Era sábado, 10 de Noviembre, 2015. El viento era frío y me calaba los huesos penetrando mi grueso abrigo. Nunca había sentido tanto frío en Noviembre. En mi mano derecha sostenía una maleta muy grande, mientras que en la otra sostenía un boleto con destino a un lugar nuevo y desconocido para mi y para el amor de mi vida, comenzaremos de nuevo, una nueva vida sólo nosotros dos. Solamente faltaba que el llegara y todo estaría listo. El vuelo salía en 4 horas pero Luke decidió que era mejor adelantarnos un poco, o por lo menos yo. El dijo que estaría aquí por lo menos a las 2 en punto de la tarde, justo 2 horas antes del vuelo. Me senté en la sala de espera.
Espere una, dos, tres horas, Luke no llegaba, no atendía el móvil,nada, no respondía. Estaba comenzando a preocuparme, ¿y si algo le había sucedido?.
Tomé mis maletas lista para dejar el aeropuerto cuando una voz llama mi nombre.
-Bri.-Dijo Mike mientras corría hacia mi.
-¿Y Luke?-Mike bajó la cabeza.
-El no va a venir Bri.
-¿Por qué?
-El....-Pausó y sus ojos se llenaron de lágrimas.-Es mejor que lo veas tu, perdóname no tengo el valor para decírtelo.-Señaló el televisor de la sala de espera.
Mi corazón se detuvo, mis ojos se llnaron de lágrimas, mi pecho me dolía, la cabeza me iba a explotar, caí rendida sobre mis rodillas. Cubrí mi boca con la plama de mis manos y me solté a llorar, así sin más. Llorar por el, por que no podía creer lo que veía en aquel televisor. El no, no podía ser el.