CAPITULO 107: "LA DESPEDIDA"

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El día había llegado, Aleia abría los ojos poco a poco para finalmente ver al hermoso Omaticaya quien dormía plácidamente a su lado gracias al intercambio de camas que había hecho con su hermana. Junto sus labios con los suyos haciendo que el chico la sintiera y se despertara, comenzó haciendo movimientos con su boca dando inicio a un beso intenso pero lleno de amor.

-No me molestaría que los demás días me despierten de la misma manera- hablo el joven al separarse de ella provocando que sonriera ampliamente

-Primero que nada, buenos días y segundo hay que levantarnos, hoy me espera un intenso día

-Es verdad, ¿Nakoa ya sabe lo que harás?

-No he tenido el momento para decirle asique se enterará junto con los demás

-Entiendo- fue lo ultimo que dijo para que ambos junto a los hermanos de Neteyam se dirigieran a la carpa de sus padres para desayunar.

Una vez todos terminaron de comer y ordenar el desorden, la familia salió de la carpa encontrándose con el clan Mit'kante quienes estaban en la orilla de la isla junto a sus equipajes, varios Metkayinas estaban presentes al igual que Tonowari y Ronal.

-Aleia, finalmente apareces- dijo el padre de Nakoa al verla llegar junto a los Omaticayas- ¿Tienes una respuesta? Los tres días ya han pasado y queremos saber si tendremos a nuestro Olo'eyktan

-Si, lo tendrán- respondió ella, la joven se aproximo a cierto lugar con altura para quedar frente a ellos y la puedan escuchar- ¡Tendrán a su Olo'eyktan! Asumiré el cargo- dijo para voltear a ver a la familia Omaticaya, en especial a su chico, quien la observaba atento con sus orejas bajas y su cola en movimiento, estaba nerviosos a pesar de que Aleia ya le haya dicho lo que iba a hacer

-Buena elección- dijo el hombre- ¡Preparen todo para que tome su cargo! - exclamo el, rápidamente trajeron el traje típico del líder que le habían obsequiado, Ronal se acercó también para ser partícipe de la ceremonia al ser la tsahìk. El padre de Nakoa posiciono el traje en los hombros de Aleia dando así inicio a su cargo- ¡Aleia, la nueva Olo'eyktan del clan Mit'kante!- la joven vio como los na'vis agacharon la cabeza en forma de reverencia

-¡Como nueva líder!- comenzó diciendo Aleia- ¡Tengo mi primera petición hacia el clan! Quiero que respeten la decisión que tomare de aquí en adelante y la apoyen sin protestar, como Olo'eyktan veré por mi clan pero como Aleia veré por mí, es por eso que mi primer acto será darle mi puesto al mejor guerrero y na'vi que los liderara mejor que yo- los Mit'kantes se miraban unos a otros mientras se susurraban, Aleia volteo a ver a su grupo de amigos quienes le indicaban que debía continuar- Quiere otorgar mi lugar a Nakoa- el joven quien estaba entre la multitud se encontraba sorprendido, su rostro y sus orejas en punta lo decían- ¡Ven! ¡Sube! - exclamo ella, el chico miro a su alrededor antes de obedecer encontrándose con la vista de su padre que no parecía estar disgustado, estaba sorprendido pero alegre. Al estar al lado de su amiga no pude evitar agachar un poco las orejas y mirarla extrañado

-¿Qué haces?- le susurro

-Nakoa- dijo en voz alta para que todos la puedan escuchar- Eres el mejor guerrero que tiene el clan, te has criado con ellos y te tienen mucho aprecio, sé que te obedecerán y respetaran mejor que a mí. Eres fuerte y capaz de manejar cualquier situación por lo que quiero que tu tomes el cargo de Olo'eyktan, sé que serás el un buen líder- dijo quitándose el atuendo que tenía para colocárselo a el- y controlaras muy bien al clan, que Eywa te acompañe- hablo terminando de acomodar el traje, el chico la miraba entre feliz y triste, estaba alegre de que ella lo considerara fuerte y capaz de ser un buen líder pero triste porque eso implicaba irse con el clan y separarse de ella.

