Un año después
—¿Dónde está, Kiara?—insiste Alex y ruedo los ojos
—Que no lo sé, Alex—repito—. No hablo con él desde hace una semana, no sé absolutamente nada de cómo está o cuál es su paradero.
Christopher se escapó. No sé a dónde, no sé cómo. Simplemente me llamó para informarme lo que iba a hacer y decirme que cuando estuviera ahí me llamaría.
No pienso delatarlo sin importar cuánto insista Alex para que le suelte información; es mi novio, pienso protegerlo todo lo que pueda.
—Hija, si sabes algo es mejor que lo digas—me habla papá pasando su mano por su cabello rubio y ruedo los ojos
Mi padre tiene aprecio por Christopher, sé que está preocupado, y el hecho de que sea mi novio y pueda afectarme de alguna forma lo que hace, lo preocupa aún más.
—Ya sabía yo que Christopher no era buen partido para ti—se queja mi madre y aprieto mis manos en puños
Es más que obvio que a mi madre no iba a gustarle Christopher; no solo por no ser árabe, sino por la reputación que tiene tanto en la FEMF como en el bajo mundo.
Ella desaprueba mi relación, lo admite abiertamente y es algo que me molesta; tengo diecinueve años y el derecho a decidir quién carajos es mi novio, pero ella cree que todavía estamos en su país y que lo adecuado es que ella escoja un novio para mi.
—Mamá, te agradecería que por primera vez en tu vida dejes de presionar y disgustarte solo porque no seguimos tus tradiciones—la miro—. No es el momento para que expreses tu desagrado por mi novio; todos aquí estamos preocupados mientras tú insistes con eso.
—Insisto en que te volviste loca al aceptar tal ridiculez—bufa y niego considerando ignorarla
Mi celular suena con un número desconocido y mi corazón empieza a latir con rapidez mientras descuelgo la llamada
—Hola—saludo bajo las miradas atentas de mis padres
—Sé que Alex está ahí, no importa que sepa que soy yo—la voz de Christopher me hace suspirar
—¿Dónde estás?—hago la pregunta que los pone a todos alertas
Mi padre intenta quitarme el celular y me aparto lanzándole una mala mirada que lo hace levantar las cejas con sorpresa.
—Italia—me responde Christopher y frunzo el ceño—. Con Antoni.
—¿Te volviste loco, Christopher?—cuestiono—¿Qué haces con él? ¿Qué pasó?
—No te preocupes, Malika, voy a estar bien—su voz se suaviza y suspiro—. Iré a verte pronto, o quizás tú vengas aquí.
—No me jodas—mascullo haciéndolo reír—. Por favor prométeme que vas a cuidarte.
—Lo haré.
—Te amo—suspiro—. Te amo.
—Te amo, te llamo luego.
Cuelgo la llamada y respiro profundo antes de mirar a mis padres junto a Alex que esperan por una respuesta de mi parte.
—Está en la mafia—les informo y se tensan—. Yo... no sé qué decirles, él toma sus decisiones y no hay forma de hacerlo cambiar.
—Es un idiota—masculla Alex—, no puedo creer que esté haciendo tal estupidez.
—Como sea, ya tienes tu respuesta—me encojo de hombros—. Me voy a la central, adiós.
***
Dos semanas después...
—Hola—me lanzo a los brazos de Christopher cuando entra a la sala y él de inmediato une nuestros labios en un beso profundo y fogoso que me hace jadear
—Estás loca por venir aquí—dice sobre mis labios y sonrío
Estoy en Italia, no pude resistirme a venir a verlo, asegurarme personalmente que estaba bien y no le había pasado nada.
Llegué de sorpresa y llamé a Christopher para que me dijera dónde estaba su llave de repuesto, así que hace un rato que me instalé en su lindo departamento.
—¿Yo estoy loca? Tú no te quedas atrás—dejo un casto beso en sus labios—. Le dije a mis padres de que iría a visitar a Mohamed.
