SEGUNDA PARTE

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Mis padres tendrán que quedarse en Londres por problemas de trabajo. Así que mi tía Kristy se encargaría de llevarnos de vuelta a Atlanta. No se como saldría eso.

A ver, mi tía no tenía hijos, y era la mejor. Yo la amaba. Nada puede salir mal respecto a eso, ¿no?

Lo malo era que iba e echar de menos a mis padres. Pero por lo demás estaba bien, excepto por otra cosita que ya contaré.

Por una parte, mi tía nos deja hacer algunas cosas que nuestros padres nos tienen terminantemente prohibido, y era súper divertida, creo que es porque es joven aún, eso es lo bueno.

Y ahora esa cosita, la parte mala. Jaden.

Nada mas que añadir. Simplemente no me lo quería cruzar.

Nos iríamos mañana. Jayla y Maya vendrían con nosotras, ya que ellas también debían regresar a Atlanta.

Estaba emocionada y a la vez nerviosa. Quería ir y a la vez quedarme. Estaba feliz y a la vez no. No sé qué sentía en ese momento, pero me estaba matando.

Ahora mismo estábamos cenando todos en la casa de Londres. Estábamos mi familia (incluida mi tía), Jayla y Maya.

—Entonces, ¿ya está todo listo? —nos preguntó mi madre.

—Sí —dijo mi hermana.

—Vale. Portaos bien. No quiero que la tía me llame diciendo que habéis incendiado la casa o algo por el estilo.

—¿Por quién nos tomas? —bromeé.

—Por unas bombas nucleares con las que hay que tener máxima precaución —murmuró mi padre.

—Vaya, gracias.

—¡Tengo muchas ganas de ver a Daelo! —exclamó Dylan.

—¿Ver a Daelo? Dylan, tú te quedas con nosotros —mintió mi madre.

—¿Qué? ¡No! ¡Yo quiero ver a Daelo!

—Ni hablar.

Mi madre pretendía seguir con la broma, pero cambió de opinión cuando a Dylan le empezó a temblar en labio inferior. Iba a llorar.

—¡Es broma! ¡Claro que vas a ir Dylan! ¡No llores!

—¡Mala! —Dylan se cruzó de brazos y mamá fue a abrazarle.

Todos comenzamos a reírnos.

—Yo creo que ya va siendo hora de ir a dormir, sino mañana no me despierta ni una de estas bombas nucleares que tenéis como hijos —le dijo mi tía a mis padres.

—Eso, ya es tarde. A dormir. —Ordenó mi padre.

Y así lo hicimos. Aunque me costó más de lo que pensaba quedarme dormida. Estaba súper nerviosa.

Cabe aclarar algo: a los chicos aún le quedaban como una semana de clases. Quiere decir que cuando volvamos ellos van a seguir en el instituto. Y yo tendré que ir con mi tía a ese mismo instituto para inscribirme a el año que viene. Lo que también quiere decir que... Tal vez me cruce con alguno de ellos. Ojalá y no. Pero no se sabe.

A la mañana siguiente me costó DEMASIADO levantarme. Tenía que estar despierta a las seis de la mañana y no me apetecía ni una pizca.

Me tenía que poner una ropa cómoda para el avión. Y opté por lo mismo que llevé aquel día en la montaña. Ese chándal gris que tenía igual que Jaden. Con un top debajo porque en Atlanta haría calor.

Me hice un moño bajo y me dejé dos mechones de pelo fuera. Ni siquiera me molesté en maquillarme.

Y ahí estaba, en un avión rumbo a Atlanta. Mi antiguo hogar.

Arii 🌺:

Holiiiss, esto no es capítulo, es como introducción a la segunda parte de la historia. Ahora empezaré a escribir el primer capítulo a ver si lo puedo publicar ahora, pero si no me da tiempo lo subiré mañana.

Besitoosss💋

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