Shine with you

Capítulo 1

—Nosotras vamos a volver a casa —dijo Maya, refiriéndose a ella y Jayla.

—Está bien, chau —me despido.

—Camila, quédate con Dylan. Daniela y yo iremos al instituto a arreglar papeles —dice mi tía.

—¿No puedes ir tu sola? —le pregunto.

—Ni lo sueñes.

Cuando llegamos, me tuve que quedar sentada en unos asientos que habían fuera de dirección porque mi tía estaba dentro hablando con el director.

Me invadieron los nervios tan solo de pensar que estaba en medio del pasillo y cualquier amigo/a me podría encontrar ahí. Todavía no estaba lista para eso.

Pov Jaden:

—¡Pero si no he hecho nada malo!

—¡Me has faltado al respeto! ¿Te parece poca cosa, Walton? —La profesora me estaba regañando porque según ella, le había ofendido algo que yo había comentado.

—No he dicho nada malo —repito.

—Te vas a dirección. ¡Ya!

—Pues me voy. Ni que me apeteciera escucharte.

Me colgué la mochila de un hombro y salí de la clase con el teléfono en la mano. Me dirigí a dirección mientras revisaba algunos mensajes. Cuando levanté la cabeza porque ya había llegado, me encontré con una mirada nerviosa que hacía meses que no veía. Diez meses para ser exactos.

Daniela estaba sentada en los asientos de dirección, con los brazos cruzados y expresión de que le iba a dar un ataque al corazón en cualquier momento. No dejaba de mover la pierna y se estaba mordiendo el labio inferior. Señales de que estaba nerviosa. Y tampoco me apartaba la vista, era como si no pudiera. Y yo tampoco podía. Me había quedado ahí parado, mirándola, con el corazón latiendo como loco.

Estaba algo diferente. Se había cortado el pelo, ahora lo llevaba por los hombros en una melena ondulada y con algunas mechas rubias. Dios, que rara... Creo que nunca le había visto con el pelo ondulado, supongo que se lo plancharía. Y muchísimo menos me la había imaginado rubia. Pero le quedaba genial. Se veía mas linda. Y llevaba el chándal que teníamos igual.

(La apariencia de Daniela es más o menos como la foto al principio del capítulo)

Una mujer interrumpió ese incómodo momento de observación tras aparecer por la puerta de dirección. Daniela apartó la vista de mí para mirarla.

—Ya está todo listo Dani, nos podemos ir.

Asintió con la cabeza y se levantó para seguir a aquella mujer. No me volvió a mirar. Tampoco dijo nada. La vi desaparecer por los pasillos y, después de reflexionar sobre lo que había pasado, decidí entrar en dirección.

—¿Otra vez tú, Walton?

—Yo también le he extrañado, director.

Pov Daniela:

Mierda.

¿Por qué cojones tengo taaaaan mala suerte?

Un segundo más y me moría ahí mismo.

Sentí demasiadas cosas a la vez en ese momento. Demasiadas.

Pero... una de ellas fue; aquella que no pensaba que fuera a sentir más. Las mariposistas en el estómago.

Joder. ¿Por qué me afectaba tanto sin siquiera abrir la boca?

—¿Conocías a ese chico? —me preguntó mi tía, sacándome de mis pensamientos.