Minho pasó a buscarlo en su auto negro. Sostener el volante hacía que se marcaran las venas de sus antebrazos. Jisung lo imaginó apretando su garganta y tuvo que mirar a otro lado.
— ¿A dónde querés ir? —Minho preguntó.
—No sé... ¿A dónde querés llevarme?
—Hmm... —Minho puso cara de pensar, a Jisung le dio ternura—. ¿Tenés hambre? Podemos ir a cenar. O podemos comer algo en casa. Hay una receta de carne al horno que tengo ganas de probar.
— ¿Oh? ¿Vas a cocinar para mí?
— ¿Te gustaría?
Jisung no tenía explicación para el amor que llenaba su pecho en ese momento, tampoco la buscó.
—Mucho —respondió, y apretó los labios para esconder una sonrisa.
Fueron al supermercado. Jisung empujó el carrito, haciendo un buen trabajo controlando su torpeza habitual para no chocarse con nada, y Minho ordenó prolijamente los productos dentro, revisando al mismo tiempo la receta en su celular.
Conversaron sobre su vida. Minho quería saber cómo le iba en la universidad y qué clase de trabajos le hacían hacer. Preguntó qué rama de las artes visuales era su favorita y Jisung le explicó que todavía no estaba seguro, pero tenía la intención de dedicarse a ser ilustrador.
Jisung quería saber más sobre los libros que Minho escribía, pero no pudo sacarle mucha información. Aprendió que Minho había estudiado administración en la universidad y había empezado a escribir justo antes de recibirse.
En el sector de comida congelada, descubrieron que les gustaba la misma marca de buñuelos de espinaca; en la verdulería, que tenían el mismo odio por los zucchinis y no tocarían uno aunque les pagaran. En la heladera de los postres, Minho le contó que no comía nada dulce, pero aceptó comprarle una porción de cheesecake para después de comer.
Minho no lo dejó ayudar con la cena. A Jisung le dio la sensación de que no confiaba en él, pero lo dejó pasar. Se sentó frente a él en la isla en medio de la cocina y decidió prestar atención a todo lo que Minho hacía, para aprender y ser útil la próxima vez.
La manera en la que Minho cocinaba le hacía acordar a los chefs de la tele. Era preciso y firme y meticuloso y no dejó ni una sola mancha en su delantal. Jisung le dijo que parecía un experto; Minho lo agradeció como si estuviera acostumbrado a escuchar elogios, pero estaba sonrojado. Jisung le preguntó si había aprendido cocina en algún lado.
—Me quedo mirando el canal de cocina cuando no puedo dormir. —Minho sonrió y Jisung notó que solía agachar la cabeza cuando sonreía, como si quisiera esconderse—. Cocino para relajarme cuando escribir se vuelve complicado.
Jisung entendía a lo que se estaba refiriendo. Le contó que a él le gustaba escuchar música y jugar a la play cuando no podía avanzar en algún proyecto de la universidad porque su creatividad estaba bloqueada.
— ¿No te gusta cocinar? —Minho le preguntó.
—Normalmente ceno fideos. Y almuerzo en el comedor de la uni.
—Ugh... —Minho arrugó la nariz—. Espero que sea mejor que en mi época.
Jisung rió. Lo dudaba.
Ayudó a Minho a limpiar la mesada mientras la comida estaba en el horno. Minho intentó decirle que no era necesario, pero Jisung no quería seguir estando sin hacer nada.
Sirvieron los platos en la isla y se sentaron en el mismo lugar donde estaban antes, los pies de Jisung apoyados sobre los de Minho.
Después de cenar, olvidó que había cheesecake de postre.
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Ámbar [Minsung] 🎨
FanfictionJisung va a una cita a ciegas. Minho no es lo que esperaba. 😳 "-Te olvidaste algo en mi casa esta mañana -Jisung se sonrojó. Lo único que había dejado en la casa de Minho era su ropa interior-. Si querías una excusa para volver a verme, está funcio...