Cuando Jennie rodaba me daba tiempo para poder salir a la calle y tomar un café, pues para ese momento las señoras estaban grabando todo el tiempo, así que empecé a dar caminatas por el pequeño barrio de personas acomodadas, pues parecera estúpido pero me gustaba ver las casas grandes con jardines muy bien cuidados.
Apesar dé eso paseos la ambición en mi no sé volvió mala, era una joven con ambiciones pero no eran oscuras. Un día como de costumbre caminé hasta un parque cerca de la mansión de Jennie me senté en un lugar, frente a una resbaladilla para poder ver a los niños jugar. Veía como un niño de abrigo azul con cabello rubio y otro de cabello castaño discutían por quién bajaba primero, no tenía pensamiento alguno sólo era divertido, el castaño levantó su mano y golpeó al rubio.
—Eso debió doler— dije para mí. El rubio empezó a llorar por unos minutos
—¡Vamos es tu oportunidad!— Dije en mi mente al ver que el castaño se quedaba mirando al rubio llorar cuando podía descender de la resbaladilla.
—¿Que haces? — dije para mí, debí verme graciosa en ese momento. Entonces el rubio reaccionó y le dio un golpe al castaño para después descender por la resbaladilla.
—¿Que, vamos? —-discutí en susurro como si me fuera a ponerme atención, el golpe no fue tan fuerte, porque el castaño solo observó como el rubio bajo para después hacerlo él.
—Talvez te diste cuenta que no tenía sentido la discusión— supuse viendo al menor de cinco años. Me cruce de brazos y arrime mi espalda al asiento, buscando algo entretenido para ver.
—¡Mierda!, ¡Que no soy capaz...!, soy la única capaz entre todos esos hijos de puta— escuché gritar a una mujer que vestía un hermoso bleizer también un pequeño sombrero y con unos tacos altos hermosos.Se sentó a mi lado con un cigarrillo en la boca, mientras rebuscaba en su cartera un encendedor, maltratando la prácticamente.
—¿Mal día?— hablé. Al parecer la mujer no se había percatado de mi presencia, pues se sorprendio al escuchar mi voz. Primero me miró, después volvió a su cartera y respondió, ya con su encendedor en mano.
—Mal día no es suficiente; pésimo, horrible, desastroso, ¡Una mierda! — dijo gritando al final que hizo resonar mis oídos.
—O ya veo... ¿discutió con su novio..? — pregunto.
—No, nada de eso, es mi trabajo... Trabajo para una editorial de revisitas cómo asistente de la directora que solo consigue hacer que mi paciencia acabé—. Soplo el humo del cigarro, eso hizo que contuviera la respiración por unos segundos.
—¿Porque? —.
—Trenddy es una revista de modas, deberían hablar de la moda de verdad, pero solo escriben artículos mediocres de cuánto cuesta el zapato o quien lo uso, no resaltan la esencia del estilo, lo que transmite—. Para ése momento yo tampoco entendía esas palabras, ni siquiera me importaba hacerlo.
—Pues yo sólo veo ropa— respondí sin imaginar quien sería.
—¿Cuál es tú nombre? — me pregunta.
—Pranpriya, pero dime Ponpak—.
—Pareces muy joven— añade.
—Sí, tengo dieciséis años— añadí. La mujer vuelve a inhalar el humo del cigarro y dice.
—Bien Ponpak, ¿No has escuchado la frase como te ven te van a tratar?—.
—A... si - dije sin mostrar mucho interés.
—Eso es Ponpak, la ropa no es solo ropa es tu esencia, lo que representa esa parte de ti que quieres que el mundo vea, la moda, la belleza son herramientas que necesitas para poder conseguir el pasé a mucho éxito—. Habla, mientras se ponía de pie señalándome con su cigarro.
—Lo tomaré en cuenta— respondo manteniéndome bajo la misma ignorancia.
—Eso espero, bueno fue un gusto hablar contigo Ponpak—.
Me da la espalda pero antes de irse le preguntó
—¿esperé cuál es su nombre?—.
—Kim Jisoo— me dice con una sonrisa y luego desapareció .
—Kim Jisoo— repetí.
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la musa
FanfictionEn una época no muy lejana de la historia de humanidad. Gracias a una trágicas historia de amor la moda revolucionó, Lisa una joven con un gran talento en la moda, a pesar de que pareciera no ser lo suyo es descubierta por Jisoo una escritora, perio...