XIII

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"Debe de ser un error"
Fue ese pensamiento lo primero que cruzó por su cabeza cuando se enteró de la noticia y fue ese pensamiento con el que se mantuvo durante los tres siguientes días.

-- ¿Thompsett y Sutcliff? -- Preguntó Sascha al ver el boletín donde se daba las señas particulares de ambos exorcistas.

-- No me sorprende, ellos siempre tuvieron cara de traicio... -- No pudo seguir hablando, el dolor de sus todavía rotas costillas era lo suficientemente fuerte para callarlo.

-- Todo esto debe de tener una explicación lógica -- Mencionó Alan mientras ayudaba a Rudgar a enderezarse para que pudiera tomar sus medicamentos -- Ellos jamás harían algo tan vil como traicionar a la Orden, los conozco.

-- Yo no estaría tan seguro -- Usando casi toda su fuerza, Rudgar volvió a hablar -- Sutcliff siempre ha sido un rebelde pretencioso y Thompsett por más que lo disimule no es más que su títere.

-- ¡Rudgar!

-- ¿Qué? Es la verdad, tú jamás los viste convivir cuando eran aprendices de campo -- Se detuvo, el dolor lo había obligado a volver a recostarse -- Si no pregúntale a Sascha...

Alan dirigió su mirada a Sascha, quién sentado en una camilla frente a la de Rudgar solo pudo asentir levemente.

-- Oh bueno, no lo sé. Lo que sí sabía es que ellos dos discutían mucho a cada rato, eran demasiado diferentes...

-- A Thompsett siempre le faltaron agallas para detener a Sutcliff...

-- Se va a seguir lastimando si sigue hablando -- Interrumpió Alan ya molesto al alemán mayor -- Sí, ellos dos siempre se habían llevado mal ¿Y eso qué tiene que ver con que los acusen de traición?

--... Bueno, tal vez Sutcliff se metió un pequeño problemita que no podía resolver y William intentó ayudarlo -- Dijo con una ligera risa que al poco tiempo se transformó en un quejido de dolor -- Después de todo se conocen desde niños... No creo que entre ellos no haya aunque sea un pequeño lazo de amistad.

Alan se quedó pensativo ante eso, en parte tenía lógica pero seguía siendo demasiado confuso. ¿Qué clase de problema habría sido tan grave cómo para que Grell pidiera ayuda? Lo más raro de todo, ¿por qué William siendo el protegido de uno de los miembros más importantes de la Orden aceptaría sabiendo que su reputación quedaría manchada por eso?

El doctor ya no deseó seguir platicando con los alemanes convalecientes, no estaba de humor para oír sus quejas y opiniones llenas de prejuicios sobre sus amigos, además, si querían recuperarse para volver al campo lo más pronto posible debían descansar y no gastar su fuerza en conversaciones sin sentido.

Con ese pensamiento en mente, Alan se dirigió a su pequeña oficina y empezó a redactar una carta para Michaelis. Esta vez la carta exigía una explicación sobre el caso que involucraba a sus compañeros y, si él no recibía una pronta respuesta iría personalmente a Rumania a limpiar sus nombres.

Estaba a punto de mandar a volar la paloma con la carta cuando escuchó mucho escándalo en la parte de enfrente del recinto. Tímidamente, una enfermera corrió la cortina que le servía de puerta y dijo:

-- Disculpe doctor, el señor Eric Slingby dice que tiene un encargo para usted.

-- Oh... Esta bien, en un momento voy.

La chica se retiró y cuando lo hizo un suspiro pesado escapó de los labios del castaño. Eric era un buen sujeto, le había prometido que le traería todos los insumos especiales que necesitara en menos de una semana y lo había cumplido, sin embargo, estaba demasiado cansado y harto como para lidiar con su personalidad tan... Extrovertida.

El Secreto ~Grelliam AU~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora