALEMÁN
SEIS AÑOS DESPUÉS

Silencio... Todo estaba en absoluto y perfecto silencio. Ni siquiera los grillos se atrevían a cantar en una noche tan fría como la que les estaba ofreciendo las fronteras del imperio alemán. Los pocos animales del bosque han buscado refugio en lo alto de los árboles... Al igual que ellos.

A pesar de necesitar gafas para mejorar su rango de visión, William podía sentir como sus objetivos se acercaban lentamente a la trampa que les habían puesto. Podía oír sus pasos crujiendo sobre la nieve, al igual que leves murmullos incomprensibles desde su escondite.

Rudgar, desde la punta de un abeto vecino, hace una pequeña seña con las manos: "Puedo verlos"
En ese momento, los tres exorcistas se esconden entre las ramas de los árboles y ponen mucha atención a lo que sucede desde la tierra.

Tres personas encapuchadas caminan por el sendero nevado, una de ellas, aparentemente la líder, murmura algo y las otras dos siluetas se separan direcciones diferentes. Una vez que se encuentra sola, la silueta líder se deja caer al piso y se arrastra hasta el pie de un árbol para empieza a recoger un par de flores silvestres que eleva ante la luz de la luna llena, mientras canta una suave melodía al ritmo de una lengua extraña.

-- ¡BRUJA!

Justo en ese momento, bajando rápidamente entre la maleza Rudgar lanza una soga con la cual amarra la extraña silueta, quién al ser atrapada da un grito de dolor y tristeza que resuena por el bosque.
Es entonces cuando William le quita la capucha de la cabeza y lo que ve lo deja sorprendido: Era una niña, una niña de no más de 13 o 14 años la que estaba ahí capturada por 3 hombres extraños y con una pistola apuntando su cabeza.

-- Vaya, vaya Lady Sullivan -- Dice Sascha mientras levanta bruscamente el rostro de la chica para verla mejor -- Ahora entiendo porqué no nos dejaste recorrer más tu castillo, mocosa.

-- ¡Déjenme! ¡No es lo que parece!

-- Guarda tus quejas para el juicio niña, vendrás conmigo.

-- ¡NO!

Un rugido y el sonido de algo saltando de entre los arbustos, eso fue todo lo que pudo sentir Sascha antes de que un pesado lobo de pelaje amarillo pálido le cayera encima.  El enorme animal piso con fuerza su mano quebrandola, incluso llegando a aplastarle parte de las costillas.

Rudgar intentó detener aquel espectáculo lanzándose sobre la espalda del lobo para apuñalarlo repetidamente. Sin embargo, eso no fue suficiente, el animal se paró sobre sus dos patas y sin pensarlo dos veces se cayó sobre su propia espalda para aplastar a Rudgar también.

En cuanto se libró de los hombres alemanes, la bestia caminó a la niña y en un rápido movimiento la subió a su lomo para empezar a correr. Eso hubiera sido el final de la historia, sin embargo, William no iba a resignarse tan fácilmente a fallar una misión.

A como pudo intentó seguir el rastro a la bestia y a la niña, a su paso, varios aullidos lobunos se sumaron a los chillidos lejanos de la herida bestia. Estuvo corriendo por casi media hora hasta que por fin se encontró con el animal, pero este ya no tenía a la niña en su lomo.

-- ¿¡En dónde dejaste a tu ama?! -- Preguntó sacando su arma -- ¡CONTESTA DEMONIO!

El lobo solo mostró los dientes como respuesta al cazador. Desesperado y frustrado por la situación, William se fue sobre el animal para enfrascarse en la que fue una de las peleas más pesadas que había tenido hasta ahora: Ese can era todo un caso, demasiado fuerte y grande como para ser un lobo normal y demasiado normal para ser un ani-demonio.

Fue una pelea despiadada, ambos se hicieron cuantiosas heridas y los dos a este punto ya había perdido una considerable cantidad de sangre. Sin embargo, la falta de balas pronto puso la balanza a favor del fiero animal que, estaba a punto de correr a él con el único fin de descuartizarlo vivo.

El Secreto ~Grelliam AU~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora