Capitulo 39:

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El aroma a pollo cocinado con sala blanca, se esparcía por todo el apartamento. Mi cabello mojado danza al ritmo de mi cuerpo de un lado a otro y mis pies descalzos aprecian el frió del suelo ¡Un cliché total!

Estoy preparando el almuerzo para cuando Ian llegue y "hablemos" de lo que hay que hablar.

El correr por la ciudad me hizo bastante bien, mi sistema ha soltado un par de energías malignas y ha adquirido unas que son bastantes reconfortantes.

Corrí al baño a lavarme los dientes, pues estaba comiendo una barra de chocolate blanco. Mientras jugaba con el cepillo mire mi reflejo; no era fea, sinceramente era bastante bonita, mi cabello rubio, largo y lacio perfilaba mi cara, mis ojos eran en tonalidades azuladas y mis labios eran pequeños pero rosados. La camiseta blanca que cubría mi torso era ancha, pero aun así se podían percibir las —no muchas— curvas y el pantaloncillo corto y claro, dejaba la vista mis piernas, que estaban tonificadas.

¿Por qué nunca me había puesto a pensar que podía ser una modelo?

El timbre resonó por las paredes del lugar y mi corazón comenzó a golpear duro y rápido contra mi pecho ¡Dios mío! ¡Esta aquí!

Con el paso rápido llegue a la puerta y con la mano temblorosa gire la manilla, cerré los ojos y suspire, tire y pude verlo, Ian Somerhalder, en gloria y majestad.

—Hola— sonreí inocentemente.

—Hola— contestó de la misma manera.

No sabía como saludarlo, no sabía besarle la mejilla como normalmente lo hacía o besarle de una vez sus hermosos labios.

Momento incomodo en... tres, dos, uno...

—Traje a Mooke— dijo, enseñando su gato.

Me hice un lado y los dejé entrar, cogí al felino y bese su cabeza repetidas veces. Amaba este animal, porque era amante de los animales, pero sobre todo porque era el gato de mi ídolo.

—No soy buena cocinando —dije—. Pero hice mi mayor esfuerzo— puse el plato frente a él.

—Debo confesar que se ve delicioso —sonrió en mi dirección, mirándome directo con sus hermosos ojos azules ¡Se me para el corazón!

Un almuerzo normal, la mayoría del tiempo, aunque mi corazón latiera y no supiera cómo reaccionar a ciertas miradas que Ian me daba.

—Okay —dije y cerré los ojos—. Tenemos que hablar —Lo miré—, así que comienza y suelta todo lo que tienes que decir, antes de que me haga encima— dije rápidamente, como una grabadora acelerada.

Lo escuché reír suavemente y me fijé en cada uno de sus movimientos. Dejó el tenedor a un costado, tomo la servilleta y con tranquilidad la llevo a sus labios, los limpio y luego arrugo ésta, cruzo sus brazos por encima de su pecho y se recostó en la silla. Levantó la mirada y me miró ¡JODER!

—Eres divertida y encantadora —sonrió—, y siento que te conozco, siento que cuando te vi por primera vez ya tenias mi corazón —hizo una pausa—. Bess... me gustas tanto que... —Tomó los cabellos de su cabeza, frustrado—. Estoy enamorado de ti —dijo al fin—. Y sé que es extraño porque nos conocemos hace poco, pero para el amor, no hay tiempo— sonrió, repitiendo las palabras que Julie me había dicho.

Silencio.

Más silencio.

El doble del silencio anterior.

¡ESTABA ENAMORADO DE MI! ¡IAN SOMERHALDER!

-Eres un estúpido- susurre golpeando su brazo

—¿Qué?— dijo, totalmente descolocado por mi forma de actuar.

—Sí, Ian. Eres un estúpido, me enamoraste como Damon, con esas sonrisas y chistes tontos —me puse de pie—. Pero por cosas del destino tuvo que acabar, te conocí —Lo miré—, y me volviste a enamorar con tus ojos azules y... —dejé mis brazos caer— Te amo— dije, por fin.

Camine hasta él y pasé mis manos por su cuello para juntar sus labios a los míos. El beso comenzó siendo tierno, pero el calor comenzó a aumentar y poco a poco fue tornándose apasionado.

Mis piernas se enredaron en su cintura y se giró, para poder sentarme en la mesa ¡TENIA MI TRASERO EN DONDE COMO TODOS LOS DÍAS!

—Yo también te amo— susurró, pasando sus manos por mis muslos desnudos.

Era el momento perfecto para decir: El amor puede traspasar todas las barreras.

¡IAN ME AMA!


Una fan en Mystic Falls |TVD| EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora