Ámbar [Minsung] 🎨

La cita 2

— ¿Han Jisung?

No había un error.

El hombre en la última mesa se levantó de la silla y le ofreció la mano. Estaba usando un traje que abrazaba sus músculos tan perfectamente que debía ser hecho a medida, y sus movimientos eran precisos y calculados.

—Soy Lee Minho.

Jisung se limpió la palma de la mano dentro del bolsillo de su hoodie antes de saludarlo, castigándose mentalmente por haber elegido esos jeans rotos para completar su outfit.

—Mucho gusto... —Controló el impulso de llamarlo "señor".

El hombre le ofreció una sonrisa que no llegaba a los ojos y volvió a sentarse. Jisung ocupó el lugar frente a él.

— ¡Buenas noches! Mi nombre es Jeongin y tendré el gusto de atenderlos.

El camarero les entregó los menúes y les aseguró que volvería enseguida a tomar sus pedidos. Minho lo miró de arriba abajo antes de guiñarle el ojo. Las mejillas de Jisung se calentaron.

— ¿Ya estás celoso?

Jisung contuvo la respiración. Intentó contestar, pero solo pudo hacer un ruidito.

—Tranquilo, Han. Es una broma.

Jisung soltó el aire en una risa incómoda. Levantó el menú para esconderse detrás de él.

— ¿Puedo llamarte Han?

—Nadie me llama así.

—Me alegro —dijo Minho, sin alegría—. ¿Ya sabés que vas a pedir?

Jisung no podía pedir una hamburguesa, tenía que elegir algo más elegante, algo que elegiría un hombre serio como Minho.

—Eh...

Intentó leer el menú, pero no reconocía ningún plato. Todos tenían nombres de los que nunca había escuchado hablar. Si había hamburguesas, Jisung no podía encontrarlas.

— ¿Querés que pida algo para ambos? —Minho ofreció.

—Sí. Por favor.

Jisung clavó la vista en el mantel mientras Jeongin tomaba el pedido. Les preguntó qué deseaban ordenar para beber, a lo que Minho respondió algo en otro idioma.

—Yo quiero una gaseosa —murmuró Jisung, consciente de la mirada de Minho cuestionándolo. Se sentía demasiado expuesto sin el menú para taparse la cara—. ¿A qué te dedicás? —Intentó entablar una conversación mientras esperaban.

—Soy escritor. —Minho sonrió para agradecerle al camarero que traía su pedido a la mesa.

— ¡Oh! ¿Qué escribís? ¿Has publicado libros?

—Sí, publico bajo seudónimo.

— ¿Qué seudónimo?

Minho tragó antes de contestar. Jisung se distrajo observando el movimiento de su garganta, hasta que se dio cuenta de que Minho estaba mirándolo con una ceja alzada.

—No puedo decírtelo, es un seudónimo.

— ¿Y si es algo que alguna vez leí?

Minho lo miró como si estuviera estudiándolo. Jisung pinchó algo verde en su plato, queriendo esconderse debajo de la mesa.

—Tal vez —dijo Minho—. ¿Qué clase de libros te gusta leer?

Jisung no podía decirle la verdad. Apenas conocía a este hombre y no quería darle una mala impresión. No podía revelar sus verdaderos gustos literarios y provocar que Minho piense mal de él.

—Um... —Tenía que inventar algo. Rápido. Minho estaba esperando su respuesta con una expresión entretenida—. Romance.

Técnicamente...

Minho rió por la nariz.

—Romance... —Levantó su copa y volvió a soltar una risita, sacudiendo ligeramente la cabeza. Tomó un sorbo y el líquido tiñó sus labios de rosa—. Yo escribo romance.

— ¿En serio? Entonces puedo haberte leído.

—Tal vez. —Por un rato, Minho no dijo nada más y Jisung se desanimó, apurándose por buscar otro tema de conversación—. ¿Y vos? —Minho lo sacó de sus pensamientos—. ¿Estudiante?

Jisung asintió.

—Artes visuales. Estudio en la universidad nacional. Estoy en segundo año —explicó con la boca llena. Minho cargó un tenedor con cuidado mientras lo escuchaba.

— ¿Qué edad tenés?

—Diecinueve.

—Mierda. —Minho apoyó el codo en la mesa; rascó su mentón antes de volver a hablar—. Me avisaron que eras menor que yo, pero no te imaginaba tan joven.

— ¿Vos...?

—Treinta y dos.

—Oh.

—Sí, oh.

La mirada de Minho era tan intensa que Jisung quiso temblar, pero apretó las manos entre las rodillas y trató de mantener la compostura.

— ¿Es un problema? —Minho preguntó seriamente.

—N-no. —Jisung se aclaró la garganta—. No, no lo es.

—Bien. Porque quiero que terminemos la noche en la cama.