Capitulo 36:

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—No puedo creer que me vayas a dejar— dijo mirándome.

—No seas dramático —golpee su brazo—, estamos a una calle de distancia— rodé los ojos.

—Pero aún así —ladea la cabeza—. No tendré huevos revueltos por las mañanas— y me hice la ofendida.

—¿Me querías sólo por el desayuno?— entrecerré los ojos.

—Sabes que no —Pasó su brazo por mis hombros y recosté mi cabeza en su pecho—. Pero eres la primera mujer que duerme en el departamento, descontando a mi madre y hermana— susurra cambiando de canal.

—¿De verdad? —Me alejé un poco para mirarlo—. ¿Porque nunca has traído a nadie?— mi voz era temblorosa.

¡ERA LA PRIMERA MUJER EN SU DEPARTAMENTO!

—Porque no —hundió sus hombros y volvió a empujar de mí para que quedáramos abrazados—. Así que siéntete única— murmuró.

Y para no gritar, tuve que morder mi labio inferior, porque... ¡DIOS MIO, ERA ÚNICA!

|...|

—Es un lugar hermoso —comenté al teléfono—. ¿Seguro no quieres venir a cenar? — tiré mi cuerpo en el sillón.

—Me has dejado, eso no se olvida tan fácilmente— rodé los ojos divertida.

Jamás en una vida normal, real y deprimente, pensé que podría hablar y hacer bromas de esta manera con quien por años nombre ídolo, Ian. La vida era increíble, después de que me arrebato la felicidad de Damon, era maravillosa.

—Oh dios mío —susurré y lo escuche reír—. Entonces no vengas —Y rió, carcajeo, fuerte, de esa manera que tanto me gustaba escucharlo.

—Tengo que colgar —Por inercia, hice un puchero—. Pero ya veremos que hacemos mañana, después de todo es viernes.

—Seguro —apreté los labios—. Nos vemos, Ian— susurré.

—Nos vemos, Bess —­No corté, esperando que el diera el fin a la llamada—. Te quiero— Lo escuché, antes de que gritara de la felicidad.

—Yo también— y corté.

¡ME QUIERE! ¡IAN SOMERHALDER ME QUIERE! ¡IAN SOMERHALDER! ¡IAN!

|...|

Mi cuerpo se estiró por la cama cuando la alarma resonó, día de trabajo para la feliz Bess Martin. Aunque tengo más sueño que la puta madre, no pude dormir ¿Quién podría dormir cuando Ian Somerhalder te dice que te quiere? ¡NADIE!

Dejé que mi cuerpo se relajara ante las gotas de agua que lo golpeaban, esparcí las espumas con aroma a uva. No sé cuando compre esta mierda, pero ahora sirve de mucho.

Un pantalón negro pitillo que marcaba mi trasero ¿Cuándo creció? Unos botines del mismo tono bastante lindos ¿De dónde salieron? Una blusa color crema y el bolso cojonudo que siempre ame, que hermosa veo ¿Por qué no me cruzo con Dylan O'brien y se enamora de mi? Ya lo recuerdo, estoy enamorada de Ian Somerhalder ¡Jodido hombre sexy!

Y ahí, mi celular sonando como una cacatúa. Sonreí cuando miré quien llamaba, es que... ¡Me llama!

—Buenos días —contesté alegremente—. ¿Cómo estás? — comencé a bajar las escaleras del edificio.

—No creo que más guapa que tú —sonreí y salí del lugar—. ¿Sabías que ese pantalón te hace sexy?— Me alarmé y miré a mi alrededor.

Frente a mí había un hombre con camiseta azul marino, con un jeans negro y botines, con un sombrero y lentes oscuros, sus brazos cruzados sobre su pecho ¿Cómo era posible que todo esto fuera real?

—¿Qué haces aquí?—dije cuando ya estuve frente a él—. ¿No tenias que grabar hoy?

—Hola Bess —sacó sus lentes—. Me han dado libre —hundió sus hombros—. Te llevaré a tu trabajo— sonrió como todo un galante.

—Todas mis compañeras sacarán sus garras y se colgaran de tu cuello— dije, como una niña amurrada.

—¿Celosa?— alzó una ceja abriendo la puerta para ayudarme a subir.

—Ya quisieras—Y sonrió de costado, como Damon.

El camino fue tan anormal como siempre. Él cantando con desafino, yo riendo como una loca desquiciada, el auto a mero reventar y bueno, mi corazón saltando como pelota de baloncesto.

—Aquí ésta, señorita —aparcó a un costado—, en la puerta de su trabajo— rodé los ojos.

—Gracias —Me acerqué y besé repetidas beses su mejilla—. Ahora deséame suerte para el primer día— lo miré.

Su mano se dirigió a mi mejilla y miró directamente mis ojos, la cercanía era mínima y nuestras respiraciones se mezclaban.

—Suerte— susurró, besando tan suavemente mi mejilla que dolió.

Si no podía tenerlo como tuve a Damon, podía tenerlo como amigo, y amarlo como nunca antes...


Una fan en Mystic Falls |TVD| EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora