¡ESTABA ATRASADA!
¡ME VAN A DESPEDIR!
¡SOY UN ASCO!
¡IAN ME AMA!
Dios, la alarma había sonado y la muy floja de Bess Martin estiró el brazo y la apagó, ¡Y DESPERTÉ MEDIA HORA DESPUÉS! Aunque tenía una muy buena escusa: Ian Somerhalder se marcho muy tarde, la noche anterior.
Mientras subía al colectivo, desenredaba mi cabello con los dedos, ¿Quién creería que me había quedado dormida porque Ian me había besado hasta altas horas de la madrugada?
Desde el día que nos confesamos nuestro amor —sábado— las cosas no han cambiado del todo, seguimos siendo los amigos que éramos, sólo que ahora somos amigos que se besan y que se aman.
|...|
El día había sido tan al estilo Bess, llegue justo a la hora. Corrí todo el día para poder alcanzar hacerlo todo, me arranqué y evité completamente al acosador de Elías, que sinceramente ya me daba miedo y sonreí por cada mensaje que me llegaba de Ian.
Cambié mi ropa por una más cómoda y me decidí a darle una sorpresa a Ian, tenía que darle una sorpresa, siempre era él quien me las daba ¡MERECE UNA SORPRESA!
Giré la manilla de la puerta de su departamento. Era maravilloso tener la llave de su hogar.
Apenas puse un pie dentro del lugar, Mooke se enredo en mis pies, ronroneando como todo un gato holgazán. Me encantaba.
Fui a la cocina y dejé todas las bolsas que había traído, no iba hacerle la cena, porque cocino como la mierda, pero había traído muchos aperitivos para comer mientras hablábamos y reíamos.
Dos copas sobre la mesa, varios platos con cosas realmente deliciosas y Mooke mirándome como si yo fuera un chiste ¿Tendré cara de payaso?
Escuché la puerta de la entrada cerrarse y mis nervios se sintieron a flor de piel ¡CONTRÓLATE BESS, ES SOLO IAN SOMERHALDER! Ja, claro, solo Ian...
—¿Mooke?— Lo escuche decir y mordí mi labios.
Abrí la botella de vino y pude sentir su penetrante mirada en mi espalda, no quería parecer nerviosa, pero... ¡JODER!
—¿Bess?— giré suavemente y le sonreí.
—Sorpresa —sonreí y le entregue su copa de vino—. Sueles tenerme sorpresas, mereces una— le guiñé el ojo.
—Tenía ganas de verte— susurra acercándose peligrosamente.
Su mano se cerró en mi cintura y tuve que ponerme en puntillas para poder besarle los labios. El sabor a vino de su boca y la fresa de mi labial, era perfecto.
—Yo también— murmuré, sobre a medio beso.
Comemos, bebemos, reímos, charlamos, besamos ¿Cómo no amar a un hombre como Ian? Inteligente, divertido, apasionado, sexy, amable, encantador. Es el hombre perfecto.
—¿Te quedas?— pregunta de pronto.
Mi cuerpo se estremece, ¿Quedarme?
—Sí— sonrío inocentemente, porque soy inocente y ninguna imagen pervertida está pasando por mi cabeza.
Recuerdo esa noche que Damon me hizo suya, en como desperté enredada en las sabana y...
—¿Qué piensas?— Me saca del trance perverso que estaba teniendo.
—¿Por qué crees conocerme?— pregunté sin más.
—Porque tu actitud relajada cuando bebías el café, me hizo creer que era necesario chocar contigo— confesó
—Espera —levanté la mano—, ¿Me chocaste a propósito?— apreté los labios.
—Sip —sonrió—. Tu, en gloria y majestad, caminando como si nada le importara, como si todo tuviera solución, a pesar del dolor que había en tu mirada —hundió sus hombros—. Merecía chocar contigo— y me puse colorada.
—Te conocí en un sueño —confesé—. Y sé perfectamente que sueno como una loca, pero es verdad —lamí mis labios—. ¿Cómo crees que sabía todo lo que iba a pasar en la serie? —miré directo sus ojos—. Estaba jodidamente enamora de Damon, pero morí y aquí estoy, jodidamente enamorada de ti— sonreí.
—¿Nos conocimos en una especie de dimensión paralela?— rió, pero no burlándose, si no porque la situación era divertida.
—Algo así —me puse de pie—. Creo que es hora de dormir— le extendí la mano.
Sus dedos y los míos se cruzaron y se levanto, pero antes de que pudiera poner un pie fuera de la cocina, tiro de mí, provocando que su anatomía y la mía chocaran.
Subió su mano libre y acaricio mi mejilla, liberándola de los mechones que por ahí caían. Uno de sus dedos juguetones delineó mis labios, para luego acercar los suyos y besarme.
Solté su agarre para pasar mis brazos por su cuello y profundizar el beso. Sus manos afirmaron mi cintura, y sin ser consciente de lo que hacía, me encontraba caminando en reversa.
Mi espalda chocó con la pared y la sensación del golpe no dolió, más bien fue bastante placentera. Mis piernas se enredaron en sus caderas, y a ciegas nos dirigimos a su habitación.
—Déjame acerté mía ésta y las próximas noches de nuestras vidas— besó mi cuello.
¡MALDITA SEA! ¡TENGO CALOR!
—Si— susurré con un hilo de voz, en medio de un jadeo.
Dios mío, ¿Realmente esto ésta sucediendo?
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Una fan en Mystic Falls |TVD| EDITADA
FanfictionY de pronto, aquella alocada fan, estaba en el pueblo que solía ser de ficción y ella veía por la televisión, Mystic Falls #Editada por la hermosa @JenniferPatena