Leslie miró al moreno completamente enternecida, Calum le había confesado su amor por aquel chico nuevo y Leslie no sabía de que otra manera responder a aquel arranque más que con un gran abrazo.
La chica abrió sus delgados brazos llamando así la atención del moreno.
-Gracias.-Se acerco el chico y se dejó consolar por la chica de rulos.-En verdad gracias por escuchar.
Pero no recordaron que a veces las paredes también escuchan.
Por la noche, Michael descansaba en su habitación mientras escuchaba un poco de música, en el ordenador se podían contemplar videos de Nirvana. Un fuerte golpe lo obligo a ponerse en guardia, tomó el bate de basseball, se acercó cauteloso a la ventana y de inmediato una piedra golpeó el vidrio. Mike abrió y se asomó por ella, más no vio nada.
-¡Michael!-Le gritaron y el se volvió a la ventana.
-¿Calum?- Se preguntó el.
-Sí, ¿puedo entrar?
-Claro.
Calum comenzó a subir por la enredadera de Mike con mucho cuidado, al llegar al pie de la venta Mike le sonrió y le preguntó.
-¿Qué haces aquí? Son las 2 de la mañana.-El chico se sentó al borde del marco de la ventana y sonrió de vuelta.
-No podía dormir.-Respondió y se incorporó tomando camino hacia la cama del teñido.
-Yo tampoco.-Confeso Mike.
-¿Te gusta Nirvana?-Menciono Calum.
-Me encantan, son increíbles, mi canción favorita es Lithium.- Expresó conmocionado Mike.
Calum se sentía diferente sentado en la cama frente a ese chico, había escalado ventanas mil veces, cuando Leslie le gustaba el había escalado millones de veces la ventana de la chica con el pretexto de que eran mejores amigos, o que Calum necesitaba ayuda con álgebra; Pero esta vez era diferente.
No había subido para tocar los senos de una chica, o por que estuviese jodidamente caliente. Esta vez había subido porque tenía la necesidad de sentir los labios de Mike sobre los suyos una vez más.
-Te amo.- Pronunció el moreno en voz baja, su corazón se acelero en cuanto vio la expresión de su... Amigo.
-Yo también te amo Calum.- Devolvió el chico blanco con una sonrisa triunfal.
Calum se acercó con suma delicadeza, y posó sus labios sobre los de Michael, se movían a un compás lento, tierno; como si se necesitaran el uno al otro. Pensaron que era un momento perfecto y completamente feliz.
Pero entonces la puerta se abrió revelando una sombra que de inmediato le heló la sangre ambos muchachos. Aquella sombra se quedó como estupefacta en el umbral de la puerta, como sopesando el acontecimiento.
Mike cubrió su cabeza, intentando despertar, porque aquello no podía ser más que una pesadilla.
Habían pasado apenas segundos, y para Calum habían sido años, expectante a cualquier cosa que estuviese a punto de pasar miró a Michael quien estaba aterrorizado.
La sombra avanzó hasta estar dentro de la habitación también.
-¿Michael?-Dijo una voz suave, era la voz de una mujer.- ¿Qué hiciste?
-Mamá, por favor no es lo que tu estas pensando, en verdad es que yo...
-¿Quien es tu amigo?- Preguntó la mujer de cabellera rubio, de más o menos 46 años de edad, mientras veía fijamente a Calum.
-El es Calum mamá, lo conocí en la escuela.
-Mucho gusto, Calum, Calum ¿Hood?- Dijo la madre del teñido dejando a Cal paralizado por aquella sorpresa.
-Si, Calum Hood para servirle.-
-Conozco a tu madre.-Explico la madre de Mike.-Me llamo Karen, tu madre y yo solíamos ir juntas a la universidad.
-Oh, ya veo, creo que si he escuchado su nombre repetidas veces.-Asimiló Calum aún nerviosos y sin saber como actuar.
-¿Qué haces aquí tan tarde?-Preguntó Karen al moreno.
-Bueno, vine a charlar con Mike a cerca de la clase de Química y como hemos terminado decidimos ver videos de Nirvana.- Justificó Cal esperando que Karen no hubiese visto nada.
-Ya veo, estaba tan oscuro que me costó trabajo entrar a la habitación de Mike, no se ve absolutamente nada, bueno ahora te veo un poco más claro porque ya nos hemos acostumbrado a la oscuridad, pero inicialmente no podía ver nada. Por eso entre, porque no podía hallar a Mike. - Concluyó Karen calmando, sin saberlo, los latidos acelerados de su hijo.
-Bueno, es tarde y mamá debe estar buscándome, es mejor que me retire.- Calum dijo mirando a Michael.
-Fue un gusto conocerte Calum.- Dijo Karen alegre de conocer al fin un amigo de su hijo.
-El gusto fue mío. Nos vemos mañana en clases Clifford.- Sentenció Calum y se despidió de ambos.
-Si, adiós.-Karen acompañó a Calum hasta la puerta y lo despidió alegremente.
Michael aún estaba nervioso, eso había estado muy cerca. Y no le gustaría saber que hubiese pasado si hubiera entrado su papá en el lugar de su madre. Karen le dio un beso de buenas noches.
-¿Cómo entró tu amigo?-Prguntó su madre.
-Por la ventana.-Confesó Mike.
-Te gusta ese chico,¿no?- Mike volvió rápidamente la cabeza hacia su madre anonadado por lo que acababa de salir de aquella boca. -No me puedes mentir cariño, soy tu madre y te conozco a la perfección. También sé lo que pasó con aquel otro chico.-Dijo Karen tranquila, como si no la afectara en lo absoluto saber que su hijo era gay.
-Si, me gusta mucho ese chico mamá.-Dijo Mike con las lágrimas cayendo de sus ojos.
-No te preocupes, nadie más va a saberlo.- Karen abrazó muy fuerte a su hijo calmando los acelerados latidos de su corazón. Se puso de pie y se dirigió a la puerta. -Pero para la próxima, no se besen frente a la puerta cariño, sean más cuidadosos.- Karen dijo y cerró la puerta al salir de la habitación, dando a entender a Mike un montón de cosas; que si los había visto, que aceptaba su preferencia, que aceptaba a Calum, y que habría una próxima vez.
Mike estaba feliz, pues su madre lo había aceptado. Ahora el problema sería su padre, pero pensándolo mejor. ¿Quién dijo que su padre tenía que enterarse?