-Ten Nakoa- dijo Ronal entregándole un cuchillo, este la miro confundido sin entender el porqué de la entrega del objeto- El líder debe morir para que el líder pueda nacer- dijo la Tsahìk haciéndole entender a Nakoa lo que debía hacer, este volteo a ver a su amiga inmediatamente con ojos tristes

-Solo un rasguño, no hay problema- trato de tranquilizar a su compañero quien tomo el artefacto cortopunzante y lo levanto a cierta altura, luego lo bajo velozmente dejando una pequeña herida sangrante en su pecho. Rápidamente puso su mano en la herida de su amiga, Aleia imito su gesto colocando su mano en el pecho de Nakoa. Se miraron por largos segundos con ojos llorosos, Nakoa por su parte estaba triste por ella sin embargo Aleia lo miraba orgullosa.

-¡El nuevo Olo'eyktan del clan Mit'kante!- exclamo Ronal provocando gritos de festejos en el clan, el joven volteo a ver a su gente con el pecho inflado

-Es hora de irnos hij... perdón- comenzó diciendo su padre- es hora de irnos mi Olo'eyktan- corrigió, su hijo lo miro con una pequeña sonrisa antes de voltear a ver nuevamente a su amiga, se lanzó sobre ella dándole un abrazo

-¿Por qué no me dijiste sobre esto?- pregunto

-No tuve el tiempo, pero sabía que lo entenderías- le respondió

-Te extrañare mucho ¿Lo sabes?

-Lo sé, soy inolvidable- contesto ella haciendo que el chico riera, al separarse se quedaron mirando por un momento- yo igual te extrañare, pero esto es lo mejor para el clan y para nosotros

-Tu encontraste a tu familia- dijo volteando a ver a los Omaticayas- y yo tengo que cuidar a la mía- esta vez su mirada se dirigió a los na'vis quienes estaban subiendo a balsas que flotaban en el agua

-Ten buen viaje querido amigo, que Eywa los acompañe y encuentren un buen lugar donde vivir

-Me tratare de comunicar contigo cuando estemos bien, y claro todas las veces que puedan

-Estaré atenta a eso- fue lo ultimo que dijo antes de ver a su amigo alejarse de ella para subir a una de las balsas. Sus amigos y familia se aproximaron a ella para darle ánimos, no era fácil ver como el clan al que tanto busco durante toda su vida alejarse una vez mas de ella. Se aproximo a la orilla para tener mejor vista sobre el clan.

Las balsas ya estaban en movimiento sobre el agua, se alejaban cada vez mas de la isla, Nakoa volteo para verla ahí en la orilla de esta. La joven levanto sus manos fingiendo que tenia un arco y flecha en ellas para luego lanzarlo, el chico entendió rápidamente por lo que respondió tocándose el pecho con cara de dolor. Posteriormente este fingió levantar una lanza y tirársela, Aleia hizo como si hubiera llegado justo en su hombro. Luego volvió a su postura normal para ver como Nakoa se despedía con sus manos mientras desaparecía de su vista. La joven bajo sus orejas, su cola se entrelazo en su pierna y sus ojos contenían las lágrimas. Sintió como un brazo rodeo sus hombros.

-Vamos a la carpa, todo estará bien- era Neteyam. La joven lo volteo a ver con ojos tristes haciendo que el chico bajara sus orejas inmediatamente, no paso mucho para que el joven la rodeara entre sus brazos haciendo que ella rompiera en llanto- Tranquila corazón, te entiendo...en serio que te entiendo- dijo mientras acariciaba su cabeza la cual estaba escondida entre su cuello, Neteyam volteo a ver a los demás quienes veían la situación con preocupación- Aleia...escúchame- hablo separándose de ella para tomarla de los hombros y agacharse un poco para quedar a la altura de su cara- los dos sabemos que fue lo mejor, se que no la estas pasando bien en estos momentos y tienes todo el derecho de expresarte como lo desees, pero....¿No prefieres mejor estar en un lugar privado y no delante de todos?

-Vamos a la carpa- contesto limpiándose las lágrimas mientras se ponía en forma erecta para verse fuerte, Neteyam la rodeo con uno de sus brazos para llevarla a su hogar, tras de ellos iban todos los demás.

La Nueva Na'vi | Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora