Ámbar [Minsung] 🎨

Jisung pinta un cuadro

Jisung podía ser demasiado expresivo. Podía hablar sin pensar y todo lo que estaba sintiendo salía en sus palabras aunque intentara mantenerlo guardado. Cuando hacía eso con Minho, se sentía como un nene chiquito frente a un adulto que se negaba a seguir conversando si Jisung no se calmaba.

A veces, Minho le tenía paciencia. Otras veces, sus ojos abandonaban toda expresión y Jisung casi podía ver la pared levantándose frente a Minho, protegiendo sus emociones del resto del mundo.

Había decidido darle a Minho el tiempo que necesitara para procesar sus sentimientos, pero estaba presionándolo. Había decidido aceptar cualquier cosa que Minho le ofreciera, pero estaba dudando si realmente las merecía.

Jisung sabía que estaba equivocándose. Pero no podía evitarlo, Minho era difícil y lo ponía nervioso y Jisung no tenía idea de cómo tratar con él.

Debería obligarlo a ponerse de rodillas más seguido, enseñarle a respetarlo como Minho hacía con él.

Jisung contó sesenta colores distintos en las cajas de acrílicos, media docena de envases de cada color. No podría haberlos comprado ni ahorrando el año entero. Eligió cuatro colores intuitivamente y los preparó en una paleta. Se convenció de que un pincel era un pincel, más allá de la marca, y que sería una lástima no usarlos, ya que estaban ahí.

Jisung no estaba en la cama con Minho porque quiso quedarse pintando. Quiso quedarse pintando porque le daba vergüenza mirarlo a la cara después de haberle dicho todo eso, y porque quería demostrar que podía hacer algo que tuviera algún tipo de valor.

No creía que tuviera mucho talento como artista, pero arte era arte, como los pinceles, y la cantidad de emociones que estaba volcando en el lienzo iba a hacer que ese cuadro valiera más que la casa de Minho.

Quería que fuera Minho el que decidiera su valor, en realidad. Y quería que fuera infinito.

Quería que Minho entendiera lo que sentía por él. Ya no era suficiente con insinuar que Minho le gustaba, que Jisung quería tomarse en serio su relación. Lo que necesitaba era arrancar todos sus sentimientos de adentro suyo y entregárselos a Minho en la mano.

Así que pintó un cuadro para él. Y quizás alguna lágrima se mezcló con la pintura.

Iba a ofrecer una parte de sí mismo. Minho iba a tener que aceptarla.