Mohamed se ha vuelto mi mejor amigo, ha sido mi respaldo en muchas de estas situaciones y siempre me cubre cuando me escapo para ver a Christopher.
—Genial—rueda los ojos y río—. Antoni sabe que estás en Italia, pero quiero que te mantengas alejada, no es bueno que ponga tus ojos sobre ti.
Sé que Antoni no debe verme, eso es algo que tengo en mi cabeza desde que tomé el avión para venir aquí; Christopher puede estar de su lado, pero yo no lo estoy y teniendo en cuenta mi rango, no quiero relacionarme con los Mascherano.
—No es que quiera conocerlo—me encojo de hombros—. Pero en verdad quiero saber, ¿Por qué cambiar de bando? Esto es una locura
—Estoy harto de Alex y la mierda de la FEMF—rueda los ojos
No es un secreto para mi que Christopher le genera repudio la presión de la FEMF y todo lo que representa ser hijo de un ministro. Así que de cierta forma no me sorprende su decisión
Sé lo que es Christopher, sé lo poco que le interesa el mundo y pertenecer a este lado de la ley. ¿Eso cambia algo en mi? Absolutamente no, y pueden creer que estoy loca, pero me importa una mierda de qué lado esté él, lo amo y eso es todo.
—Bueno, yo tengo una buena noticia—muerdo mi labio tirando de su mano para sentarnos en el sofá—. Sabes que hace un mes hice la prueba para entrar en la división Alpha de la FEMF.
La división Alpha es el punto más alto que hay entre los soldados de la FEMF. Los soldados que pertenecen a ella son entrenados como máquinas, no pueden tener margen de error y la razón para ello es que ellos tienen el trabajo de acabar con los criminales más peligrosos con los que tratamos.
Cada central de la FEMF tiene un edificio exclusivo para este reducido grupo de soldados, y ellos pocas veces se relacionan con el resto, por lo que siempre se les ha categorizado como "los asesinos a sueldo de la FEMF".
—Si, estuviste semanas entrenando en el Mortal Cage sin que tus padres lo supieran—asiente apartando un mechón de mi cabello rubio de mi rostro
No solo entrenando en el Mortal Cage, Christopher también estuvo entrenando durante horas conmigo hasta perfeccionar cada jodido movimiento. Y sé que para él es tan importante como para mi el que yo entre a la división Alpha.
—Pues entré—suelto y me mira un par de segundos antes de sonreír con orgullo—. En dos meses me voy a Moscú, aún estoy en shock.
Yo no entré a cualquiera, entré a la mejor; la división Alpha de Rusia, lo que me obligaría a irme a Moscú para comenzar de nuevo allí.
—Ven aquí—tira de mi cuerpo para sentarme en su regazo y deja besos en mi mejilla haciéndome reír antes de que una nuestros labios en un beso lento—. Felicidades, Malika, lo mereces.
Christopher me alentó a hacer la prueba para entrar en la división, él siempre creyó que yo tenía el potencial para ser esa clase de soldado y el día de hoy me alegra mucho haberlo escuchado.
—¿Irás a mi entrega de la medalla?—muerdo el interior de mi mejilla mientras paso mis dedos por su cabello
—Iré, no voy a perdérmelo—se inclina a besar mi cuello y sonrío sintiendo mi cuerpo encenderse
El mero roce de Christopher logra encenderme, eso es algo que siempre me ha sorprendido y me fascina.
—Te extraño—sus manos empiezan a desabotonar mi camisa y jadeo rozándome contra su miembro—. Es una mierda no poder tenerte todos los días, Malika.
—Pronto estaremos juntos, te lo prometo—dejo que me quite la prenda revelando la ropa interior de encaje de la que se deshace rápidamente—. De una u otra forma, lo estaremos.
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Destined
FanfictionElla es como un dios, todos se inclinan ante ella para venerarla. Él es una bestia, todos se inclinan para pedir clemencia Ambos hechos para poner el mundo a sus pies; destinados a estar juntos sin importar las piedras en el camino.