🌊Prólogo🌊

2.8K 126 21
                                    

«Un tren de madrugada consiguió trazar
La frontera entre siempre o jamás»
—Copenhague, Vetusta Morla.

Desde pequeña me ha gustado buscar palabras con significados bellos. En mi idioma o en otro cualquiera. Las recopilo en una extensa lista que cargo conmigo a todas partes y procuro no olvidar ninguna. 

Una de mis favoritas es jeong (정), es coreana y no tiene una traducción exacta. Ni siquiera un único significado. Define un sentimiento. Es una palabra que completa un vacío en mi propia lengua. Jeong es amor, pasión, simpatía, cariño, apego y afecto, y, también algo más. Se supone que la primera vez que lo experimentas es cuando tu madre te coge en brazos al nacer. Es una conexión profunda que te une a algo hasta el punto que forma parte de ti. 

Para mí jeong es mi familia: mi padre, mi madre y mi hermano. Un selecto grupo de libros que me han marcado y forman parte de lo que soy. Los escarpados acantilados de mi pueblo. La sensación de la arena fría y suave en los dedos de mis pies. Jeong es la casa donde me crie. La canción a la que recurro cuando estoy triste. 

También puede usarse para designar relaciones amorosas, es el sentimiento que queda en un matrimonio duradero, mucho más allá del apego o del cariño, el respeto mutuo, es algo que va mucho más allá del amor. Cuando descubrí la palabra fantaseé mucho con una relación que tuviera ese valor para mí.

Jeong es Jamie.

Jamie, quién fue la persona más constante en mi vida desde que tengo uso de razón, quién estuvo ahí cuando aprendí a montar en bici, quién me acompañó en cada bache del camino y cuya amistad forjó parte de mi carácter. Es imposible separar su presencia de los recuerdos más preciados que atesoro de mi infancia. 

Jamie, quién un día, hace seis años, desapareció. Sin explicaciones. Sin despedidas. Y dejó un vacío en mi interior que no existía forma de llenar. Fue como si me arrebataran algo preciado y que no sabía que estaba ahí directamente del pecho y esa parte de mí desapareciese, para siempre.

En seis años me dio tiempo a asimilarlo, a comprender ese vacío o... a intentarlo, por lo menos. Aprendí a vivir sin él.

Lo malo del jeong cuando pretendes olvidar es que es permanente, imperecedero, un vínculo que por mucho que estires no se rompe, ni se deshilacha, que sigue ahí aunque ambos extremos estén a años luz el uno del otro.

Jamie, quién un día reapareció y me recordó todas esas cosas que yo solía ser y a las que había renunciado por voluntad propia.

✨✨✨

Tiempo, tiempo curioso
No me dio brújulas, no me dio señales
¿Hubo pistas que no vi?
¿Y no es tan bonito pensar
Que todo el tiempo había una
Cuerda invisible
Que te ataba a mí?

✨✨✨

Time, curious time
Gave me no compasses, gave me no signs
Were there clues I didn't see?
And isn't it just so pretty to think
All along there was some
Invisible string
Tying you to me?

—invisible string, Taylor Swift

✨✨✨

Fecha de publicación: 12/06/2023

🚞🚞🚞

Sigue la playlist de la historia en Spotify

Actualización cada lunes a las 9 pm hora española

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Actualización cada lunes a las 9 pm hora española

Donde duermen los trenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora