Capítulo 20

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La despedida con nuestros padres fue un poco sentimental. Según ellos estaban preocupados porque no nos verían en unas semanas.

Nos reunimos en el aeropuerto con los demás hasta que nos tocó subir al avión.

Nos sentamos así:

Jaden y yo.
Alex y Amelia.
Jayla y Javon.
Camila y Kylee.
Maya y Henry.

Wendy se quedó sola. Cabe aclarar que no le dejamos sola, por muy mal que me cayera no le haría eso. Ella decidió que no se quería sentar con nosotros.

El copiloto del avión dio por comenzado el vuelo y Jaden puso una película para que la viéramos. Pido una disculpa, pero no la vi porque me quedé dormida, la verdad es que estaba cansadísima.

Eran sólo tres horas de viaje, y las tres las pasé durmiendo. Cuando me desperté me di cuenta de que Jaden había hecho lo mismo.

-Jad, ya hemos llegado -le sacudo el hombro.

Él suelta un ruidito de protesta y se frota los ojos.

-¿Ya? -dice, con la voz ronca.

-Ajá -asiento con la cabeza, emocionada.

Debió de ver mi emoción porque se empezó a reír.

-¿Estás emocionada?

-Pues sí...

Sonrío de medio lado y me agarró del mentón para besarme. Después nos levantamos y bajamos del avión para buscar a los demás.

***

Ya habíamos llegado al hotel, estábamos en la salida, donde se supone que nos recibiría mi tío. Y así fue, lo vimos aparecer con su estúpida sonrisa falsa. Lo odio tanto como a su hija. Literalmente entre ellos solo me caen bien mi tía y mi primo.

-¡Bienvenidos! -dice abriendo las manos. -Camila, Daniela, hace mucho que no os veo, ha pasado un largo tiempo.

Un precioso tiempo que acaba de terminar.

-Sí, la verdad es que... -Camila empezó a parlotear con él pero mi atención fue completamente a un pelo rubio que yo ya conocía muy bien saliendo del hotel.

-¡LUKITAS! -le grito, llamando su atención.

Cuando me vio, abrió los ojos como platos y gritó, emocionado:

-¡DANIISSSS!

Ambos corrimos y nos unimos en un abrazo que casi nos tira al suelo.

-¡No sabes cuanto te he extrañado! -le digo, aún abrazándole.

-¡Yo también enana! -me dice, revolviéndome el pelo.

-Este es mi hijo, Lukas -mi tío señala a Lukas.

Lukitas para mí, desde que somos pequeños.

-¡Hola Camii! -Lukas va a abrazar a Camila, y ella se lo devuelve alegremente.

Estaba claro a que hermano preferíamos ambas.

-Bueno, yo creo que ya podríamos entrar todos, alguien os guiará a las habitaciones -comenta James, mi tío y dueño de este hotel.

Todos cargamos con nuestras maletas y entramos. Había dos habitaciones solo, pero ambas eran bastante grandes. Una para las chicas y otra para los chicos, aunque Wendy obviamente se quedó otra habitación para ella sola. Prodigios de ser la hija del dueño.

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