Capitulo 1:

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Y era increíble... Klaus había matado a Jenna. Elena había vivido. Damon estuvo a punto de morir. Katherine ayudo para que viviera. Elijah salvo a su hermano y Stefan se entrego al original, ósea ¿Qué mierda?

Aún no superaba el final de la segunda temporada de la serie que se robó mi atención; The Vampire Diaries, y ya estaba pronto a comenzar la tercera temporada... es algo jodido.

Y cuando digo pronto, me refiero a estos momentos, es decir, ¡UN DÍA! ¿Pueden imaginarse lo emocionada que estoy? ¿Lo contenta? Volveré a ver a mis vampiros.

—¿Bess? —preguntó Nancy, la jefa de la cafetería que me daba trabajo—. ¿Estás bien?—frunció el ceño.

—Perfecto —sonreí en grande—. ¿Por qué? —mordí mi mejilla interna para no reír de el moco que tenía en la mejilla, joder.

—Estas muy sonriente— hundió sus hombros.

—Oh —sonreí—. Lo que pasa es que mis novios vuelven a la pantalla y ahora todo está patas arriba y.... —sus cejas se alzaron—. Mejor me callo—susurro mirando mis dedos.

—Me agrada cuando estas feliz —La escuché decir—. La clientela lo agradece—golpeó mi hombro suavemente y se marchó.

Y como si ella fuera una especie de genio, la clientela aumento en un doble, quizá y un triple. Todos estaban encantados por mi buen humor, todos querían el café más complicado, todos querían el bocadillo que se había acabado... ya no daba para más, necesitaba dormir.

—Bess —dijo Sam, el encargado del personal—. Mañana tienes el día libre —sonrió y sonreí junto a él—. Y una comisión por tu trabajo del día de doy, es impresionante—. Se giro y caminó—recuerda que se te acaba el contrato—. Hizo una mueca, pero yo en cambio estaba feliz—. Ya no te veremos más pequeña Bess.

«Impresionante» ¿Sabes lo que es impresionante? Que aún no conozco a mis ídolos, eso es impresionante.

Y la hora de terminar llegó, y gracias a dios no tuve que quedarme a hacer horas extras. No podía con mis pies, mucho menos con mis ojos, se cerrarían en cualquier momento.

Salí de la cafetería con el bolso colgando del hombro derecho y la chaqueta en la mano izquierda, me gire para decirle adiós y camine un par de cuadras hasta mi departamento. Entré.

Con veintiún años, es maravilloso vivir sola. Lo que no es maravilloso es que tu madre no sepa de tu existencia debido a que se lo ocultaron y que tu padre muera cuando eras una niña... pero así es la vida y he aprendido a vivir con ella.

Tiro todo en algún lugar de la sala y corro por mi cama, de un salto estoy sobre ella y los zapatos vuelan por el dormitorio para quedar en el suelo. Suelto mi largo cabello rubio y me acomodo de lado para dormir eternamente.

No puedo dormir, a pesar de estar malditamente cansada, el rugir de mis tripas no me deja. Tengo hambre pero tengo flojeritis como para ir a prepararme algo.

Tomo mi celular y marco el número de la comida china, pensé en una pizza, pero no sería capaz de comérmela completa... la verdad sí, pero no se me apetecía.

Sonó el timbre y he ahí lo peor, jodida existencia. ¿Por qué no soy un vampiro que velozmente llega a la comida? ¿Un hombre lobo que no se cansa? ¿Un cazador súper fuerte? No, simplemente tenía que ser yo, la pobre humana con una vida deprimente.

—Toma —Entrego los billetes—. Quédate con el cambio — le digo, como si fuera mucho.

—Gracias— sonríe y me hace sentir bien.

Como todo como si fuera el último día de mi vida, literalmente. Siento mi estómago a reventar, pero sé que no sufriré hambre. Ahora sí, con la sonrisa más grande de mi rostro, me recuesto.

Mierda, mañana comienza The Vampire Diaries, ojalá fuera una más de la historia.

Y como por arte de magia, caí como un saco de papas dormida....

Una fan en Mystic Falls |TVD| EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora