La Nueva Na'vi | Neteyam Sully

CAPITULO 162: "APRENDER A RESPETAR"

Volvía a su hogar muy cansada, quería llegar y tirarse en la cama para poder dormir. Estar en pie desde muy temprano le había agotado sus energías y el día de ayer tampoco fue de descanso que digamos. Al estar cerca de la carpa escucho mucho ruido por lo que no dudo en avanzar más rápido, al entrar se encontró a Kiri sentada en su cama mientras observaba a sus dos hermanos discutir, Lo'ak parecía estar enojado y Neteyam algo irritado mientras lo miraba fijamente.

-¡Tienes que...!- exclamaba el menor

-¡Chicos!- llamo Kiri al ver a Aleia en la entrada. Ambos miraron primero a su hermana y luego a la dirección a la que está veía. Lo'ak tenso sus músculos al no poder terminar de decirle todo lo que quería su hermano. Neteyam por otra parte, volteo su mirada inmediatamente, no porque no quería verla, sino que quería darle su espacio en todos los sentidos por lo que trataba de evitarla de cualquier forma.

-Haz lo que te dije- finalizo el Omaticaya- que duermas bien Aleia- depósito un corto beso en su cabeza antes de salir, eso era extraño

-No preguntaré nada- hablo finalmente la chica- estoy exhausta y solo quiero dormir- dijo mientras caminaba a su lugar de descanso, saco la flor que tenía entre sus cabellos, la vio con una sonrisa al recordar a Tau antes de dejarla en una de las mesas que estaban junto a su cama. Se recostó en la misma dándole la espalda al Omaticaya, luego de un rato sintió como este imitó su acción.

El día siguiente fue una rutina parecida, despertar temprano, hablar con chicas con las que no había hablado para que vayan al entrenamiento, almorzar con los Sullys, visito por un corto tiempo a Tau en su horario laboral antes de ir a su entrenamiento. Al llegar pudo ver a más chicas en el lugar cosa que la puso contenta, su sonrisa se vio borrada al notar como un grupo de jóvenes se daban codazos el uno al otro mientras la veían de pies a cabeza y susurraban cosas que no le eran posibles escuchar, trato de no prestarles atención, siguió su camino con la frente en alto.

-Hermano mira cómo se mueven sus caderas- decía uno al ver cómo se aproximaba la Mit'kante

-Que linda verla venir, pero mi parte favorita es verla ir- dijo otro cuando Aleia les dio la espalda

-Que culo- pronunció un tercero, al mismo tiempo que termino de decir esas palabras una flecha cayó en el suelo. Todos miraron hacia adelante encontrándose con Neteyam bajando su arco con cara enojada.

-¡Ustedes tres serán mis conejillos de indias está semana!- comenzó diciendo el Omaticaya- ¡Y si alguien más le llega a faltar el respeto nuevamente a Aleia....o a cualquiera de nosotros!- corrigió de inmediato- ¡Se unirá a este trío de imbéciles!- Ao'nung asentía cruzado de brazos mientras miraba con ceño fruncido a su grupo, Neteyam observaba atento cada movimiento de los hombres mientras que su cola se meneaba de un lado a otro. Si estaba tratando de no meterse en los asuntos de la chica, pero no iba a ignorar este tipo de comportamientos, además era el quien debía reprender a los hombres si hacían cualquier cosa que no le agradaba. Aleia por su lado veía y escuchaba en total silencio, no sabía si tomarlo bien o mal su gesto, tal vez lo hacía porque nunca le han gustado ese tipo de comentarios y comportamientos en los hombres o por qué no quería que le faltarán el respeto ya que era una de las entrenadoras. O tal vez quería marcarla de alguna forma, no lo tenía claro- ¿Entendido?- cuestionó, pocos se pronunciaron con un "si", otros simplemente asentían- dije ¡¿Si entendieron?!- exclamó con mucha más fuerza

-¡Si señor!- respondieron al unisonó

-Bien, comencemos con esta mierda- le dijo a Ao'nung

-Yo quiero uno así- Aleia escucho como algunas chicas comentaban la situación

-Se veía tan ardiente gritándole a los demás- dijo otra

-Si es así de mandón que me mande a hacerle lo que quiera- Aleia no pudo evitar soltar una risita, estás chicas estaban bastante hormonales, pero no las culpaba. En algún momento estaba igual por Neteyam.