Harry Potter y el genio de la lujuria

Capítulo 23 : El día libre de Desiree

Genio 23 Desiree

Desiree: Salma Hayek ambas de 18 o 30 años

Nymphadora Tonks: Natalie Dormer

Amelia Bones: Christina Hendricks

Comienzo

Desde que regresó al número 4 de Privet Drive, Harry había pasado los primeros días follando con Desiree todas las mañanas, tardes y noches. Incluso después de un gran y desordenado sexo, tenía que caminar con Desiree al baño en el mismo piso y había sido atrapado por Dudley o Petunia un par de veces. Ni siquiera parpadean ante la desnudez de Desiree o la única vez que tuvo su semen goteando de su cara. Su familia simplemente saludaba con la mano mientras la llevaba a la ducha que siempre terminaba con otro polvo húmedo y salvaje. Todo el ruido en la ducha nunca resultó en un grito de enojo para detenerse ni nada. Fue un agradable cambio de ritmo a los gritos habituales que acompañaban a sus familiares.

La indiferencia de su familia hacia Desiree fue inesperada. Estaba tan preocupado de que lo atraparan la primera vez que se aventuraron a salir de su habitación, pero Desiree le dijo que no tenía nada de qué preocuparse. Realmente no parecía importarles que estuviera follando en su casa. Fue en ese momento que Desiree decidió no decirle que no había insonorizado la habitación para que toda su familia pudiera escuchar cada gemido y palabra que salía de esa habitación. De hecho, con las ventanas abiertas, toda la calle probablemente podría oír.

Alrededor de la mitad de la semana, Harry y Desiree finalmente habían tenido suficiente sexo hasta el punto en que Harry decidió sacar a Desiree de la habitación. El único problema era que no podía andar besándose y coqueteando con una mujer que parecía tener treinta y tantos años. Una mujer que tenía el pelo negro como el azabache que conducía al mejor par de tetas de toda la ciudad y una figura que atraería la atención de todos los tipos al pasar. Lo cual era un problema con ella pareciendo el doble de su edad, mientras que no sería tan extraño en el mundo mágico, todavía era un tabú en el mundo muggle. Fue en ese momento que tuvo que explicarle que la palabra muggle tenía leyes donde los adultos no podían tener relaciones con personas menores de edad.

Desiree no supo cómo reaccionar ante esa noticia. Una parte de ella estaba feliz porque había tenido maestrías en el pasado que le gustaban a sus parejas demasiado jóvenes. La otra parte de ella pensaba que los niños se convertían en hombres antes de lo que decía la ley. Tuvo miles de años para ver que los niños se convertían en hombres alrededor de los catorce o quince años. Harry ya era un hombre y ha complacido a muchas mujeres mayores. Harry incluso había matado a un hombre antes, lo cual generalmente era una tradición guerrera que indicaba la edad adulta. Por esos hitos clasificaría a Harry como un adulto. El mundo mágico tampoco parecía tener la misma fijación con la edad. No era tan tabú para una mujer mayor acostarse con un hombre más joven porque Harry pudo hacer un movimiento con varias mujeres mayores sin ningún problema.

Con un poco de convencimiento, Desiree finalmente concedió el deseo de Harry y cambió a su cuerpo de diecisiete años. Su altura de 5' 3" luego se redujo a 4' 11" ahora era una cabeza más pequeña que Harry. Sus senos también se habían reducido de una agradable y completa doble o triple D a una respetable copa C completa que incluso se veía grande en su pequeño cuerpo. Su voz también había cambiado de profunda y sensual a un tono más alto. Habían pasado miles de años desde que ella tenía esta forma. Por lo general, cuando los maestros deseaban que ella fuera joven, era mucho más joven que esto.

Harry todavía estaba impresionado por su belleza cuando era adolescente. Se imaginó que ella era la chica más hermosa de todo su pueblo o ciudad en su día. "Eres hermosa."

Desiree se sonrojó por su cumplido y pudo ver que su nueva forma comenzaba a excitarlo. "¿Quieres una 'pelusa' rápida antes de que nos vayamos?" Dijo follar con un acento británico fingido, siempre encontrando esa palabra graciosa para describir follar. Si bien solían ser palabras diferentes para ese acto, a ella le gustaba follar más. Simplemente salió de la lengua y pudo mojar su coño cuando pensó en follar a su amo.