XXIII

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UN MES DESPUÉS

-- Muy bien, ahora solo quédate quieto.

William asintió ante la orden. Cuidadosamente, el bisturí se mete por debajo de su piel y corta un segmento pequeño de su brazo derecho. El pelinegro aprieta un poco los labios ante la sensación fría del metal y por la incomodidad de su sangre saliendo por aquella herida.

El procedimiento toma algo de tiempo debido a la nueva naturaleza rígida de su piel, aún así, la joven logra extraer la muestra con tal paciencia que casi pasa desapercibido por el vampiro.

-- Listo  -- Murmuró ella triunfante al tener esa pequeña pieza de carne entre unas pequeñas tenazas quirúrgicas -- ¡Alan!

-- ¡Lo tengo! -- Contestó el castaño destapando rápidamente un frasco para que Sullivan depositara la muestra.

En ese pequeño momento, Alan aprovechó para sonreír levemente a William pero este no le respondió, ni siquiera se atrevió a devolverle la mirada porque sabía que si lo hacía el lobo que estaba parado detrás de él lo iba a asesinar en medio de un ataque de celos.

Llevaban ya un mes así: Por razones desconocidas para él, Alan ahora era asistente de Lady Sullivan y Eric ya no se le despegaba ni a sol ni a sombra debido a que él era una "amenaza" para todos los de la tribu y sobre todo para Alan que era un humano como la niña. Pero él sabía que eso no era cierto, Eric le había prohibido acercarse a Alan solo por la cercanía que ellos dos tenían antes no porque él fuera una amenaza.

Él no era una amenaza... O al menos eso fue lo que dijo Lady Sullivan después de su primera investigación.

FLASHBACK

-- ¡Basta! ¡Lo estas lastimando!

-- Lo siento mi señora, pero no podemos arriesgarnos con esta... Cosa.

Dicho eso, Eric soltó con brutalidad el cuerpo del vampiro contra el suelo quién, debido a la fuerza del impacto, solo pudo gruñir por lo bajo y mirar con sus ojos inyectados de rencor al rubio.

Sin embargo, ese odio se transformó solo en dolor y algo de confusión cuando la niña se puso de rodillas y casi arrastrándose se dirigió hacia él, todo ante la mirada incrédula de Eric y sus damas de compañía.

Ella levantó su mentón con cordialidad y examinó su rostro por un momento. Durante ese proceso, el brillo en los ojos del vampiro así como sus pupilas pasaron a ser más humanos, más calmados incluso sin que William pudiera sentirlo. Sullivan sonrió ante eso.

-- Quiero que vengan conmigo. Todos -- Ordenó ella al mismo tiempo que hacía una seña a Gilde para que la pusiera en pie -- Vamos a la biblioteca. Eric quiero que traigas a William también pero sé más delicado, por favor.

-- ¡Pero my lady...

-- Es una orden, Eric.

El rubio solo se quedó callado y a regañadientes ayudó al pelinegro a ponerse en pie. En silencio, la pequeña multitud caminó por varios pasillos hasta llegar a un piso algo aislado donde solo podían acceder Lady Sullivan y sus personas de confianza.

Adentro había una gran estancia llena de libros, unos cuidadosamente ordenados en estantes que llegaban hasta el techo y otros regados al azar por todo el suelo así como una que otra silla que había por ahí.

El Secreto ~Grelliam AU~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora