la musa

cap 31

—sabés no debés preguntarte por eso de todas formas Jennie te escogió a tí – era cierto, Apezar dé los miles de herrores que cometimos, no había duda que las dos nos ambamos.
— pero tengo miedo a no complacerla como ella desee en la cama – jisoo no me podía culpar por eso era una niña de diesinueve años con una pequeña inseguridad.
— claro que lo harás – jisoo me sonrió creo.
— ahora sal de mi casa, – me levanta del sofá para caminar a la salida.
— necesito escuchar tu historia después de haberle hecho el amor a la actriz más famosa del mundo – me serró la puerta en la cara.
Jisoo siempre alagandonos sin aún conocer el futuro.
Entonces fuí corriendo a la casa de jennie, ya eran las siete dé la noche, no se Dios o el universo destino ésto pero se pusieron descuerdo para que está noche sea definitivamente la primera vez que ella y yo tengamos relaciones.
Porque cuando llegue a su gran mansión, la llamé y no respondía subí al baño y estaba hay en su baño de espumas completamente desnuda, Jennie me hizo saber que también podía ser tímida, los nervios hicieron que me pusiera de espaldas.
Incluso apunto de irme pero me llamo
— quédate –; me lo dijo así tan claro.
— si no hacemos ruido no nos escucharán los sirvientes – dijo después.
Trague saliva y e hice un puño suspiré ajitada, ya estaba aquí era el momento pero no podía evitar estar nerviosa.
Niciquiera me dí cuenta de que no me quité el abrigo, la miré y lo hice, seguí con mi vestido y la ropa interior.
Hasta que me senté en aquella tina para compartir ese baño de burbujas
— estás nerviosa – negué enseguida.
— yo también – olvidó que Jennie también me conoce.
Claro que estaba nerviosa, se me tomaba en la cara además era la primera vez que estaba desnuda con alguna mujer enfrente.
— estás muy lejos – se acerca a mí,
— adónde fuiste —dice mientras se sienta en mis piernas, mis manos podían tocar con libertad está vez la misma intimidad que tube tantas ganas.
— a casa de Jisoo –: ya estamos desnudas no podía mentir en eso.
— pará que –.
Era vergonzoso decirle a tu novia que corriste a pedir consejos a tu amiga para poder darle el mejor placer.
— quería hacerle preguntas sobre...– jennie se rio dió una carcajada de la terminé contagiada, y sin darme cuenta puse mi mano sobre su estamago.
— entonces muéstrame lo que enseñó _ soltó.
Mi cuerpo ardía mucho mís manos temblaban y mi corazón latía.
Lentamente moví mano más abajo de su estómago introducje los dedos dentro de su intimidad.
Se sentía también tocar ese lugar tan cálido y húmedo, empecé a oír los pequeños suspiros de Jennie acariciando mis mejillas para mover su cintura al ritmo de mis dedos.
— Ah, sigue hay lo haces bien – recosté mi mejilla sobre su cabeza mientras la acariciaban, ella se movía también sobre mis piernas mientras acariciaba con mi pulgar su clítoris, se sentía también,
— Ah – se le escapó un pequeño grito de placer y tapó su boca al instante.
— creo que mejor debemos ir a mi habitación- confesé.
Nos miramos con una sonrisa, y nos levantamos de la tina para salir corriendo a mi habitación en vueltas en tuallla, también procuré tomar mi ropa .
Cuando llegamos cerré dé prisa la puerta con seguro Jennie se recostó sobre la cama, volteó a verla está con ésa horrible tuallla café, es horrible así que debía quitarla.
Me abalance sobre ella y empecé besando su cuello, mi se deslizó por su cuello, haciendo subciones con su piel, pero cuando llegue a sus pechos, no sabía cómo hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Pero cuando metí su pecho dentro de mi boca y empecé a succionarlo no quería parar, Jennie se retorcía bajó de mi sus manos acariciando mi espalda mientras nuestras piernas de enredaban.
— ja....– me gustaba mucho cuando se aferraba a mi al no poder contanto placer.
No parecía mi primera vez, porque Yo estaba deseando ese momento por mucho tiempo, así que dejé que mi imaginación haga lo suyo.
Me puse sobre ella, abrí sus piernas, me puse enmedio y empecé a mover mi cintura para que nuestra intimidad chocará con de ella.
Jennie se apollo sobre sus codos también empezó a mover su cintura, con su boca abierta soltando algunos gemidos.
— ja, ja...Ah – estiro su cuello para tras dejó caer su cabeza sobre la almohada, para atrugarla, la recuerdo muy inquieta en ése momento.
En mi cuarto resoplaban ésos suspiros de Dos cuerpos desnudos, de mujeres amándose con locura, los sonidos de la cama siendo sacudida, era un paraíso.
Cuando yo yá no puede me Heche a su lado ella sonrió, y con una sola palabra hizo que toda esa inseguridad se me olvidará
— me exitas tanto, que no quiero parar – mordiendo sus labios.
Parpadee dos veces y la besé comí su boca muy desesperada, succione la parte inferior de su labio, ya me había dado el control por mucho en ése momento, así que me puso abajo suyo desde dió hasta mi intimidad empezó a meter su húmeda lengua dentro de mí.
A sacudirla de lado a lado, tanto que podía escuchar los sonidos húmedos de su saliva y mis fluidos chocar, me sostuve de la cama con los ojos cerrados, después levanté mi rostro para mirar a sus ajos debajo.
— mmmm –: gemía.
Lo hacía también, en ese momento no parecía una joven a la que le gustase Ser dominada por un hombre.
— Ah – me vine ella se puso sobre mi para besarme, entonces fue hay donde volví a meter mís dedos dentro de su vagina por segunda vez, obedeciendo los consejos de mí mejor amiga, y los moví mi muñeca lo más rápido que podía mejorando el movimiento Jennie, retrocede entonces vuelvo a ser yo quien la domine no me detuve aún ella gritará fuerte, ya no me importaba si alguien nos escuchaba, no pare cuando sus fluidos cayeron en mi mano, la hice venir dos veces a la tercera ya no usé las manos.