Una fan en Mystic Falls |TVD| EDITADA

Capitulo 11:

                  

—Alto ahí —alcé la mano frente a los ojos de Ric— ¿Mes estás diciendo que la bruja que invento el vampirismo y creo a Klaus y Elijah era su madre? —él asintió—. Pero que imaginación— susurré.

—¿De qué estás hablando?— preguntó Damon.

—Nada— sonreí.

La verdad, es que sí estaba hablando de algo, era impresionante la imaginación que se podía llegar a tener ¿A quién se le hubiera ocurrido que la madre los creara y los maldijera de esta manera?

—Con la estaca de roble blanco se puede matar a un vampiro —dijo por fin Alaric—. Y con esto de que Mikael está vivo y quiere matarlos, todo está listo —alcé una ceja—, sólo hay que encontrar roble blanco.

—¿Quién mierda es Mikael?— pregunté, sintiéndome completamente excluida de lo que averiguaban.

—El papi Mikaelson.

Es que realmente esto era maravilloso ¡BENDITA IMAGINACIÓN!

Alaric y Damon siguieron en lo suyo, averiguando que mierda significaban con exactitud esos dibujos, que perfectamente los podría haber hecho un niño de tres años.

Mi teléfono vibró y me percaté de que era un mensaje, lo revisé y entré en duda.

  "«Gimnasio del instituto, en veinte»"

¿Equivocación? ¿Debería llamar? ¿Debería decirle a Damon para que me acompañe? Por dios, soy una bruja súper poderosa, puedo con esto.

—Nos vemos luego— dije, antes de salir corriendo del departamento.

Los veinte minutos fueron extremadamente cortos. Entré en el gimnasio y el silencio y la soledad se apoderaron de mi débil cuerpo. Un escalofrió me recorrió de pies a cabeza y quise no haber venido.

—¿Quién está ahí?— susurré, sintiéndome completamente estúpida.

—Viniste— dijo esa voz que me emocionaba y me hacía temblar.

—Klaus —Me giré y lo miré—, ¿Me has hecho venir para matarme?— pregunté con un nudo en la garganta.

—Quiero arrancarte la cabeza, no voy a mentir —sonrió—, pero necesito tu ayuda— jugó con sus ojos y estuve a punto de caer rendida.

—¿Qué te hace creer que te voy ayudar? —alcé una ceja—. ¿Para qué necesitas mi ayuda?— crucé los brazos.

—Eres muy buena bruja, Bess —hundió sus hombros—. Rebekah y Elijah se han enterado de que yo mate a nuestra madre —abrí los ojos abruptamente—, y necesito que pongas alguna especie de hechizo en mi para protegerme antes de que acaben con mi vida.

—¿Y si no lo hago? —Entrecerré los ojos— No has sido muy bueno que digamos, Klaus. Ahora soy yo quien te tiene entre sus garras —, sonreí—. Puedo decidir si acabar con tu vida yo misma o dejar a tu familia hacerlo —lamí mis labios—. ¿Qué me aconsejas?

—Yo diría que me ayudaras —sonrió—. Seguramente Damon te odiaría por dejar morir a su hermano, o a Elena, inclusive  a Caroline —Mi boca se secó—. Si no me ayudas, los matare, incluyendo a Damon— sonrió.

—Tócale un solo pelo y te arranco la lengua con los dientes —susurré y ahora que lo pensaba bien, no era mala idea morderle la lengua—. Yo no amenazo, Klaus. Yo actúo— sonreí.

—¿Vas ayudarme o no?— dijo en forma seria.

—No —sonreí—. ¿Y sabes qué?, no los mataras —, apreté los labios—. Porque mientras tú piensas la manera de matar a Stefan, Elena o Caroline, yo estoy arrancando tu duro corazón— miré sus ojos.

—Sabía que esa seria tu respuesta, cariño —sonrió y yo fruncí el ceño—. Solo quería ver que tan leal eras —hundió sus hombros—. Ahora ya sé cómo llegar a hacerte daño, hasta que tú misma me supliques que te mate.

—¿De qué estás hablando?— pregunté sin entender ni pío.

—Tu carácter —lamió sus labios, viéndose completamente sexy—. Haré explotar tu carácter y serás tú misma quien quiera morir—, susurró en mi oído provocando que los cabellos cortos de mi nuca se erizaran—. Seguramente nos veremos en el infierno, amor.

Y ahora, le temía, le temía hasta la mierda....