CAPITULO 188: "ME EQUIVOQUE"

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A la mañana siguiente, Neteyam despertó con un gran vacío a su lado, se le hizo extraño pues la chica no solía despertar tan temprano o mucho antes que él. Se dirigió a la carpa de sus padres donde encontró a toda su familia reunida pero no había rastro de Aleia, sentía algo extraño en el ambiente, había una sensación dentro suyo que no sabía bien que era.

-¿Y Aleia?- fue lo primero que dijo al ingresar, Kiri inmediatamente bajo su mirada

-Debió haber ido a entrenar con sus alumnos pequeños- respondió su madre

-¡Oh tienes razón!- exclamó Neteyam saliendo en busca de la chica

Fue a la playa, camino y camino hasta que vio dos pequeñas figuras sentadas en la arena, miro a su alrededor y no había nada que se relacionara a Aleia, esto estaba raro, ella no dejaría a sus pequeños aprendices esperando.

-Hola chicos ¿Aleia aún no llega?- ambos niños negaron con la cabeza- bien, creo que hoy no hay entrenamiento, vuelvan a sus hogares

-Ella dijo eso- pregunto Suyay, el Omaticaya pensó un poco antes de responder

-Digamos que si

Regreso a su hogar confundido y esperando ver a la Mit'kante ahí, pero lo único que pudo notar fue que sus cosas ya no estaban, las maletas que habían dejado en una esquina abandonadas no estaban. Reviso cada cajón del lugar, pero ningún objeto perteneciente a ella encontró, esto lo desespero, fue de inmediato hacia la carpa de sus padres.

-¡¿Dónde está ella?!- le pregunto con desesperación a su hermana quien lo miraba con tristeza y lágrimas en sus ojos- ¡¿Dónde está?!- volvió a repetir, los padres estaban atentos, no sabían lo que sucedía

-Tuvimos otra visión- comenzó diciendo entre sollozos haciendo que Neteyam hiciera una mueca- ella tenía que irse- los padres se miraron entre ellos con orejas bajas mientras que Neteyam arrugó su nariz y mostraba sus dientes molestos para luego salir del lugar- ¡Hermano!- lo llamo pero fue en vano

Tres días habían pasado, el Omaticaya se sentía bastante mal, el amor de su vida se había ido y no se había despedido de el de la manera correcta, no le tuvo confianza para decirle que debía volver a irse. Le dolía el hecho de que se fuera a escondidas y no el motivo del porque se fue, la primera vez que ella se fue no lo entendió, le costó bastante comprender que fue una misión que Eywa le había dado, pero finalmente lo entendió. Ahora igual lo entendería si se lo hubiera dicho, hubiera hecho que su despedida sea maravillosa y llena de promesas, pero ella decidió por los dos que fuera diferente, eso lo lastimaba.

-¿A dónde vas?- pregunto Tuk al ver a su hermano ponerse de pie

-Iré a una de las islas a pensar- respondió el tratando de sonar bien

-¿Puedo ir?

-No Tuk- dijo con orejas bajas- es mi lugar especial, debo ir solo

-Todos tienen un lugar especial menos yo- comentó algo de caída, su hermano se acercó beso su frente para luego salir del lugar

Se dirigió hacia la playa donde llamo a su Ikran que tardó un poco en llegar, estaba viendo que su silla estuviera bien puesta para subirse en él, estaba concentrado hasta que escucho cierta voz.

-Te dije que se volvería a ir- reconocería esa molesta voz a dónde fuera

-Nasha no necesito de tus tonterías ahora- respondió subiéndose al animal, la chica se aproximó a él para acariciar una de sus piernas

-No son tonterías, te venía a dar mi apoyo- contesto haciendo que Neteyam bajara sus orejas y cerrara sus ojos- sabes que yo nunca te haría daño y en serio me molesta verte así de mal...otra vez- el chico abrió sus ojos para ver con el ceño fruncido y por un largo tiempo a la chica sin decir ni una sola palabra

La Nueva Na'vi | Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora