-Necesito más extensión Harley. - Dijo la profesora Crystal. -De nuevo por favor.
Regrese a la esquina de donde había partido, la música clásica comenzó de nuevo, avance, tres pasos en puntas, una pirueta triple, un salto y extensión de piernas. Caí en puntas de nuevo y agradecí.
-Perfecto, eso fue perfecto. - Ovacionó la profesora. -Si sigues así tendrás grandes oportunidades. Un par de veces más por favor Harley.- Pidió la profesora con una gran sonrisa en su rostro.
Me llenaba de tanta alegría saber que lo estaba haciendo bien. Mi musical era en muy pocos días, era el recital de Ballet más importante de mi vida, hacer la presentación perfecta significaría tantas cosas... Nuevas oportunidades, el inicio de muchos sueños por fin cumplidos, el orgullo de haberlo hecho bien, y el más importante, poder pertenecer a una de las mejores compañías de Ballet e incluso debutar en alguna obra de Broadway. El lago de los cisnez comenzó de nuevo y yo me coloqué en mi lugar. Comencé mi rutina de nuevo, esta vez con toda la pasión que sentía dentro de mi, baile con el corazón, sentí la música. Por un momento pensé que estaba sola en aquel estudio, aquel vals me envolvió, me convertía en la música.
Después de 6 horas de ensayar, ensayar y ensayar la profesora Crystal me dio un descanso. Me senté en el piso mientras tomaba un poco de agua.
-Harley. -Llamó la maestra.
-¿Si?- Me incorporé y la miré atenta.
-El día del recital, no sólo necesito precisión, también necesito perfección. Por nada del mundo te des concentres, baila con el corazón, no con la cabeza, solamente piensa en el momento, en el mejor momento de tu vida, en nada más que eso. - Bajé la cabeza y asentí, después miré a mi profesora y ella me sonrió.
-Lo haré, no la voy a decepcionar. - Le dije y me envolvió en un cálido abrazo.
-Tu madre estaría muy orgullosa de ti. - Asentí y la profesora Crystal se enjugo unas pocas lágrimas.
-Bien, ya es tarde y creo que necesitamos ensayar antes de que anochezca.- Dije a la profesora y ella asintió dando la indicación al pianista.
-Un, dos, tres.- Dijo pausado y comencé.
-Así que en un par de días. ¿Eh? - Asentí. - ¿Qué se siente?- Me preguntó.
-No lo sé, se siente tanta emoción, siento un gran vacío en el estómago. Siento nervios y euforia, no sé son sentimientos tan mezclados.- Moví la cabeza de derecha a izquierda. -¿Y?- Pausé.-¿Vas a ir a verme?- Nos detuvimos y el sonrió.
-Obviamente, no puedo perderme el día más importante para mi novia.- Mike besó mis labios y sonrió de nuevo.
Amaba la manera en la que sonreía cuando nos besábamos, era una sonrisa especial, era una sonrisa sólo para mi.
-Bien, entonces te espero ahí, es en el auditorio de Sidney, a eso de las ocho de la noche.
Perfecto, ahí estaré.- Mike pasó las manos por mi cintura y me acercó a el. - Te amo.- Dijo y frotó su nariz delicadamente contra la mía. - Juro que ahí estaré.
- Perfecto, tendrás un lugar especial. En primera fila. - Dije y besé a Mike de nuevo. Estaba más que lista para esto.
